La gestión de autoridades es un requisito cada vez más relevante para la consecución de bases de datos bibliográficas de calidad. Es evidente que la automatización de éstas, no solo no ha solucionado los problemas de la recuperación de información, sino que en cierta medida los ha agudizado.
La gestión de las autoridades no es solo cuestión de la normalización de los sistemas (manuales y autómaticos), sino que depende también del establecimiento de unas estructuras organizativas y de la fijación de los procedimientos.
Estas medidas de organización van de los más general a lo más específico, e incluyen una serie de decisiones o acuerdos, que podrían empezar por:
Una vez determinado este primer elemento, habrá que decidir sobre cuestiones generales y más específicas: