Nuestro hermano país del Ecuador acaba de demostrarlo que así es; la historia del Ecuador es la historia Latinoamericana y es la historia de los países del Tercer Mundo, y también es la historia de las dictaduras en esta parte del continente.

Hace pocos días atrás el pueblo ecuatoriano remeció la opinión pública internacional, con la ya muy famoso comentada noticia del golpe de estado, insurgencia popular, levantamiento indígena, etc., etc.; lo cierto es que el panorama internacional ha vuelto sus ojos preocupantes hacia la comunidad latinoamericana, y tan cierto es que los defensores del demonio capitalista y del neoliberalismo, de la apertura de mercados dentro de la supuesta aldea globalizada y otras variantes, quedaron una vez mas demostrado que sus propuestas no tienen ni pies ni cabeza en la solución de los grandes problemas económicos que agobian a los pueblos como el Ecuador, como al nuestro, o países hermanos del Tercer Mundo.

Nadie ha dicho nada sobre el origen y raíz de este mal endémico que padecen nuestros pueblos. Claro está que como países sub-desarrollados estamos sujetos a chantajes de parte de los grandes países capitalistas, que nos proveen dinero – mercancía bajo la modalidad de ayuda económica o crédito internacional, cuyas tasas de interés están por encima de lo racional y nos hacen países acreedores y nos imponen a la fuerza políticas a seguir con lo cual los gobiernos momios y títeres como Mahuad y otros garantizan la devolución de dinero fresco, a costa del sufrimiento de los humildes trabajadores y pueblo en general.

Consecuencia de esta patraña tarde o temprano es lo que acabamos de ver, el levantamiento popular del pueblo ecuatoriano y aprendemos entonces que solo el pueblo, los humildes verdaderos Hijos de Dios, organizados y conscientes son capaces de realizar jornadas históricas como esta.