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                          "NO
                        DA TEMOR, DA COLERA"
 Tres
                        ataques no fueron suficientes para desalentar a la jueza
                        Jassmín Barrios a proseguir en su deber de impartir
                        justicia. Desde hace una semana se le ve ahí, en el
                        estrado, conociendo el juicio por el asesinato de
                        monseñor Juan Gerardi. Con
                        varios años de laborar en el Organismo Judicial, se ha
                        ganado la amistad y cariño de sus compañeros, no
                        solamente por su calidad laboral sino porque ésta se
                        extiende a buscar el bienestar de los operadores de
                        justicia, a decir de sus propios colegas. Este
                        es el extracto de una entrevista hecha con la intención
                        de conocer qué la motiva a continuar impartiendo
                        justicia, pese a las adversidades. -
                        ¿Por qué seguir, por qué no optar por lo más
                        fácil y así evitar problemas? Las
                        mujeres tenemos la capacidad para afrontar los problemas
                        que se nos presentan, y respondemos al trabajo que
                        realizamos con espíritu de responsabilidad y alto
                        respeto al deber, tenemos valores fundamentales que
                        hacen que nuestra actividad sea constructiva y sólida. -
                        ¿Desde cuándo está amenazada? En
                        marzo del año pasado intentaron dispararme desde la
                        residencia que está atrás de mi casa, el hecho no lo
                        hice público. Luego otro ataque reciente, y después,
                        el de las granadas en mi vivienda. -
                        ¿Tiene idea de dónde viene esto? Yo
                        no puedo responsabilizar a nadie, porque no se quién lo
                        hizo; si lo supiera directamente, ya lo hubiera
                        denunciado. Alguien me lanzó las granadas, pero no se
                        quién fue. -
                        ¿De dónde provinieron las granadas? Fueron
                        lanzadas de los alrededores de mi casa; creo que
                        utilizaron alguna vivienda de los alreddores, porque fue
                        en el lado del patio, y éste colinda con tres casas
                        mas. No venían de afuera, es decir, de la calle. -
                        ¿Esta circunstancia no es para temer? Será
                        el ente investigador el que se encargue de verificar
                        estos aspectos y, lógicamente, de dónde provino el
                        ataque. Yo conozco a la gente de mi cuadra, pero a la
                        que vive en la parte de atrás, no. -
                        ¿Este ataque fue por el caso Gerardi? No
                        lo podría decir, pero faltaban unas horas para que
                        iniciara el debate. No se de dónde vendría el ataque,
                        lo que sé es que ahí están las evidencias. -
                        ¿El hecho, influye en sus decisiones? Un
                        juez es independiente, imparcial, y lo que ocurra a su
                        alrededor no tiene que intervenir en sus fallos; tiene
                        que trabajar con mucho profesionalismo. -
                        Después del atentado, ¿queda temor? Quiero
                        aclarar que yo no sentí temor, mi reacción fue de
                        enojo. Sentí enojo ante la falta de seguridad e
                        irrespeto ante la vida e integridad de las personas. -
                        ¿Cree que estamos ante una sociedad que no respeta a
                        los operadores de justicia? Creo
                        que la sociedad guatemalteca pasa por una situación
                        difícil;  se necesita cimentar más los valores y
                        debe existir más seguridad. -
                        ¿Ha variado su rutina diaria después del atentado? He
                        contado con mas seguridad a mi alrededor, lo cual me
                        parece normal en circunstancias de esta naturaleza. Nos
                        hemos adaptado a esta situación. -
                        ¿Psicologicamente? -Suspira-
                        Por fortuna soy una persona muy tranquila, creo que esto
                        me ha ayudado mucho, es parte de mi forma de ser. -
                        ¿Qué le diría a las administradoras de justicia
                        que son amedrentadas? Debemos
                        seguir adelante demostrando nuestro valor, ser
                        responsables, cumplir con nuestros deberes, ser honestas
                        y justas, sobre todo cuando nos toca administrar
                        justicia; demostrar la capacidad que tenemos, pues es
                        importante recordar que, en  una sociedad como la
                        nuestra, a las mujeres nos ha costado ir abriendo los
                        espacios. Respeto mucho a los hombres, y creo que
                        tenemos la misma capacidad. Por: Sonia
                        Pérez Prensa
                        Libre 2
                        de abril de 2001
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