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Aeromancia: No se trata de la predicción del tiempo, sino que son las condiciones del tiempo las que predicen el futuro.
Los sacerdotes de Babilonia veían profecías en los truenos, relámpagos, las formas de las nubes, la dirección y fuerza del viento, y la presencia de halos alrededor del Sol o la Luna.
Alectromancia: Del griego alektor=gallo.
Se dibujaba el alfabeto alrededor de un gran círculo y se ponían granos de trigo sobre cada letra.
A medida que el gallo comía se anotaban las letras, las que revelaban un mensaje.
Si las palabras no tenían ninguno sentido, el adivino las interpretaba.
No olviden de ir reponiendo los granos, para no recortar el vocabulario del mensaje.
Alomancia: En el pasado, la sal estaba asociada a propiedades mágicas y divinas, basado en sus características de conservación de carne en una época en que la podredumbre estaba asociada al demonio.
En este sistema de adivinación, el practicante echaba un puñado de sal sobre una superficie y después interpretaba las figuras que habían aparecido.
Amuleto: 
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