Salón
03
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y condiciones para participar.
esta dispersa masa que se arroya
choca vallas esquiva retrocede
esta viva cosa de voces y pancartas
busca abrirse una puerta allí en
la historia
explayarse innúmera y feliz
hallar al fin un cauce una manera
volver a casa del trabajo cada día
cansado el lomo y tranqui el pensamiento
esta masa de agrio y de improperios
es la luz sin embargo
soy su miembro
ah si el trabajo fuera
en lugar del oprobio
la causa del contento
otra vez se oyen balas otra vez
cuenta bajas el alma colectiva
zurce heridas y prepara sin términos
otra calle otro día otra manera
Carlos Alberto Roldán
Sucesivas
Sucesivas
concéntricas
capas
de ácida
sombra
apretada.
Arranco
de a pedazos
su piel
de pálido
jugo
lacrimógeno,
hasta llegar
al corazón
redondo
de la pena.
Entonces
la convoco
la reclamo
con urgencia
de lágrima.
Gabriel Impaglione
Aquí
He ahí el misterio
la luminaria opaca de los días
el mecanismo que el relojero no hizo
el mecanismo inexistente
donde laten
uno a uno los misterios
son los perros infernales de la Olga que
me siguen
las alturas de gloria donde camina Jacobo
Allí
donde nazco y muero
una y otra vez
intermitente
Estela B Iglesias
Yarabamba
No es al zombie al que reto,
reto a la traba, a la lápida
que oculta el fundamento
Reto al monte hincado
por cruz cualquiera y no esa
espada antigua, ofrendada
Sacude tus faldas; conduce el
torbellino; preña el cielo con
sinfónicas nubes, con presagios
Concierto olvidados en mi espalda,
circula casi arriba el águila escritora,
en el río clama la roca y mi espera
Sé que volveré por el camino
del
molino triturante, mojaré mis manos
finalmente en tu vientre itinerante
Impediré nuestra sed casi gritando
alegrías, encuentros, jadeos
o
diamantes; disculpándome diré
Que al retarlos los despierto.
Pedro Flecha
teledrama
urgente una mariposa
de harina blanca una mariposa de cartulina
negra se posa en una pata de gallina
recién cortada sobre la mesada
fría
qué bien
se pisa las alas lechosas nacidas la tarde
anterior a ésta sopesa
las patas de gallina frías
las suyas también patas se piensa cortada
recién stop
Sandra Catalano
drinking thelonious
drinking thelonious con un quepi colorado
cuando en la puerta de la habitación
alguien parecido a paul celan se lame
los codos primero uno después la margarita
tú no quieres saber de vallas andinas
pero llega martita con su fotografía la calvicie
de zinedine zidane obvio que a tu niña
le flipan las escarapelas cuando salen
pedos de aquel rincón donde el
turco cuenta a gritos la pelea de rivaldo con figo
jumping thelonious desde la caliza fértil
donde jean michell robaba una palabra
sólo una palabra como tú
cuando te martillea la oración budista que te enseñó
la
gorda soprano en ese barrio siniestro
donde ella tenía un chulo así tres por
cuatrocientos mil ochocientos cincuenta
y cuatro con todos los números que hay
para contar sumar restar en el teclado
cómo es que admiten a los pendejos que
escapan del ántrax golpear tu puerta
por los dulces bizarros breaking thelonious
desde la golondrina con los diapasones
en que asomas el mentón ese gesto a lo
chinaski de no quiero saber no me cuentes
cuánto habló la niña por teléfono mujer
que estoy en la historia de keep con quepi
guardar un sombrerito árabe para
cuando celan no encuentre la palabra sulamita
que ya sabemos está metida en la
sangre de príncipe que volcó
jean en el café de suzanne painting thelonious como
un monje abigarrado en esta punta de obelisco
donde el alma rasura todas las
infamias a boca de straight no chaser
straight no chaser straight no chaser
Mónica Maristain
Llora la luna
Llora la luna una gota de sangre,
pero la luna no sangra.
Transpira este vientre mojado
que por blanco y abierto no engaña:
luna hendida en tajo carmesí,
se estaba entregando
y yo creí que lloraba.
Daniela Mazzeo Caneda
GRÚA
Un inmenso saltamontes amarillo
se yergue al final de la calle.
Se destaca encerrado entre los muros grises.
Sus inmóviles patas elevadas al
cielo.
¿Cómo adivinar su plegaria?
Saltamontes de hierro,
fundido en el paisaje portuario.
Imagen fugaz de la industria urbana.
María del Rosario Beisso Quijano
En el aire
palpable
velocidad de cambios
descontrolados
aluviones preñados de promesas
trece, catorce
años
con un grito en la ilusión
de muchos, de todos
de todos, de todos, de todos,
de todos, No!
Miles de manos
moldeando epopeyas
la historia, estallada.
Mas me contaron
demasiado vi.
Néstor Ventaja
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04"
Libros del Empedrado

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