Datos Generales
A más de los elogios de las personas que visitan el archipiélago,
Galápagos ha sido reconocida en 1959 como Parque Nacional, por el Gobierno
Ecuatoriano; y en 1979 fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad,
declarado por la UNESCO.
La belleza de sus islas y bahías:
A más de la hermosa Isla de San Cristóbal, donde se halla la capital de esta
provincia, el turista puede visitar las demás islas y encontrar detalles
propios de cada una. Así por ejemplo, en Santa Cruz se encuentra el centro de
crianza de las tortugas gigantes, las Galápagos, que dan su nombre al archipiélago.
En la Española, se puede apreciar la graciosa danza de cortejo del piquero de
patas azules; en la Floreana, existe la más antigua y original oficina de
correos del mundo, donde el visitante deposita sus cartas en un barril, y otros
viajeros las transportan por el mundo. Esta isla sirvió en otros tiempos de
refugio a piratas y bucaneros que surcaban los mares. Bahías como Tortuga Bay y
Santa Fe, atraen a los incontables turistas que llegan a la zona.
La Flora y la Fauna, un caso aparte:
El paisaje primitivo y fascinante de las Galápagos, ha permanecido inalterado
durante el transcurso de millones de años, y la flora y la fauna de la región,
parece no haber sido influenciada por ningún agente externo.
En el caso de la vegetación, ésta procede de las islas y agentes como el
viento y las aves, transportan las semillas de una isla a otra, dando lugar a
nuevas especies que se adaptan permanentemente a nuevos entornos. Se puede
observar, entre las rocas de las diferentes islas, la presencia de plantas raquíticas
o espinosas de flores pequeñas, como cactus, palosantos, algarrobos y líquenes.
En zonas más húmedas se aprecian helechos, matasanos, uña de gato, musgos y
hongos.
En lo que a fauna se refiere, se destacan en un principio las enormes tortugas
Galápagos; reptiles pacíficos que alcanzan grandes dimensiones, y cuya
expectativa de vida es bastante larga, llegando algunos ejemplares a vivir por más
de 200 años. Otros animalitos peculiares, son las iguanas marinas y terrestres,
pequeños reptiles que sin lugar a dudas guardan algún parentesco con los
desaparecidos dinosaurios.
Un sinnúmero de especies marinas: cangrejos, caracoles, erizos de mar,
estrellas de mar, pulpos, esponjas, langostas, tortugas marinas, corales, rayas,
tiburones; ballenas, orcas y cachalotes en alta mar; anfibios, lobos marinos. En
la tierra; pelícanos, pinzones, piqueros y aves zancudas, volando en el hermoso
cielo galapaguense; todas estas y otras muchas especies, se constituyen en el
mayor atractivo, del que quizá es el más grande tesoro nacional… el Archipiélago
y Provincia de Galápagos.
Flora
La flora de las islas ha sido transportada del continente.
Las semillas o esporas que han sido llevadas de una isla a otra por el viento,
las aves migratorias o el mar, han originado especies enteramente nuevas. Este
fenómeno de adaptación al ambiente observado por Darwin en estas islas, dio
lugar a su célebre Teoría de la Evolución.
En las playas la vegetación es pobre debido a la baja humedad del ambiente y a
la nula precipitación pluvial. En estas islas se observan entre las rocas
desnudas, pequeñas y raquíticas plantas espinosas de flores pequeñas.
En cambio en la Región Superior que tiene elevaciones y que recibe lloviznas o
tempestades, existen algunas variedades de árboles, grandes helechos y otras
variedades siempre verdes. Cuando cae la lluvia esta zona reverdece por un corto
período de tiempo.
Fauna
Antes de Darwin, la teoría de la inmutabilidad de las
especies no era cuestionable. Con su Teoría de la Evolución el panorama científico
cambió para siempre. Este gran hombre de ciencia visitó las islas en 1835 y
publicó su obra "El Origen de las especies" en 1858. Darwin estudió
algunas especies de las islas, principalmente los pinzones y las tortugas, y
concluyó que habían evolucionado de distinta forma en cada isla. La naturaleza
había dispuesto que los mejores y más fuertes se adaptaran al medio ambiente
para aumentar sus probabilidades de sobrevivir.
La fauna marina costera y de alta mar es similar a la de las costas
continentales y a la de los mares ecuatoriales.
La fauna terrestre cuenta con ejemplares únicos:
Las gigantescas tortugas que llevan el nombre del archipiélago, pertenecen al
grupo más antiguo de los reptiles. Pueden llegar a pesar más de 600 libras,
tienen gran resistencia a la falta de agua y comida y pueden llegar a vivir
hasta 200 años. Estuvieron a punto de ser exterminadas por la cacería
indiscriminada de los antiguos barcos balleneros, y de hecho, una especie de la
Isla Floreana se extinguió. De otra especie solo queda un ejemplar a la cual
cariñosamente se le conoce como "el solitario Jorge" en la Estación
Charles Darwin encargada de velar por la reproducción, conservación y cuidado
de las especies aún existentes, otro reptil característico de las Islas es la
Iguana. Las hay marinas y terrestres, y pueden llegar a medir 1.10 o más metros
de largo. Las primeras descansan inmóviles sobre los peñascos de lava de las
playas y se alimentan de algas, y las segundas viven en las partes áridas de la
isla en madrigueras, alimentándose de cactus y hojas.
Los lobos marinos, especie propia de los mares glaciales, están presentes en
las islas posiblemente llevados por la fría corriente de Humboldt. Es de
naturaleza desconfiada y vive en los acantilados.
También las aves que llegaron a las islas desde el continente hace millones de
años, se diferenciaron de las de su misma especie por el proceso de adaptación.
Entre las 120 especies que habitan el archipiélago, las más interesantes son
los pingüinos transportados al mar tropical por las corrientes marinas,
piqueros de patas azules, de patas rojas y enmascarados, fragatas, albatros,
flamencos y los pinzones, célebres por ser uno de los objetos de estudio de
Darwin.