Nuevamente gracias al trabajo dedicado que realiza nuestro pueblo, y a la oportunidad que nos brinda la divinidad, nuestro Padre Jehova; tenemos la posibilidad de volver a llegar a los corazones y mentes del pueblo en general; por ello asumimos esta tarea, con la finalidad de exponer y esclarecer los principios del Nuevo Milenio; Milenio que empieza a forjarse de lo invisible a lo visible, como lo dijera nuestro maestro y guía espiritual Alfa y Omega: Hay que ser chiquito y humilde para llegar a ser grande en el Reino de los Cielos; por ello este trabajo viene de menos a más, incorporando a lo mejor de los humildes y espiritualistas del mundo.

Saludamos en forma efusiva, la formación del Movimiento Espiritualista del Tercer Mundo (MET); dirigida por una parte de nuestro pueblo, comprometida con las luchas sociales de los Hijos de Dios; que no desea ser indiferente e indolente, con las injusticias que provoca el demonio satánico llamado capitalismo; buscando el fortalecimiento de la espiritualidad de los trabajadores (obreros y campesinos) del Tercer Mundo y del pueblo en general, sobre el materialismo explotador; espiritualidad que debe estar comprometida sin ningún tipo de interés, salvo la del interés del gobierno de los humildes; por el desarrollo político, social y económico de las grandes mayorías; tomando y aplicando lo mejor de la espiritualidad emanada de las Escrituras y Biblias del mundo, y principalmente de la Doctrina del Cordero de Dios.

Durante este mes han surgido señales de alerta, en nuestro hermano país del Ecuador; de lo que puede suceder cuando el pueblo humilde se levanta y dice basta de injusticia; que lo escuchen los demonios que dividen: el materialismo explotador llega a su fin; ya no podrán engañar y utilizar a los humildes; porque el Hijo de Dios ya está en la tierra.

Por todo esto hacemos un llamado a nuestros hermanos del campo y de la ciudad, a que impulsen y apoyen la publicación de este boletín, haciendo llegar hasta el último rincón de nuestro planeta; especialmente para los países del Tercer Mundo; para que pueda servir de fundamento y principio a los más humildes, y estar preparados para la unidad de los pueblos explotados del Tercer Mundo.