Cíclidos-Sp > Artículos

www.ciclidos.org

Reproducción conseguida de Rineloricaria cf. tefeana ¿Un nuevo modo de reproducción en Loricariidae?

Texto y fotos: Arnaud DAUVILLIER

(Artículo aparecido originalmente en la revista AQUA PASION  Nº3,  junio 1999, reproducido con permiso del autor)


Loco por los Loricariidae desde que descubrí los primeros Ancistrus, Sturisoma, Rineloricaria, hace ya unos cuantos años, siempre estoy a la búsqueda de especies nuevas. Y, por suerte, incluso si aún son pocas, se están importando cada vez más. Y es que al viajar mal se suelen poner pocos ejemplares por caja, lo que hace que aumente su precio, y aún muy pocos aficionados los compran por otra cosa que tener un "limpia-cristales" original. La afición prefiere los "pleco" siempre demasiado grandes para los acuarios pero que resultan "baratitos" cuando son pequeños. Así que cuando llegó todo un cargamento procedente de Colombia vía Miami, no pude resistir la tentación de comprar unas cuantas especies. Entre ellas habían llegado dos especies de Rineloricaria adultas, pero en el momento de la compra solamente quedaban lo que se denominaba según el exportador Rineloricaria lanceolata. Las dudas empezaron cuando, intentando escoger una pareja entre los 6 individuos que quedaban, no conseguía distinguir los machos de las hembras, tarea normalmente fácil en adultos de R. lanceolata porque los machos tienen unas cerdas en el borde de la cabeza y en el primer radio de la aleta pectoral. Pero aquí nada, y esas "barbillas" tan grandes alrededor de la boca que nunca había visto en otras especies, no ayudaban para nada. Finalmente cogí el lote de peces que quedaba esperando tener una pareja en el grupo.

rineloricaria6.jpg (59011 bytes)
Rinelocaria cf tefeana. Foto por Arnaud Dauvillier.

Si eres aficionado a los Loricariidae mira bien en los acuarios porque suele ser frecuente que los exportadores mezclen especies o exporten una especie rara bajo el nombre de una especie conocida. Así que, coged vuestras lupas, y a buscar rarezas en medio de los "clásicos".

La duda de la especie quedaba en el aire, hasta que por fin recibí el libro AQUALOG "Loricariidae all L-Numbers", donde encontré mis protegidos bajo el nombre de Rineloricaria cf. tefeana, antiguamente L10. Siempre puede quedar una duda porque en estas especies de peces la identificación exacta es delicada ya que se basa en el análisis de las placas osificadas que forman su caparazón, pero las dos fotos del libro corresponden exactamente, "bigotes" incluidos.

Una primera foto de este pez fue publicada en DAS AQUARIUM en marzo de 1989, es decir, muy recientemente.

Aprovecho la ocasión para explicar eso de los famosos L-Numbers. Cuando comenzó la gran afición a estos peces gato y que salieron tantas especies nuevas en los años ochenta, sobretodo en Alemania, no había ni tiempo de clasificarlos por lo que rápidamente se formó el caos. Entonces, cuando se mostraban especies nuevas, particularmente en revistas como DATZ, se les asignaba provisionalmente un número según el orden de aparición en el mercado. Así, si se hablaba por ejemplo de L 046 todos sabían, desde el pescador hasta el exportador e incluso el aficionado, que se hablaba de un pez que ya conocían por las fotos publicadas. En este caso, el L 046 se trataba del popular hoy llamado, Hypancistrus zebra. Otros intentaron utilizar otros sistemas de códigos como el LDA-Number, pero finalmente el L-Number es el más conocido, seguramente gracias a los libros AQUALOG.

Lo único que pude aprender, aparte de que se trataba del Rineloricaria cf. tefeana, es que los americanos lo llamaban "Xingu-lizard-cat", lo que equivale a pez-gato-lagarto del río Xingu (Brasil) y que medía de15 a 20 cm adulto. Así que mis ejemplares de más de 15 cm eran más bien adultos, y que si viven en el río Xingu quiere decir que les gusta el agua blanda con un pH de 6,5 a 7 y una temperatura recomendada de 22 a 25ºC, aunque parece que soportan mejor las temperaturas altas que sus primos los Ancistrus. También les tendría que gustar las corrientes de agua fuertes, lo cual verifiqué en el acuario porque les gustaba estar a la salida de la bomba.

Rineloricaria3.jpg (33951 bytes) Rineloricaria5.jpg (55130 bytes)
Rinelocaria cf tefeana, detalle de la boca. Rinelocaria cf tefeana, macho con puesta.

 

Mantenimiento, exigencias, y comportamiento

Así que los puse en un acuario de 300 litros con raíces de manglar, macetas, un filtro exterior, y aeración. La aclimatación parece sencilla pero en realidad son especies que en general se adaptan muy mal a la vida en cautividad y se mueren de hambre. Como en casi todas las importaciones, nuestros ejemplares estaban flacos a su llegada por una mala alimentación. Para ver si estos peces están delgados a simple vista es difícil ya que tienen el cuerpo duro, así que hay que mirar su tripa "que es blanda". Si es cóncava (hacia dentro) mal asunto: está flaco; si está "rellenita" se puede comprar tranquilamente. Cuando se tiene costumbre se puede observar la cabeza demasiado grande en proporción con el cuerpo en los peces flacos. Al verlos flacos lo primero que hice fue ponerlos en un acuario bien verde de algas con un tronco, pero no parecían comer nada... Seguidamente lo intenté con comidas de fondo para vegetarianos, lechuga, espinaca, calabacines y guisantes todo hervido, y comían aunque no con locura. Pero cuando probé un alimento para alevines con un 55% de proteínas no dejaban ni una miga... Una vez más estos "limpiadores" prefieren un buen bistec a una ensalada, como ya es conocido en Ancistrus e Hypancistrus. Así que finalmente la alimentación fue a base de comida en gránulos para omnívoros (40% de proteínas), comida para alevines (55% de proteínas), que complementaban con las algas de las paredes. No tocan para nada el tronco de madera contrariamente a otros Loricariidae. Personalmente los alimento sólo con pienso de calidad y como lo veremos es suficiente para que críen, pero si el alimento seco no es de calidad superior hay que complementar la alimentación con una papilla casera a base de pescado, hígado, guisantes, zanahoria, e incluso añadir a su alimentación larvas de mosquito liofilizadas o congeladas. Necesitan una parte vegetal para su buena salud y correcta digestión pero también proteínas animales.

En el primer mes dos peces murieron al no comer por estar ya demasiado débiles. Los cuatro restantes engordaron que daba gusto.

El comportamiento de esta especie es parecido al de las otras Rineloricaria. Estos peces no se mueven para nada ya sea de día como de noche, hasta se pueden coger con la mano porque están tan seguros de su camuflaje que no intentan escapar. Al tocarlos dan un "coletazo" que les propulsa como un torpedo hasta que se golpean la nariz contra el cristal, por lo que hay que intentar no asustarlos. Prefieren quedarse sobre el cristal desnudo del fondo, en las zonas en las que no hay grava porque la quitaron ellos mismos (sólo había un cm de grava gruesa de 5 a 10 mm). Se podría poner una roca plana de tipo pizarra al fondo para que descansen. Reposan si es posible en una zona de sombra debajo de una maceta (casi nunca dentro), o de una raíz. No suelen subir a las paredes, por lo cual importa más que el acuario sea ancho que alto. Si la luz no es muy fuerte se pasean por el acuario sin esconderse, incluso de día (lo poco que se mueven). Les gusta estar con la cabeza frente a la corriente que genera el filtro. Por eso si ponemos una pizarra en el primer plano, con una raíz encima, y la salida del agua en este sitio, tendremos el pez a la vista casi siempre. Muchas veces nos quejamos de que algunos peces no los vemos nunca, pero eso suele ocurrir porque en realidad la decoración no está bien dispuesta. Conociendo el comportamiento de la especie se pueden realizar decoraciones para observarlos fácilmente.

 

Pasos hasta la primera reproducción

A los dos meses de llegar y que ya estaban bien gorditos empecé a ver dos peces que frecuentemente pasaban largas horas juntos en una zona donde el más grande, el macho, había limpiado el fondo de la grava. Pero no pasaba nada.

Cambiaba el agua muy frecuentemente porque son peces sensibles a los compuestos nitrogenados (nitritos, nitratos). El agua era del grifo con una dureza de 15 a 20 º GH y un pH de 7. La temperatura variaba de 22º C durante la noche a 26º C durante el día. En los cambios de agua la temperatura bajaba a 20º C.

A principios de diciembre, a los dos meses de su llegada, descubrí una masa de huevos en el suelo. Los huevos estaban pegados entre ellos pero no al fondo. Como había también Peckoltia adultos en aclimatación no sabía a quién correspondían los huevos. La incubación artificial fracasó...

Al cabo de unos treinta días de nuevo descubro una masa de huevos, se volvió a incubar artificialmente sin éxito de eclosión pero un huevo se había desarrollado (se podía notar el sistema sanguíneo rojo), aunque murió porque sus huevos hermanos se pudrieron. Por lo menos tenía una pareja fértil. Me di cuenta de que siempre encontraba los huevos durante una gran depresión atmosférica (cambio del tiempo a lluvia o tempestad). Un gran cambio de agua de 40 a 50%, en estas épocas de lluvia ayuda a sincronizar las puestas, como pasa con los Ancistrus.

Rineloricaria4.jpg (43315 bytes)

Rinelocaria cf tefeana, macho incubando. Foto por Arnaud Dauvillier.

 

Un modo de reproducción único

Por fin la tercera puesta, unos treinta días más tarde, fue un éxito. Limpiando el acuario, miro todos los peces y cual no fue mi sorpresa al ver un Rineloricaria con la masa de huevos pegada bajo él. En un principio pensé que estaba pegada al sustrato como en todas las otras especies que conocía, pero al intentar cogerla durante la limpieza ¡el señor padre, se va paseando por el acuario con sus huevos cogidos por la boca! Sin pensarlo dos veces saco a todos los peces excepto la pareja que siempre estaba junta incluso con el macho incubando. Examinando bien lo que pasaba pude constatar en la tercera y cuarta puesta que el macho la tenía bajo su tripa, protegida por su cuerpo, y que los huevos estaban pegados entre ellos formando una masa naranja parecida a un racimo de uva. Estos huevos contrariamente a las otras especies de Loricariidae no están pegados al sustrato sino que los coge "aspirando" la punta de la masa de huevos con su boca. Los bigotes alrededor de la boca son algo más largos durante la incubación de los huevos y recubren en parte los huevos, por lo cual se puede decir que estos bigotes están directamente ligados al modo de reproducción de esta especie. Forman como una fonda que debe de ayudar a la sujeción y a la sensibilidad del "racimo" de huevos. El macho no los abandona en ningún momento durante los quince días de incubación y deja por completo de comer. Se queda inmóvil como siempre pero si se le molesta se va paseando con su "nido" de huevos por todo el acuario. Siempre prefiere quedarse en zonas sin grava y durante la incubación está como levantado sobre sus aletas pélvicas y pectorales. Las aletas pélvicas están siempre en movimiento rítmico para ventilar la puesta. El macho no dejaba la puesta para nada incluso cuando se le daba la vuelta para hacer las fotos. Así que las dos primeras puestas abandonadas debían ser errores de juventud o puestas que no eran buenas.

Una vez vista la puesta ya se puede hacer una diferencia sexual entre el macho y la hembra, pero sigue siendo delicada a no ser que ya estén listos para criar. El macho en nuestro caso era más grande lo que suele ser frecuente en esta familia de peces (lo cual no significa que podamos generalizar, pero será lo más probable), con los bigotes y aletas pélvicas más desarrollados, se puede con costumbre adivinar los huevos naranja en "transparencia" en la tripa de la hembra ligeramente más redonda. Insistimos en que estas diferencias, evidentes cuando se ha formado la pareja y los podemos comparar, no son fáciles de distinguir a primera vista como en otras especies de esta familia.

La puesta aparentemente se hace de noche, y en los preparativos el macho y la hembra de quedan inmóviles el uno al lado del otro. El macho limpia el fondo, en nuestro caso, quitando la grava hasta dejar el fondo liso al descubierto. La pareja ya permanece junta varios días antes de la puesta. La hembra tiene entonces la tripa más "hinchada" y de color amarillento debido a la visión por transparencia de los huevos, y la papila genital dilatada. No he notado grandes persecuciones como en los Ancistrus, pero es posible que se realicen por la noche. Después de la puesta la hembra se queda al lado del macho contrariamente a los Ancistrus, y es como si la pareja fuera fiel. Por la gran similitud entre las dos hembras no pude saber si el macho cambió de pareja entre dos puestas, pero por lo menos han estado juntos durante una de ellas. Contrariamente a los Ancistrus, en cuatro puestas con dos hembras maduras el macho sólo incubó una sola puesta de una sola hembra. Si esto se confirma con otras parejas y más puestas se podría explicar por el modo original de incubación que no permite al macho incubar dos puestas al mismo tiempo. Además, las puestas fueron muy copiosas con 130 y 150 huevos respectivamente, por lo cual dos puestas reunidas formarían realmente una masa demasiado grande de huevos para transportar. Futuras observaciones nos lo confirmará.

Los huevos son grandes de unos 5 mm, y de color naranja los primeros días. La puesta y la incubación se realizaron a una temperatura de 23ºC por la noche y 25ºC durante el día, en un agua de pH 7, y dureza total GH entre 15 y 20º d. En estas condiciones a los 8-9 días el huevo adquiere un color más pardusco al verse por transparencia los ojos, y el sistema sanguíneo. A los 15 días de incubación, eclosionan los primeros alevines, al principio unos pocos los dos primeros días. A los 17-18 días de incubación llega la eclosión masiva de todos los alevines durante la noche. Es, según nuestros conocimientos, uno de los períodos más largos de incubación en Loricaria.

Los alevines al nacer miden 1,5 cm, lo cual es mucho, y ya se parecen a los padres con la pigmentación oscura incluida. Tienen ya como los Corydoras un par de barbillas con "pelos" que hacen pensar en unas branquias. El par de barbillas es proporcionalmente muy grande al nacer (casi 30% del cuerpo), pero al crecer no lo hacen tan rápidamente como el cuerpo, recuperando una proporción más normal. Al microscopio se puede observar que todo el cuerpo, aletas incluidas, tiene "pelos" que son "pliegues de piel" que deben de servir de sensores a través del caparazón que protege el cuerpo. No se les ven las reservas vitelinas, y en realidad no tienen en apariencia tiempo de reabsorción vitelina. Solamente los dos primeros días suben a la superficie con la cabeza frente a la corriente más fuerte de agua que haya en el acuario, quedándose quietos estos dos días, durante los cuales deben de reabsorber algo de vitelo empezando ya a alimentarse. Al tercer día bajaron al fondo donde fueron comidos por los padres, excepto una treintena de alevines que puse en un acuario aparte. En la segunda puesta se sacaron los alevines con una supervivencia superior al 90%.

rineloricaria2.jpg (28331 bytes)

Rinelocaria cf tefeana, alevines recién nacidos. Foto por Arnaud Dauvillier.

Ya cuando bajan al fondo son muy sensibles a cualquier comida pues se ponen como locos buscándola. Comen con gran apetito nauplios de Artemia recién eclosionadas cuando caen al fondo, y que cazan cuando aún se mueven. Les encanta la comida para alevines, y las papillas caseras. El gran problema es que necesitan comer mucho y durante todo el día, pero son muy sensibles a la polución orgánica en particular al amoniaco y los nitritos. Por este motivo hay que sifonar el fondo cada día con cambios considerables de agua los primeros dos meses. Al tercer mes son menos sensibles y al llegar a 5 cm ya se pueden considerar salvados. El crecimiento al principio es espectacular alcanzando los 3 cm al mes de nacer, y los 4 cm en dos meses y medio. Después se ralentiza mucho y alcanzan los 5 cm a los tres meses y medio, cuatro meses de edad. Hay una gran disparidad de crecimiento, así que a los tres meses unos pocos peces pueden alcanzar los 4,5 cm mientras que otros sólo miden 3 cm.

Como las dos parejas hicieron cuatro puestas desde diciembre hasta marzo y desde entonces nada, aunque las hembras tienen huevos, lo más probable es que realicen las puestas como los Ancistrus. Serían series de varias puestas en invierno (temporada seca "más fría"), y reposo nueve meses al año. Esto no permitirá que se realicen grandes producciones a lo largo del año. Además, visto el crecimiento que incluso si es rápido no parece ser suficiente para que sean adultos cuando llegan al primer invierno (un año de vida), lo más probable es que, como en otras especies, la madurez sexual empiece en su segundo o tercer invierno de vida.

Rineloricaria1.jpg (16374 bytes)
Rinelocaria cf tefeana, juvenil. Foto por Arnaud Dauvillier.

Contrariamente a lo que se piensan normalmente los aficionados, estos Rineloricaria grandes y en particular R. cf. tefeana, son aptos para acuarios medianos si se les deja espacios libres, porque no se mueven tanto como los "pleco" que lo desmontan todo. Así un Rineloricaria de 15 cm puede vivir en acuarios de 70 a 100 litros sin problemas, y sin desmontar la decoración.

He preguntado a varias personas si habían oído hablar de una reproducción de esta especie, o de otra especie que criaría igual, y nadie sabía nada sobre el tema. Esperamos la colaboración de todos los lectores que tengan más información, sobre esta presunta primera observación de un nuevo modo de reproducción en Loricariidae y en particular de la reproducción de Rineloricaria cf. tefeana en España u otros países del mundo

Por su modo de reproducción original es sin duda una de las especies más interesantes de estudiar dentro de la familia. Es de esperar que otras especies de esta gran familia de los Rineloricaria tengan este modo de incubar, y que a partir de aquí se podría formar otro género o subgénero por sus características propias de comportamiento y anatómicas si tienen todos, además, estos "bigotes" alrededor de la boca. El futuro y vuestras informaciones nos lo dirá.

© Arnaud Dauvillier: ornaqua@teleline.es

 

| Página Principal | Artículos en línea | Galería | Grupo Ciclidos-Sp | Bibliografía | Enlaces | Colaboradores | E-mail |