A Claudia le gustaba sentir ese rabito tan tieso y tan duro en sus labios, lo chupaba como si fuese un caramelo, recorriéndolo con su lengua dentro de la boca, lo saboreaba y el chico movía su cintura como queriéndola clavar más hondo. El le agarraba el pelo y le movía la cabeza para sentir mas gusto.

Yo suspiraba... y metía y sacaba mi dedo gordo en mi boca como si fuese el pene del chico. Soñaba que se lo hacía e imaginaba el placer que Claudia estaba sintiendo. Me moría de gusto...