La bicicleta: una alternativa real de movilidad sostenible

El uso generalizado de la bicicleta es, en la ciudad, una buena alternativa al coche, junto al desplazamiento a pie y al transporte público.

La bicicleta no contamina, es menos peligrosa, más rápida (en muchos casos), más barata y ocupa menos espacio. Además es buena para la salud, ya que se realiza ejercicio a un nivel moderado, lo que es positivo para la salud (aumenta la producción de endorfinas -sensación de placer- y previene enfermedades de corazón).

El uso de la bicicleta en muchas ciudades occidentales está penalizado de diversas maneras. Habitualmente las vías están diseñadas para ir en coche y, a menudo, ni siquiera hay carril bici, o bien es insuficiente. En la mayoría de las ciudades sigue privilegiándose el uso del automóvil privado. Y de esa forma, se favorece a las grandes empresas vinculadas al coche y al petróleo, a la par que aumenta el cambio climático debido a las emisiones de CO2.

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Ecológicas, económicas y sanas

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Una de las principales consecuencias del uso masivo del coche es el cambio climático.

EL AUTOMÓVIL: HECHOS
En el mundo hay unos 800 millones de automóviles. Juntos consumen
más del 50 % de la energía producida en el mundo, lo que hace del automóvil individual el primer causante del efecto invernadero o
cambio climático.