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Reserva Nacional Pampa Galeras |
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La Reserva Nacional Pampa Galeras, creada en 1967, es una famosa zona de recuperación de la vicuña. El área oficial de la Reserva, ubicada en la provincia de Lucanas, departamento de Ayacucho, es de 6 500 Ha. pero su zona de influencia abarca más de 60 000 Ha y comprende a un considerable grupo de comunidades campesinas; la Reserva propiamente dicha comprende tierras de propiedad de la comunidad campesina de Lucanas. Se estima que, durante los primeros años de la Conquista, la población de vicuñas en el Perú era de 1,5 millones de cabezas. A partir de entonces se la comenzó a cazar implacablemente, aboliendo el sabio sistema de manejo de la vicuña llevado a cabo por los antiguos peruanos: el chacu. En 1940 quedaban unas 240 000 vicuñas y en 1964, apenas unas 5 000 en el Perú, y 10 000 en todos los países andinos (Perú, Bolivia, Chile y Argentina). La especie estaba al borde de la extinción, a pesar de que desde 1825 se dieron 26 dispositivos legales para protegerla. En 1965 se da inicio a un programa de protección de la vicuña en Pampa Galeras, con guardaparques y patrullaje continuo. Después de 15 años de protección efectiva, la población de vicuñas se recuperó hasta alcanzar la cifra de 52 000 ejemplares en la Reserva y alrededores. En 1980 había unas 75 000 vicuñas en todo el territorio peruano. Este milagro fue posible gracias a la conjugación de diversos factores: el control de la caza en áreas de vicuñas; la prohibición del comercio internacional de la fibra de vicuña, gracias a un convenio suscrito en 1969 por los países andinos (renovado en 1979); y la asistencia técnica y financiera para impulsar dichas acciones. El incremento de la población fue tan efectivo, que en 1977 se iniciaron sacas de vicuñas machos y viejas y, a partir de 1979, se trasladaron 2 700 ejemplares a Huancavelica, Junín, Arequipa y Ancash. Por desgracia, actualmente la Reserva Nacional Pampa Galeras está abandonada. La caza ilegal de vicuñas va en aumento año tras año. Probablemente la vicuña tenga que ser salvada nuevamente de la extinción dentro de algunos años. La Vicuña
ADVERTENCIA: La vicuña ha sido sometida durante años a una persecución implacable. La presencia de cazadores furtivos hace necesaria la rigurosa aplicación de las leyes vigentes a fin de brindar efectiva protección a esta especie.
Variada Fauna
Las tarucas vagan por la puna formando grupos de 3 a 14 individuos, alimentándose en los pajonales y en los bosquetes de queñoa, por los que parecen sentir una gran atracción. Estos grupos están constituidos normalmente por un macho adulto acompañado de tres hembras y algún inmaduro. Como vemos, estas manadas son similares a las de la vicuña, pero en el caso de la taruca los grupos parecen ser menos rígidos y el macho no es tan despótico como el de la especie anterior. Incluso, los desplazamientos del grupo son dirigidos por una hembra, ocupando el macho una posición retrasada. La vizcacha, ¿conejo o ardilla? ![]() La piel de la vizcacha ha sido alguna vez utilizada comercialmente, pero no de forma generalizada ya que, por fortuna para la especie, tiene escaso valor económico. Los habitantes del Altiplano la cazan alguna vez para comer, a pesar de la existencia de una leyenda generalizada que vaticina el encanecimiento del cabello a quien consuma carne de este animal; leyenda que, por otra parte, carece de fundamento. Otras veces, la vizcacha es utilizada con fines ciertamente más peregrinos. Cabe destacar la tradición que se conserva en lugares cercanos a la ciudad de Cusco, de colgar vizcachas vivas en las iglesias por Navidad. A este valor "ornamental" hay que añadir a la vizcacha otras cualidades mágicas no menos sorprendentes, que están recogidas en las tradiciones de los pueblos andinos. Aves![]() Durante los meses de setiembre y octubre, cuando la estación de los grandes fríos y la sequía ha terminado, un extraño y repetido bramido llena la puna: "nan-du", "nan-du"... El autor de este misterioso sonido es un enorme pájaro que, con las alas desplegadas y moviendo nerviosamente la cabeza, corre haciendo alocados virajes alrededor de las hembras que forman su harén. Se trata del ñandú en plena exhibición sexual, nombre con el que ha sido bautizado, precisamente a causa de los sonidos que emite en la época de celo. Del ñandú menor o suri existen varias subespecies, una de las cuales (Pterocnemia pennata garleppi) vive en las tierras altas de la cordillera andina. La unidad social básica de esta especie la constituye el harén, formado por un macho y una decena de hembras. Y es precisamente en el macho sobre quien recaen la mayoría de las tareas del harén. Es él el encargado de excavar una pequeña depresión que servirá de nido; él, empuja los huevos que la hembra deposita, a veces, en lugares caprichosos dentro de dicho nido; él también, lleva celosamente todo el peso de la incubación y después de la eclosión es el único que se ocupa de cuidar la numerosa pollada. Incapaz de volar, las alas le sirven como timón y estás al servico de la carrera, único sistema de defensa de este animal. |