LOS
ÚLTIMOS TIEMPOS DE LA BESTIA CAPITALISTA Empieza el
tiempo de los trabajadores y de los
humildes hijos de Dios, comienzan a
cumplirse las profecías milenarias que
explicaban que los humildes serían los
primeros.
Son
muchos siglos que las naciones y países,
vienen siendo gobernados por un grupo de
acomplejados al oro y a la posesión que
se conoce como ricos; desde que el
colonialismo español fuera derrotado y
expulsado del Perú en el inicio de la
república, quienes han gobernado siempre
han sido los ricos; siempre han seguido y
obedecido modelos económicos, impuestos
por los países dominantes; primero fue
Inglaterra y luego EEUU; los gobiernos
nacionales que pretendían seguir una
economía diferente a la impuesta, eran
sencillamente obstaculizados, bloqueados
o disueltos; los pocos gobiernos de
intención progresista que hubieron,
desaparecieron; porque la bestia
capitalista llamada EEUU, a hecho lo
imposible por impedir la autonomía en
nuestra economía; a desarrollado en
forma eficaz, el sometimiento de nuestros
países pobres del Tercer Mundo; ha
utilizado todos los medios para
mantenernos en una esclavitud asalariada;
inclusive utilizando el falso
cristianismo como medio de sometimiento;
y cuando los pueblos han intentado su
independencia económica, han sido
aplastados; por esta bestia sedienta de
ambición y avaricia; por ello que la
mayoría de gobiernos en el Perú y del
Tercer Mundo, no han sido mas que
títeres y marionetas; la mayoría cuando
tomaba el poder, se ilusionaba con las
dádivas y regalías del demonio del oro
capitalista; olvidándose del sufrimiento
de millones de pobres que no tienen que
comer, ni en donde dormir.
A las
puertas de nuevas elecciones
presidenciales en el Perú, nuestro
pueblo heroico; los pobres que luchan
diariamente contra el abuso del poder,
contra la miseria, contra la
explotación, van obligados e ilusionados
a dar su voto; muchos siguen creyendo en
las ofertas electorales; otros mas
avanzados, saben que nada va a cambiar;
lamentablemente los golpes enseñan, y
nuestro pueblo trabajador, imitador de
nuestro Padre Celestial, va comprendiendo
que el único gobierno que va a
favorecerlo, es el gobierno de los
trabajadores; representados por ellos
mismos; el pueblo ya esta cansado de ver
como políticos oportunistas, utilizan y
manipulan a los humildes ancianos y
pueblo en general; lo único que desean
es tener un curúl, para recibir un
jugoso sueldo; si realmente sirvieran a
los humildes ¿Porqué no otorgan sus
sueldos a los comedores infantiles y
populares y que ganen el sueldo mínimo,
como gana la mayoría de trabajadores del
Tercer Mundo?..
El
único camino que nos toca seguir, es el
que nos enseñó Dios, por mandato
divino: LOS HUMILDES SERAN LOS PRIMEROS;
el pueblo trabajador, con justo derecho
debe tomar y asumir el Congreso; todo el
congreso debe ser regido por los
trabajadores; muchos creen y alegan,
alentados por los ricos, que los
trabajadores no están preparados para
gobernar, profundo y craso error; los
trabajadores humildes lograrán mayor
justicia, mayor educación, mayor salud,
mejor economía; lo que no pudieron los
ricos, ni con los mejores estudios que se
dieron; porque ellos solo mejoran sus
conocimientos en ambición y
explotación; el pueblo trabajador con la
experiencia vivida por muchos años,
impondrá un gobierno diferente, con un
sagrado principio, que está en la
Sagradas Escrituras de nuestro Padre
Jehova: A cada cual de acuerdo a sus
necesidades.
El
pueblo y los trabajadores en el gobierno,
deberán disolver las leyes que favorecen
a los ricos, eliminar el aparato
burocrático del estado; favorecer y
apoyar a los más humildes y necesitados;
y estar preparados al verdadero gobierno
que se impondrá en el Tercer Mundo: EL
GOBIERNO DE HIERRO DEL HIJO DE DIOS, que
ya está en la tierra; está educando y
organizando a los humildes, al pueblo;
está construyendo el mayor poder
económico que se verá en todo el mundo,
una sola nación; falta poco para que se
de a conocer y empiece la lucha frontal
contra la bestia capitalista; el Hijo de
Dios ya está en el oriente, y empieza la
más grande revolución, que en las
Biblias del mundo se anuncian como el
Juicio Final.
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