A través de los años el hombre ha tratado de encontrar los medios necesarios para hacerse la vida más fácil y cómoda, es por esto que ha creado herramientas útiles que le sirvan para satisfacer sus necesidades; una de estas herramientas ha sido sin duda Internet.
Internet está cambiando todas la reglas, cada vez son más las personas que la usan para diversos fines y los negocios no pueden desaprovechar la gran oportunidad que tienen en este campo. Es por esto que algunas compañías buscan la manera de incorporar la Web a sus operaciones diarias ya que el e-business abre una gran puerta a la manera de hacer negocios.
El comercio electrónico es un concepto de negocio, de cambios de procesos en las organizaciones, de nuevas formas de abordar las relaciones comerciales entre las empresas, y que, evidentemente, se sustenta sobre una base tecnológica para llevar a cabo su cometido; pues bien, Internet no es ni más ni menos que eso: una nueva plataforma técnica sobre la que asentar los conceptos, los fundamentos y la filosofía del comercio electrónico.
Cuando se toma la decisión de hacer negocios a través de Internet se adopta una forma económica de comercio, no se deben invertir grandes sumas de dinero en equipos, se ahorra en comunicaciones y personal. Hay que pensar que para cualquier empresa, sea cual fuere el producto que venda, una computadora pasa a convertirse en una sucursal virtual, la que podrá atender en forma ilimitada a sus clientes y estará disponible las 24 horas.
La posibilidad, entre otras cosas, de reducir los costos de comercialización teniendo acceso a un gran mercado internacional y de ofrecer una información y un servicio disponible 24 horas al día independientemente del país de acceso, hace de este servicio una verdadera apuesta al futuro.
Evidentemente las características de la red Internet y de sus tecnologías asociadas ha causado un boom del comercio electrónico, especialmente el asociado al consumidor final (Business-to-Consumer, o B-C); la ubicuidad de la Red, las capacidades multimedia de las tecnologías asociadas a Internet y la facilidad de uso de las mismas, permiten a muchos negocios poder hacer llegar su oferta a millones de potenciales consumidores, quienes pueden navegar por la Red, buscando y seleccionando los productos o artículos que deseen adquirir de entre los cada vez más frecuentes centros virtuales de compra.
Quizá éste sea el gran valor que Internet ha aportado al comercio electrónico: ser el verdadero motor para su popularización y aceptación global; aunque, como se dijo anteriormente, Internet ha desarrollado el concepto de comercio electrónico B-C, sería injusto olvidarnos de la otra gran vertiente: la de empresa a empresa (Business-to-Business, o B-B), la de las transacciones comerciales entre organizaciones. Y mas que injusticia, estaríamos cometiendo un error estratégico, puesto que todas las predicciones y vaticinios de fuentes tan solventes como Gartner Group, Nielsen o Forrester Research, pronostican que el verdadero boom del comercio electrónico será el asociado al B-B, y tendrá lugar con la llegada del nuevo milenio.
Todos los pronósticos apuntan, asimismo, a que el comercio electrónico será la estrategia clave para que las empresas mantengan o aumenten su competitividad en los mercados globales. Se podría incluso afirmar que, en muchos casos, el comercio electrónico será la forma mediante la cual las empresas se relacionen comercialmente entre sí y con los consumidores finales. En este contexto, Internet juega y jugará un papel clave y fundamental, puesto que se erigirá en la plataforma técnica por excelencia para el comercio electrónico
Cuando se oye la palabra e-business generalmente se relaciona con e-commerce. Pero e-business no solamente se refiere a que los clientes compren alguno de tus servicios on-line (aunque esta actividad es una de las partes más importantes), se tienen que considerar muchos procesos de un negocio normal, como los inventarios, las cuentas, los proveedores, entre otros. Hay algunos beneficios que se deben tomar en cuenta de los e-business como por ejemplo:
Una empresa que quiere convertirse en e-business tiene que seguir los siguientes principios:
El comercio electrónico lleva ya bastante tiempo entre nosotros. Internet está contribuyendo ya y lo hará aun más a su extensión y popularización, tanto en el ámbito de las empresas como en el de los consumidores finales. El comercio electrónico será la clave para la competitividad de las organizaciones a partir del año 2000, según todos los vaticinios y previsiones.
El comercio electrónico no ha de ser entendido como un reto tecnológico sino de negocio, por el que las empresas optimizan sus procesos y las relaciones con sus interlocutores comerciales mediante la aplicación de las tecnologías en las transacciones comerciales que fluyen entre ellas.
La revolución tecnológica ha obligado a las grandes empresas a emprender muchos programas de cambio en la estructura de su organización. Si el año pasado el paradigma de la gestión del cambio era la globalización de las empresas, este año es el desafío de los negocios electrónicos.
"El cambio en las empresas que se preparan para competir en el siglo XXIpasa claramente por su organización virtual", aseguró Andrew Embury, socio de PricewaterhouseCoopers, que ha dirigido desde Londres un estudio de la consultora sobre la organización del cambio en 269 empresas de entre las 500 más importantes del mundo. "En Estados Unidos son más de 20.000 las organizaciones que están en el negocio electrónico. De hecho -prosigue-, no conozco a nadie en el sector electrónico, informático o de servicios financieros que no se sienta eufórico o bien muy preocupado por el desarrollo del comercio electrónico".
Embury calcula que para el año 2000 las firmas de servicios financieros facturarán ya 23.000 millones de dólares vía Internet, los servicios a empresas generarán 66.000 millones y los negocios que tienen al consumidor como cliente final obtendrán 7.000 millones de dólares por este nuevo canal. El ejemplo más recurrente es Amazon.com, cuyo éxito, al margen de su negocio como distribuidor de libros, se debe a que "es un intermediario de información", en palabras de Embury.
Los juegos de alianzas entre empresas, tan en boga en esta década, son otra de las fórmulas más utilizadas por las empresas para gestionar el cambio.
Con todo, la internacionalización de la economía sigue planteando a las empresas el difícil reto de deber pensar en global teniendo que actuar localmente. La compañía sueca Ericsson, por ejemplo, está creando organizaciones regionales para fortalecer su posicionamiento respecto a los grandes clientes de la zona y potenciar los servicios compartidos. Este paradigma de gestión del cambio de los dos últimos años en las organizaciones europeas ahora tiene una puntualización: "Si la globalización no produce ventaja competitiva, no hay razón para ser global", según Embury.
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