La construcción de tumbas de proporciones gigantes acabo convirtiéndose en la obsesión nacional.

Las técnicas arquitectónicas progresaron rápidamente impulsadas por ese deseo. Imhotep había utilizado piedras pequeñas para construir su edificio, piedras que imitaban a los ladrillos que se empleaban anteriormente.

Esto representa un esfuerzo enorme, debido a que es mas fácil colocar con cuidado cien piedras en hilera y columnas, que trasladar y colocar en su sitio una roca trabajada de gran tamaño. A mayor tamaño de piedras menor era el tiempo utilizado para terminar la obra.

De ese modo, los egipcios fueron aprendiendo a manejar grandes rocas utilizando rastras, rodillos, grandes cantidades de aceite para reducir la fricción, y haciendo un uso verdaderamente liberal de músculo humano. Los gigantescos monumentos de piedra que se construyeron a lo largo de los dos siglos siguientes han despertado gran admiración en todas las épocas, y son algo así como la marca de fabrica del Imperio Antiguo, y en realidad de Egipto en general.

Dibujo de hombres trabajando en la construcción de pirámides.

 

Dos mil años mas tarde, cuando los curiosos griegos llegaron a Egipto, ante tales estructuras, que ya eran antiguas para su tiempo, se quedaron anonadados, maravillados, y a las que denominaron pirámides (singular pyramís), término de origen incierto.

Nosotros hemos heredado la palabra y adoptado el plural, (pirámide) como singular.

La mastaba múltiple de Zoser (pirámide escalonada) es la única en su genero que nos quedo.  Los monarcas posteriores debieron de caer en la cuenta de que una pirámide presentaría un aspecto mas esmerado si sus lados fuesen elevándose hasta el vértice con suavidad, en vez de hacerlo por pisos como la pirámide escalonada de Zoser.

El gran cambio, se produjo aproximadamente al rededor del 2614 a.C. cuando una nueva dinastía, la IV, ocupó el trono egipcio. Bajo esta dinastía, el Imperio Antiguo alcanzo su gran esplendor cultural.

Es muy posible que el primer rey de la dinastía, Sneferu, desease demostrar su propia divinidad y la de su ascendencia eclipsando a sus predecesores de la III dinastía. Así, emprendió la construcción de una pirámide escalonada mayor que la de Zoser: una pirámide de ocho pisos. Seguidamente llenó los espacios entre piso y piso hasta que los lados presentaron un aspecto uniforme desde la base al vértice. Finalmente, el conjunto se cubrio de piedra caliza blanca y suave , que debía de brillar notablemente bajo el espléndido sol egipcio, aventajando en calidad y extraordinaria belleza a cualquier monumento del pasado. Desgraciadamente, la piedra caliza que recubría la pirámide ah sido arrancada hace mucho tiempo por sucesivas generaciones con el fin de usarlas para otras cosas y lo mismo sucedió con la piedra caliza que recubría las demás pirámides. Asimismo, parte del relleno entre los pisos de la pirámide se ah caído, de tal modo que ésta parece construida con tres escalones desiguales.