PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:

El recurso agua es cada vez más apreciado, tanto para uso doméstico industrial o agrícola. Su escasez, sobre todo en las zonas áridas y semiáridas, la sitúan como prioridad vital para el desarrollo de las poblaciones: "si no hay agua, no hay vida". Muchos son los programas emprendidos para el uso racional del vital líquido; sin embargo; gran parte de ellos adolecen de objetividad, ya sea por su difícil aplicación o por el elevado costo que representan; es más, se ataca el problema desde puntos de vista sofisticados (se piensa que el modelo más complicado es el mejor); sin embargo existen oportunidades valiosas que están a nuestro alcance, que solo requieren ser visualizadas, un tratamiento técnico simple y "conciencia de todos".

Mucho se habla de las plantas tratadoras para reuso del agua en ciertas actividades donde no se requiere la calidad de potable (claro, dado el acondicionamiento de las aguas degradadas). Los costos son altos y los resultados pueden ser muy benéficos, pero hemos olvidado el primer concepto del programa "tres R": REDUCIR, REUSAR, RECICLAR. El ahorro es la opción que nos cuesta menos, pero también la más olvidada en este mundo de consumo. Nos enfocaremos precisamente a este concepto "AHORRO: RIQUEZA DEL FUTURO".

Los programas tradicionales de NO DESPERDICIO se aplican donde claramente son obvios, es decir ahí donde "EL PROBLEMA SE VE". Pero hemos olvidado que también hay desperdicios que no están a la vista y por ello no les ponemos atención.

En este estudio nos enfocaremos al desperdicio de agua generado por el alivio de la presión de la válvula de llenado del depósito de agua de inodoro, más conocido como manguera de realimentación y a la que los diseñadores han ubicado su descarga en el tubo rebosadero.

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