IRAK : MÁS QUE UNA GUERRA DE GUERRILLAS
 ES UNA GUERRA DE LIBERACIÓN NACIONAL


En el año 2000 la organización ultraconservadora «Proyecto para un nuevo siglo» había elaborado un programa para «reconstruir las defensas de EEUU» cuyas teorías tiene antecedentes en los ’90, incluían la concepción de la guerra preventiva y el unilateralismo ante la ONU, así agredió a Irak con objetivos específicos: EL PRIMERO cambiar la situación política en el medio oriente desde la liquidación de gobiernos opuestos al imperialismo y al sionismo, EL SEGUNDO conservar su posición hegemónica apoderándose de las reservas de petróleo de Irak, consideradas las segundas del mundo, EEUU ya controla la primera de Arabia Saudita, EL TERCERO tomar posiciones estratégicas, domina Egipto, Arabia Saudita, Jordania, Irak, Afganistán, se proyecta a Irán y Siria, domina Turquía con la OTAN, es decir quiere un cerco para avanzar a las ex-repúblicas soviéticas Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán, Kirguistán, Kazajastán, deja así, la retaguardia geoestratégica asegurada para lanzarse a la conquista de Rusia y China EL CUARTO el control de los recursos petroleros impedirá el desarrollo de potencias que disputen la hegemonía imperialista de los yanquis. Es importante saber que Bush es dueño de la Bush Exploration; Dick Chenney es integrante del directorio de la Halliburton, la empresa ganadora de jugosos contratos en la reconstrucción de la industria petrolera iraquí; Condoleeza Rice proviene de la Chevron; el Secretario de Comercio presidió la Sharp Drilling y la Tom Brown; hay otros que han sido ejecutivos de Exxon y la Enron Corporation, todas ellas empresas petroleras transnacionales; mientras que los miembros de la mencionada organización «Proyecto para un nuevo siglo» forman el ala ultraderechista, los llamados superhalcones, como Paul Wolfowitz, Richard Perle, John Bolton, Eliot Cohen, Lewis Libby, Dov Sekheim, Stephen Carbone y varios otros más, distribuidos en diversos cargos, algunos de ellos son judíos sionistas y la mayoría restante, estadounidenses vinculados a los intereses de Israel y el Sionismo. Toda una amalgama de intereses y de interesados en acelerar la guerra a como diera lugar.

Pero las fuerzas predominantes en el más grande Estado imperialista, EEUU, creyeron erróneamente que la prepotencia genocida de su capacidad militar, de horrenda destrucción, es suficiente para derrotar y someter a los pueblos, no aprenden los yanquis (aquellos, los de las bombas «inteligentes») que a los pueblos firmes, dignos y valerosos no se les rebaja, como ya se lo han demostrado Corea, Vietnam y Cuba. Está harto demostrado que la fuerza no hace la política, hoy cada vez más, el pueblo iraquí está llevando adelante una guerra de liberación nacional, con una larga historia de antecedentes de lucha independentista y anticolonialista, con profundos sentimientos antiimperialistas y antisionistas, con auténtica tradición de cultura árabe, con arraigado islamismo, al cual no pudieron dividir en chiítas y sunitas como quisieron, pues para luchar contra la ocupación, el islamismo se convierte en una ideología de unidad, resistencia y combate liberador, en defensa de su dignidad, de sus riquezas naturales, de su cultura, de su historia; ante esta configuración de factores subjetivos, los poderes objetivos, materiales, de las armas y el dinero, quedan cortos para someter a los pueblos, de nada les vale sus sofisticada tecnología militar a los mercenarios imperialistas, violentadores del Derecho Internacional, ejército de ocupación represor de pueblo ajeno en territorio ajeno, cada día se van sumando a la lista de bajas, y no podrán calumniar al pueblo iraquí de terrorista, pues ellos defienden a su país de un agresor imperialista, de antemano quien combate contra un invasor imperialista es un combatiente de los pueblos del Tercer Mundo.

 

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