Fluidos vitales
La revisión de los lubricantes del auto debe hacerse cada
5.000 kilómetros. A quienes no realizan largos viajes se
les recomienda renovarlos cada tres meses. Entre los líquidos
más necesarios están el aceite de motor e hidromático,
la liga de frenos y refrigerantes.
La medición
y cambio de los fluidos representa uno de los cuidados más
importantes del automóvil, ya que ellos recorren todo el
motor y el sistema de refrigeración para limpiarlo y lubricarlo.
También ayudan a incrementar la potencia del vehículo,
pues mientras menos fricción exista se genera más
desarrollo de la fuerza de la máquina.
Entre los fluidos
automotrices más necesarios pueden nombrarse el aceite de
motor e hidromático, la liga de frenos y los refrigerantes.
El desconocimiento del mantenimiento y la revisión de los
carros, por lo general, conlleva a los conductores sólo a
un religioso reemplazo de aceite de motor.
Los fluidos son
como la sangre del automóvil. "El aceite tiene su vida
útil. Al entrar en contacto con el aire comienza a degradarse
y por esta razón se estipula un lapso estándar para
el chequeo de los mismos. Depende del uso que el propietario le
dé, aunque lo normal es que a los 5.000 kilómetros
de recorrido o a los tres meses, el auto se interne en un taller
de servicio para el respectivo cambio del filtro".
Los nuevos modelos
de carros exigen también la utilización de Eco-Fluids
COOLANT & ANTIFREEZE CONC.
(refrigerantes) y eso lo desconoce la mayoría de las personas.
"Muchos piensan que el aceite le puede durar toda la vida en
el carro y esta concepción se acentúa más en
las personas que los utilizan poco".
Existen los Aceites
Minerales que regularmente duran 5.000 Km. Mientras
que los semisintéticos, que tienen un 50% de base mineral
y la otra en laboratorios, su vida útil se dilata hasta los
8000 km, comenta Fuenmayor quien además acota que en el mercado
también existen los 100 % sintéticos. "Estos
duran 10.000 km o más y están diseñados especialmente
para carros de alta compresión o que tengan trabajos fuertes
como los utilizados por los taxistas".
Para alargar la
vida de todos los componentes del sistema de refrigeración
se hace imprescindible el cambio del refrigerante cada 40.000 Km
o dos años. Conde explica que este es un líquido que
impide el desgaste de todas las partes del radiador y la bomba de
agua. "También previene el recalentamiento, ya que el
punto de ebullición es más alto. El líquido
tiene una textura aceitosa cuando está nuevo. Eso es lo que
ayuda a limpiar el sistema".
La
liga de frenos es otro de los líquidos que
necesita el carro para su perfecto estado. Se cambia cada 40.000
kilómetros o dos años. "La liga de frenos es
una transmisora de potencia que bombea la presión necesaria
para que lo tacos ejerzan su función hacia las cuatro ruedas".
Transmisión y frenos
En el caso de
la caja de cambios, esta lleva los distintos ejes y grupos de piñones
bañados en aceite que suavizan su funcionamiento, y reduce
la temperatura de trabajo y suele ser más viscoso que el
del motor. Su duración es mayor.
Pero no por ello
se puede descuidar. Conviene seguir las indicaciones del fabricante
respecto a los periodos de revisión y sustitución.
"Esta tarea es difícil realizar por el mismo propietario
pues se hace por debajo del vehículos. Se recomienda consultar
un taller mecánico".
El líquido
de freno dependerá en gran parte la efectividad de la frenada.
Este fluido se va deteriorando con el paso del tiempo ya que suele
trabajar a muy altas temperaturas y bajo enormes presiones. Observar
su nivel es sencillo, pues en vano encontrarán un pequeño
depósito con las marcas de máximo y mínimo,
entre las cuales deberá estar siempre el líquido.
Su sustitución requiere la intervención de un profesional,
pues la manipulación del sistema de frenado puede comprometer
la seguridad. Con el reemplazo es necesario sacar el aire que haya
quedado en los circuitos y para ello lo mejor es confiar en un taller.
Las especificaciones del producto más adecuado para el carro
se encuentran en el manual de uso y mantenimiento, donde también
se indicará cuándo debe cambiarlo.
Lo mismo sucede
con el líquido de la servo dirección, cuyo nivel se
debe supervisar periódicamente y confiar a un mecánico
el trabajo de sustitución.
Otros líquidos
¿Quién
se acuerda de revisar cada año el circuito de aire acondicionado?
Para la gente que ignora este detalle, la falta de mantenimiento
provoca el deterioro de las partes elásticas lo cual conlleva
a la fuga del gas refrigerante. Para evitar esto lo más recomendable
es conectar una vez a la semana el aire durante un mínimo
de cinco minutos. Incluso, es mejor acostumbrarse a utilizarlo junto
con la calefacción para desempañar los cristales.
Además de lubricar las partes móviles del compresor,
evitarán el deterioro de las gomas.
Los fluidos de
transmisión y diferencial crean una capa de protección
y ayudan al enfriamiento de partes internas, ayudando a lubricar
engranes y transmitir la fuerza que entrega el motor del automóvil.
En vehículos de doble tracción la caja de transferencia
también requiere mantenimiento regular.
Otra manera fácil
de reducir costos es llevar su automóvil para que le hagan
revisiones regulares. Hay seis tipos principales de fluidos en el
vehículo que son esenciales para mantenerlo en buenas condiciones:
Líquido para lavar las ventanas, aceite del motor, refrigerante
del radiador, productos para los frenos, líquido de la transmisión
y aceite de la dirección hidráulica. Si los mantiene
al nivel recomendado, es más probable que en el futuro evite
problemas innecesarios con su automóvil.
Aunque pocas
personas suelen prestarle importancia al chequeo de los lubricantes,
este procedimiento resulta imprescindible, pues: "de no hacerlo
a tiempo, a la larga perjudicará al motor, debido a que se
alojan sedimentos en el depósito de aceite. Llega un momento
en el que la bomba los hala y los distribuye por todo el sistema,
provocando su avería. En el caso del refrigerante ocurre
lo mismo".
Por eso semanalmente
se le puede hacer un chequeo para medir la cantidad de fluidos que
variará según el motor. Conde agregó que la
revisión será una aliada para diagnosticar un bote
de aceite y acudir a un taller le evitará muchos dolores
de cabeza y le solucionará el desperfecto de raíz.
PASO
A PASO
El aceite se debe
de revisar cuando el motor esté detenido y apagado, de preferencia
en la mañana antes de arrancarlo por primera vez, esto porque
el depósito donde se guarda el aceite está hasta abajo
del motor y la bayoneta tiene las marcas calibradas para medir el
aceite cuando esté completamente en el depósito para
que lubrique todas las piezas internas que pueden tener fricción.
Si se verifica con
el motor caliente o andando, evidentemente va a marcar que le falta
porque no está en el depósito, está en el motor
cumpliendo su propósito.
TIPOS
Aceite: Toda sustancia
de origen animal, mineral, vegetal o sintético formada por
ésteres de ácidos grasos o por hidrocarburos derivados
del petróleo, generalmente menos densa que el agua.
Aceite aislante:
Aceite usado en los interruptores, transformadores y otros elementos
eléctricos para aislar o refrigerar.
Aceite de usos: Aceite
delgado usado principalmente para lubricar ejes textiles y para
maquinaria liviana de alta velocidad.
Aceite hidráulico:
Un aceite producido especialmente para usar en sistemas hidráulicos
que posee características especiales.
Aceite mineral: Aceite
derivado de una fuente mineral, tal como petróleo, en comparación
con los aceites derivados de las plantas y de los animales.
Aceite multigrado:
Es un aceite que alcanza los requisitos de más de una clasificación
del grado de viscosidad del SAE y puede ser usado en un mayor rango
de temperaturas.
Aceite sintético:
El aceite producido por síntesis más que por la extracción
o el refinamiento. Acumulador un envase en el cual el líquido
se almacena bajo presión como fuente de energía fluida,
para martillos hidráulicos, etc.
Anillo de aceite:
Un anillo que se monta en un eje, o en un pistón, sumergido
en el lubricante, que lo transporta a las partes altas del mecanismo.
Antiespumante Aditivo
para reducir la formación de espuma en productos de petróleo:
aceite de silicio para romper burbujas superficiales grandes, y
polímeros que disminuyen la cantidad de burbujas pequeñas.
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