Obreros pasan hambre mientras Mc Donalds y Kentucky FC aumentan ganancias


Por todo el mundo, el hambre es un gran problema y crece con rapidez. Muchos se preguntan como puede ocurrir eso en un planeta con abundancia de alimentos nutritivos. Examinando las contradicciones del capitalismo responde a esa pregunta. La «lógica» capitalista significa pagar al granjero para destruir, en vez de sembrar, cosechar para que los suministros se mantengan bajos y provocar la aparente escasez de alimentos agrícolas, para elevar sus precios y mantener a los trabajadores con sueldos irrisorios. También significa que millones de kilos de gramos nutritivos y saludables sean perdidos al ser usados en ganados y otros animales en vez de usarlo parea alimentar a los hambrientos del mundo, jóvenes y niños sobre todo, mientras los derechistas se llenan la boca, empezando por los presidentes, diciendo que los niños son el futuro de la patria.

En EE.UU. centro de corrupción, el 77% del suministro de maíz es para alimentar al ganado, solo 2% para alimentos para la gente. Cuatro millones de hectáreas de tierra cultivable de EE.UU. son usados para producir vegetales mientras que 56 millones de acres de tierra cultivable produce pastos para ganado. Los patrones han escogido darnos una dieta poco saludable basada en carnes opuesta a una dieta natural y vegetariana rica en nutrientes, más saludable y medicinal, basada en plantas, tan sólo, porque la carne es más lucrativa. Este método capitalista para producir alimentos malgasta recursos naturales, destruye el ambiente y hace pasar hambre a los trabajadores por todo el mundo por medio del control del estado y agencias como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, La Organización Mundial del Comercio, los patrones hacen quebrar la producción local de alimentos con importaciones subvencionadas que son más baratas. Esto hace que países del Tercer Mundo, ricos en agricultura dependan de importaciones alimenticias, a la vez que producen granos para alimentar ganados, cuyas carnes les son revendidas a precios altos, que la mayoría de los traba-jadores no puedan consumir. Por ejemplo, en Bangladesh, país que se encuentra entre la India y Birmania, donde la hambruna y la desnutrición son comunes.

En 1979 se cosechó suficiente grano para proveer a cada persona con 2200 calorías diarias, sin embargo, este potencial agrícola ha sido menospreciado y la presión de las potencias imperialistas hizo quebrar a la diversificada producción alimenticia local, a favor de una economía alimenticia basada en importaciones, y una economía de exportación de gramos, para alimentar ganado. El resultado fue, que millones de trabajadores y campesinos sufran hambre innecesariamente, allí y por todo el mundo.

Millones de personas desconocen el proceso pasado por su comida antes de llegar al plato, y el efecto que sufre sobre los trabajadores y la ecología ambiental. Tintes, aditivos y preservantes conta-minan los alimentos que son comidos. Por lo general, estos alimentos son producidos bajo condiciones poco sanitarias y con muchos desperdicios.

La industria de carne y leche son algunas de las peores en eso. Para generar una libra (medio kilo) de carne el ganado debe ser alimentado con 16 libras de gramos y 500 galones de agua, sin mencionar 400 galones del agua necesaria para producir los gramos. La tierra donde el ganado es dejado para comer pastos destruye bosques y ecosistemas, dejando sus desechos para contaminar la tierra, luego para ser llevado por la lluvia a los ríos, lagos y agua potable. Eso es si se deja al ganado que coma pasto, la mayoría del ganado es dejado en granjas industriales que cubren los acres de tierra con hoyos para desechos que cubren 20 acres. El ganado es apretujado en jaulas pequeñas, inmovilizado y cubierto en su propio vomito y excremento, y alimentado con un cóctel de drogas para que se mantenga dócil y «saludable». En algunos casos, se les da un puré basado en los deshechos de animales llevado al matadero, una práctica destructiva pero «eficiente en costos» que llevó a epidemias como la de las «vacas locas» alterando su sistema nervioso; y afectando a todo humanos. En esas condiciones es que viene la carne producida «industrialmente» en masa para los negocios de comida rápida o comida chatarra, como MC DONALDS, KENTUCKY F CH, ETC.

Los patrones dicen que una dieta basada en plantas no satisface las normas nutritivas necesitadas por los humanos para sobrevivir. Dicen que el consumo diario de sus productos ayudará a mantenerse delgado, saludable y en buenas condiciones físicas, aunque los estudios muestran que una dieta alta en carne y productos lácteos está conectada a la obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer al colon y osteoporosis. Loa antibióticos, hormonas y esteroides inyectados al ganado producido en masa también ayuda a aumentar los riesgos de cáncer. Además, el manejo inapropiado puede propagar enfermedades mortíferas como el envenenamiento por E-COLI y SALMONELLA. Sin embargo, una dieta mayormente con vegetales ayudaría mucho a reducir el riesgo de enfermedades. Idealmente, deberíamos cambiar a una dieta vegetariana sin conexiones conocidas a enfermedades y capaz de suplirmos con todas las vitaminas y nutrientes que necesitamos para sobrevivir. Por encima de todo, la transición a una dieta basada en plantas, imposible bajo un sistema de ganancias, podría liberar millones de toneladas de alimentos para los trabajadores hambrientos y desnutridos del mundo.

Recientemente, los patrones han propagado la mentira de que la escasez de alimentos se debe a cosechas pobres, diciendo que la solución está en la alta tecnología de plantas genéticamente modificadas o transgénicos, como del maíz, trigo y soya que hoy provienen de semillas modificadas y alteradas para resistir el daño de pesticidas. A pesar del hecho de que exámenes han probado que las plantas modificadas no son saludables y que los pesticidas son mortíferos, el uso de semillas modificadas y de pesticida sigue creciendo rápidamente, principalmente porque estos productos traen grandes ganancias a los patrones explotadores.

Cabe preguntar ¿Porqué seguir alimentándonos con esa comida no saludable cuando hay una alternativa disponible que es buena para el ambiente? Con tantos trabajadores pasando hambre viviendo en condiciones insalubres, con tanto sufrimiento de animales, con tanta destrucción ecológica, debemos considerar una dieta más saludable, una dieta vegetariana, basada en productos naturales. La prensa comercial no se cansa de aconsejarnos que llevemos una dieta saludable y que hagamos ejercicios, pero es pura hipocresía porque el capitalismo nos mete toneladas de comida contaminada, y aumenta la obesidad con calorías no nutritivas, comida chatarra, carne y productos lácteos producidos masivamente que evitan que la gente tenga un cuerpo sano. A los patrones sólo les interesa una cosa: el máximo de ganancias, cuando China era Revolucionaria se desarrolló un sistema de salud que no sólo barrió con enfermedades que habían causado con enfermedades que habían causado estragos a generaciones pasadas, sino que se redujeron otras enfermedades productos de una mala dieta. Hoy, BEIJING tiene el KENTUCKY F CH más grande del mundo, y ese retorno del capitalismo ha hecho que crezcan las enfermedades cardíacas.

Bajo el comunismo, los trabajadores tendrán control de sus dietas, libres de las mentiras patronales y el terror, y así podrán planificar racionalmente la producción agrícola para satisfacer las necesidades humanas, muy fuera del egoísmo de los intereses comerciales de los capitalistas explotadores.

FUENTES (EN INGLES):

LAPPE, FRANCES MOORE «DIET FOR SMALL PLANEL NEW YORK, BALLANTINE, 1991»

MC MICHAEL, A.J. «PLANETARY OVERLOAD»

LONDON;

CAMBRIDGE UP. 1995

ROBBINS, JOHN «THE FOOD REVOLUTION»

BOSTON; RED WHEEL WEISER, 2001

 

Portada Editorial Política Internacional
Especiales Espiritualidad Ciencia Ediciones Anteriores