![]() |
Cíclidos-Sp > Artículos |
||||
---|---|---|---|---|---|
Herichthys cyanoguttatus
Sinonimias: Heros cyanoguttatus, Heros temporalis, Neetroplus carpintis.
Nombres comunes: Cíclido texas, Cíclido perla.
Artículo escrito por José Luis Blanco, fotografías por Manuel Zapater.
Herichthys cianoguttatus es el cíclido que coloniza territorios más al norte en el continente americano, su rango de distribución natural abarca desde el territorio noreste de México hasta hasta el estado de Texas en EEUU. Parece que han prosperado con éxito algunas colonias introducidas en el centro de Florida.
![]() |
Herichthys cianoguttatus, foto por Manuel Zapater. |
Es un pez de mediano tamaño tirando a grande, pues los ejemplares de 25 cm en acuario no son raros. El cuerpo es de color gris verdoso claro salpicado de escamas perladas, presenta algunas manchas oscuras en la mitad posterior. En época de cría la coloración se vuelve más brillante y contrastada pudiendo observar, sobre todo en la hembra, una coloración "señal" en la que la la garganta del pez se vuelve oscura y la región posterior, incluyendo el vientre, casi blanca, además los óvalos oscuros se vuelven rayas verticales que cruxan todo el cuerpo.
Recolecté los primeros juveniles de esta especie durante el mes de noviembre de 1999, en un viaje de "observación ictiológica" por el noreste de México, en compañía de mi querido amigo Juan Miguel Artigas; en aquella ocasión, paramos en un pequeño riachuelo, por cierto algo contaminado, cerca de la localidad de Sacramento y capturamos 8 pequeños "texas". El riachuelo, de un par de metros escasos de ancho, discurría por un terreno arenoso en cuyas márgenes habían cañas y otras especies vegetales propias de ribera. El fondo del riachuelo estaba formado por limo y arenas, muy pocos macrofitos y existía una gran abundancia de pequeños cangrejos de río (muy parecidos a Procambarus). Los peces jóvenes se reunían en los remansos que se formaban en los pequeños meandros de la corriente. Algunas mujeres lavando ropa en las orillas complementaban el "bucólico" cuadro.
Al cabo de un mes, volamos (los peces y yo) a España, Al principio se mostraron tremendamente nerviosos, quizás el estrés del viaje, pues no era raro que saltaran fuera del agua al acercarme a alimentarlos, esperé unas semanas y las cosas se fueron tranquilizando y ellos crecían sin dificultad comiendo artemia congelada y una papilla casera a base de pescado blanco (merluza) y vegetales (acelga y lechuga), creo eran un poco sensibles al "agua vieja", por lo que intentaba renovar un tercio del volumen total del acuario cada dos o tres días.
La verdad es que después fueron pasando por varios acuarios según crecían y cuando alcanzaron 5 ó 6 cm los instalé en un recipiente de 200 l. Este acuario recibe los rayos solares de la tarde aunque la iluminación se fundamenta en 2 tubos fluorescentes de 30 W. El agua es del grifo, con un pH cercano a 8 y más de 20º dGh, los carbonatos (Kh) llegan hasta 8º en algunas épocas del año. Puse algunas plantas resistentes del tipo Vallisneria spiralis sobre un sustrato de fina arena silícea de color más o menos claro. En la superficie del agua dejé flotando mucho Ceratophillum. La filtración se basa en una muy generosa "bioesponja" interior, alimentada por un compresor de aire y un cabezal de 600 l/h. completando la escasa decoración un par de cacharros de barro con oquedades suficientemente grandes para formar escondites. El mantenimiento del acuario se reduce a unos cambios de agua semanales de aproximadamente un 25% y la ligera limpieza bimensual del filtro de esponja.
Al principio los puse en compañía de Xiphophorus monctezumae y Poecilia latipunctata como "peces escuela", no les hacían apenas caso, salvo a las horas de las comidas en las que la competencia los hacía ser "poco respetuosos". La dieta estaba formada por papilla casera y algunas veces por artemia adulta congelada pero lo que más les gustaba sin duda eran las grandes lombrices de tierra y es que hemos de darnos cuenta de la importancia de una dieta rica y variada si nuestro propósito es la reproducción.
Al tiempo que crecían (hasta los 9 cm aprox), empezaban a desarrollar un comportamiento más o menos territorial y las peleas y persecuciones se hacían cada vez más serias. Poco después el macho dominante, que había decidido establecer su territorio cerca del filtro de esponja y en la parte opuesta de la esquina por donde echaba la comida, dejaba entrar en su territorio a una pequeña hembra sin apenas importarle la intromisión. Aproximadamente un mes más tarde, la convivencia tanto "intra" (entre sus congéneres) como interespecífica (con otras especies) de la recien formada pareja, se hizo casi imposible por lo que decidí sacar a los demás habitates del acuario.
La primera puesta no se hizo esperar, en el mes de mayo a unos 24ºC de temperatura ambiente, empezaron a cambiar de color (interesante, muy poco a poco), ya había colocado una gran piedra plana en el fondo y esta fue limpiada escrupulosamente por ambos cónyuges. Una tarde, después de un generoso cambio de agua empezaron a poner los huevos. He de decir que la primera puesta no fue exitosa ya que parecía que los progenitores en cuestión no tenían "nada claro" su papel: El macho, en un exceso de celo limpiaba afanosamente la puesta llevándose con su boca (y con algún coletazo) multitud de huevos sanos (¡todos!), la hembra mucho más pequeña le "reprochaba" valientemente su comportamiento y se producían peleas constantes; en las siguientes horas cuando ya solo quedaban un 10% de la puesta original decidí sustraer la piedra.
![]() |
Herichthys cianoguttatus, foto por Manuel Zapater. |
48 horas más tarde volví a poner la piedra y tras tres días de espera se produjo la segunda puesta. Esta puesta fue perfectamente cuidada por la hembra gracias a que el macho estaba ocupado tratando de alejar a los nuevos intrusos que puse esta vez ("pez cebo"); se trataba de unas Poecilia mexicana de gran tamaño que eran casi indolentes a las persecuciones del macho de "texas" cuando finalizaban en la espesa mata del Ceratophillum flotante; mientras, la hembra no se movía del lugar de la puesta. En cuanto eclosionaron los huevos quité los poecílidos para que ambos cónyuges pudieran criar con tranquilidad. Calculo que el número de huevos de esta segunda puesta se acercaba a los 400 a pesar del reducido tamaño de la hembra que entonces apenas llegaba a la decena de centímetros.
La eclosión se produjo dos días más tarde (26º C) y rápidamente tanto la hembra como el macho escondieron las larvas en sendos agujeros, aunque los cuidados correspondían más a la hembra también el macho participaba en parte, por lo menos hasta la hora de la comida, momento en que la fidelidad de la hembra hacia su progenie se hacía mucho más patente no abandonándolos en ningún momento. El crecimiento de los alevines es lento pero constante, quizás había un excesivo número de ellos. Yo los alimentaba simplemente con pienso para alevines de trucha de alta concentración proteínica y crecieron sin problemas hasta los 2 cm, momento en que dí por terminada esta experiencia. Posteriormente a finales de julio de este mismo año coloqué a la pareja original en un acuario de tan solo 40 litros y poco después obtuve otra puesta. Esta vez he separado al macho habida cuenta de que la hembra se basta por sí sola para el cuidado de las crías, también he de decir que he reducido el número de alevines a unos 50 ya que empiezo a sufrir una "superpoblación" de esta especie en mis acuarios.
Por el relativamente poco tiempo que llevo observando esta especie, parece muy recomendable por la riqueza de su etología (comportamiento) ya que casi todos los días me sorprendía con alguna nueva "manía" que rápidamente olvidaba para tomar otra. En contra de lo que muchos libros dicen no excaban apenas (por lo menos los míos en este sustrato arenoso) salvo en la época de cría. Son peces muy recomendables para acuarios de agua templada sin calefacción dentro de nuestras casas, parece que incluso, dado su origen, les viene bien un descanso invernal a 18- 20º C para retomar con fuerza su comportamiento en la primavera siguiente. Las plantas; repito, en mi corta experiencia, no son mordisqueadas si estas son fuertes y tenemos la precaución de incluir vegetales en su dieta.
Es interesante destacar que a nivel comercial se suele confundir el nombre común de esta especie con el de su pariente Herichthys carpintis (originario de la cuenca del río Pánuco, México) de la que se diferencia por su distribución más norteña y a simple vista por el tamaño de las manchas verdes, que en Herichthys cyanoguttatus son muy pequeñas mientras en Herichthys carpintis muy grandes.
© José L. Blanco, agosto 2000.
| Página Principal | Artículos en línea | Galería | Grupo Ciclidos-Sp | Bibliografía | Enlaces | Colaboradores | E-mail |