A partir de la llamada segunda guerra mundial, provocada y alentada por las potencias capitalistas; los cuales intentaban dominar a todo el orbe, tanto en forma económica y política; es que surge la necesidad en los pueblos de los países pobres, de unirse y organizarse bajo un solo principio; a través de un Movimiento Internacional, a la que fue llamado Tercer Mundo.

En el año de 1955 se reúnen en Bandung (Java Indonesia), los países africanos y asiáticos, recién independizados del colonialismo y capitalismo europeo; con la finalidad de asumir una conducta internacional uniforme y para defender los intereses de los países pobres frente a los países industrializados; a esta unión se adhirieron posteriormente los países pobres de América Latina.

Es así como se da inicio al Tercer Mundo, con la finalidad de enfrentar y buscar un entendimiento con los países industrializados, a través de estrategias que los países sub – desarrollados, puedan alcanzar, para lograr un mejor desarrollo económico y social.

Sin embargo durante cerca de 45 años de formación del Tercer Mundo, poco o nada es lo que se ha hecho para integrar a todos los pueblos; la integración bajo una sola bandera, bajo un solo poder económico y social; la bestia capitalista y sus adoradores, han hecho lo imposible por romper la unidad y dividir; porque saben de la importancia de la unidad; hicieron lo que hizo el demonio luzbel, al dividir a los ángeles del Padre; escrito esta: SOLO SATANAS DIVIDE Y SE DIVIDE ASI MISMO; por ello hoy más que nunca los pueblos del Tercer Mundo deben orientarse a la unidad; no a la unidad de los gobiernos entreguistas y serviles del demonio, sino a la unidad de los pueblos; a través de sus representantes mas ilustres: los trabajadores.

La Doctrina del Cordero de Dios nos enseña acerca del Tercer Mundo:

...;toda nación pequeña surgida en el extraño sistema de vida, salida de las leyes del oro, se unificarán en una sola potencia; y será la potencia más grande y poderosa, de que haya memoria en la Tierra; ni antes ni después se verá cosa igual; a esta potencia el hombre ya empieza a llamarla, el Tercer Mundo; los seres del planeta Amarillo, la llamaban mundo de la trinidad; porque siendo proféticos, veían materializados, los futuros sucesos; le llamaban el mundo de la trinidad, porque el Tercer Mundo, será dirigido por el Hijo Primogénito Solar Cristo su retorno fué escrito en el divino evangelio del Padre Jehova: Y volverá, brillante como un sol de sabiduría; del rostro del Hijo de Dios, saldrá un brillo semejante al sol;...

La sabiduría del Cordero de Dios expresada por revelación, nos enseña que debemos buscar la unidad de los países pobres; construir el nuevo mundo, bajo los nuevos principios y leyes del Eterno; hacer en nuestro planeta una sola nación sin fronteras; con la dirección de la todopoderosa Ciencia Celeste; sabemos que no será fácil, pero no es imposible; porque la bestia capitalista urdirá y hará lo necesario e imposible por impedir la unidad planetaria; pero he aquí que magistralmente la Escritura Telepática nos enseña:

...;los que más tuvieron, en el extraño sistema de vida, surgido de las leyes del oro, quedarán en la más espantosa pobreza; y los que nada ó poco tuvieron, tendrán una abundancia que nunca conocieron; en esta profecía geométrica, se dibujó la cola de la bestia; la bestia es la dureza y la indiferencia, de los que gobernaron ilusionados en el oro; la caída de la bestia ya comenzó; ya comienza a experimentar la pobreza; la bestia quedará aislada del Tercer Mundo; la bestia agoniza;...

Es menester y necesario cumplir el mandato divino; aislar a la bestia capitalista, es un deber y una obligación que deben mantener los trabajadores del Tercer Mundo; romper todo tipo de relación social, económica, política, cultural y de cualquier idea que desemboca de los países hegemónicos que sustentan a la tiniebla llamada capitalismo; como son la cabeza de la bestia, representadas por los países más ricos del mundo; entre los que destacan Estados Unidos, Inglaterra y Francia, como las tres bestias del yugo humano.