Un vasco universal
* Mikel Sagardozale Buruandia era un modélico
estudiante de filología vasca en la Universidad
del País Vasco. Militante de EGI (juventudes del Partido
Nacionalista Vasco), fue sorprendentemente agraciado con una beca que la
fundación Sabino Arana (dependiente del PNV) otorgaba para estudiar
"el supuesto parentesco que según dicen algunos lingüistas
existe entre el euskera y las lenguas que hablan los pueblos nativos del
Caucaso". Hacia allá partió Mikel con sus apuntes de
lengua, las obras completas de Sabino Arana y una Biblia que se empeñó
en darle su Tía María Josefa para que convirtiera a los "Infieles".
* El primer problema en su viaje vino de la
mano de un simpático comando terrorista checheno que secuestró
el autobús de nuestro amigo, el autocar de La Burundesa que cubría
la ruta Burundi-Tafalla-Vladivostok Tras una serie de tiras y afloja de
ráfagas de metralladora el comando fue amablemente reducido por
el ejército ruso. Mikel fue detenido debido a su sorprendente parecido
físico con los Chechenos (nariz aguileña, gran mentón,
Rh- negativo), a su apellido, de clara raigambre chechena, y a la txapela
calada hasta las cejas, muy similar a los gorros que llevaban los terroristas.
Esto reafirmaba la teoría sobre la procedencia caucásica
del pueblo vasco.
* Animado por sus descubrimientos, continuó
sus estudios durante un año en un prestigioso campo de trabajo a
las afueras de Kiev. En el campo de trabajo trabó gran amistad con
un pálido muchacho, que fue su único amigo en el cautiverio,
juntos compartieron horas de estudio y animadas conversaciones (más
bien monólogos) sobre la superioridad del Rh-, o la necesidad de
que el Papa de Roma aprenda Euskera, pues todo el mundo sabe que Dios habla
Euskera. El momento de la despedida fue amargo, el verano no perdonó
a aquel muñeco de nieve que habia sido su mejor amigo. La depresión
le llevó a intentar suicidarse mediante la ingesta de dos litros
de laxante para caballo. Lo que obviamente no acabó con su vida,
pero si le produjo una monumental cagalera; al menos esto sirvió
para que la producción local de patata Yeltsin (ideal para la fabricación
de Vodka) aumentara, gracias al excedente de estiercol producido por Mikel.
* Cuando por fin se le acabó la beca
del PNV (que fue de sobra aumentada por el gobierno ruso), no solo no pudo
demostrar el origen caucásico del pueblo vasco, sino que además
no logró cobrar el primer premio de la lotería Ucraniana
por haber perdido el boleto y la vida en una sangrienta refriega mafiosa
en Semipalatinsk (donde nadie tiene ni puta idea de que hacía allí).
Toda la familia Peneuvista, ante el abnegado esfuerzo de Mikel por demostrar
el origen del pueblo vasco, decidió dar su nombre al tercer premio
de los juegos florales de invierno en la modalidad de cien metros calceta
y punto de cruz.
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