Hay conocimientos de muy pocos detalles de la historia política de las dos primeras dinastías. Contamos de igual manera con unos veinte reyes incluidos en la lista de Manetón, pero no mucho mas. Se conocen leyendas que hablan de que Menes reinó por mas de sesenta y dos años, que envió tropas contra las tribus que controlaban las zonas costeras del Egipto occidental, y que finalmente fue devorado por un hipopótamo, pero no es fácil aceptar todo esto como históricamente verídico, sobre todo lo ultimo, dado a que los hipopótamos son vegetarianos. De manera obvia, los monarcas debían haber tenido interés de capitalizar esta devoción popular. De un lado, inevitablemente les tenía que agradar ser colocados en la estima del pueblo y ser considerados como dioses. Del otro, se producía algo así como una re alimentación en cuanto a estos asuntos. Cuanto mas suntuosa fuese la vida y la muerte del rey, mas convencido quedaba el pueblo del carácter divino de los monarcas y mayor era la seguridad con la que ellos reinaban.
No conocemos exactamente la forma en que terminaba y comenzaba una nueva dinastía, y es un echo conocido que en el antiguo Egipto fueron muchas, todo esto significa una serie de intrigas palaciegas, especialmente en parte de la clase sacerdotal, que era la que juntos con los escribas, la elite intelectual del país y mantenían el poder real en sus manos. Es posible, de la misma forma que una serie de monarcas débiles de una dinastía, dejara que el poder se les fuese de las manos; que algún poderoso general terminase haciéndose con él; que algún ingenioso funcionario de la corte terminara transformándose en, primero en consejero del rey, mas tarde en su eminencia gris, y finalmente en monarca, en tanto que el anterior era apartado o ejecutado. También existe la posibilidad de que la antigua dinastía se extinguiese por falta de herederos varones, y que cualquier general o funcionario se casase con una de las mujeres de la familia reinante, convirtiéndose de esta manera en el primer miembro de una nueva dinastía.
Es posible que el país acogiese de forma calurosa al flamante y vigoroso monarca que sustituía a un gobernante débil. Aun así el respeto divino no es algo fácil de sustituir, por lo que el monarca de la nueva dinastía podía considerar importante demostrar al pueblo su propia divinidad con algún espectacular despliegue de poder que eclipsase lo que avía existido antes. Quizás esto fue lo que ocurrió en el momento en que la tercer dinastía subió al trono. Las muestras de poder desplegadas por esta dinastía son tan notables que el periodo que comienza con ella se conoce como Imperio Antiguo. (La razón de este nombre es la existencia de periodos posteriores de poder real en la historia egipcia, que han recibido el nombre de Imperio Medio e Imperio Nuevo) El primer rey o quizás el segundo de la III dinastía fue Zoser. Este comenzó su reinado hacia el 2680 a.C., y tuvo la suerte de tener como consejero a un sabio llamado IMHOTEP.
Imhotep fue el primer científico de la historia cuyo nombre nos es conocido.
A través de los siglos surgirían todo tipo de leyendas sobre él. Alcanzo gran renombre como medico cuyas cualidades curativas eran extraordinarias, de echo muchos siglos después fue incluido en el panteón como dios de la medicina. Se le atribuye además el echo de haber guiado al pueblo egipcio, con éxito, a través de años de sequías gracias a haber previsto el almacenamiento de trigo, por lo que es posible que la historia bíblica de José se base en parte de la leyenda de Imhotep. A demás de su fama legendaria como medico, científico y mago, Imhotep fue sin duda el gran arquitecto. Fue él quien emprendió la construcción de la mastaba de Zoser, que iba a ser la mayor de las construcciones hasta ese entonces, y además lo fue en piedra y no en ladrillo. Esto satisfizo sin duda la gran necesidad de Zoser de impresionar a los egipcios con el poder de los reyes de la nueva dinastía.
Imhotep construyo la mastaba que tenía 60 metros de longitud por cada lado, y unos siete metros de altura, en Sáqqara. Fue la primer estructura de piedra de grandes dimensiones del mundo, aunque muestra un conservadurismo típicamente humano en numerosos detalles, pues la piedra esta trabajada imitando a la madera y las cañas de las mas antiguas estructuras. Al parecer Zoser no quedó satisfecho con su mastaba, o quizás, el mismo Imhotep, descontento de su propia sobriedad, decidiera hacer algo mejor. Sea cual fuera la razón, Imhotep amplió la mastaba por los dos lados, Hasta que la base alcanzo unos 120 metros por 100. Más tarde coloco una nueva y pequeña sobre la anterior, seguida mas tarde por otra menor. Al final había construido seis mastabas de tamaño decreciente, cada una encima de la otra, hasta alcanzar una altura total de casi 60 metros.
Interior de la pirámide escalonada.
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