La palabra displasia deriva de dis
(anormal) y plasia (formación), es decir, sería una anormal formación de la
articulación coxo-femoral.
Fue descrita por primera vez en 1.935, afectando sobre todo a razas grandes, siendo dicho
porcentaje en el San Bernardo del 60 al 70 %.
En 1.966 los
investigadores llegaron a la conclusión de que los cachorros nacen con las caderas
normales y que las anormalidades aparecen en el crecimiento de los cachorros. Y aunque hay
una serie de factores que influyen en la displasia como:
- Reducida masa muscular pélvica.
- Efecto del estradiol sobre el
crecimiento.
- Distrofia del músculo pectineo.
- Laxitud de los ligamentos redondos
y de la cápsula articular.
- Hipoavitaminosis C. Belfield
(1.976) y Teare y Lust (1.979), mayor eliminación por riñones.
- Acetábulo superficial.
- Vértebra transicional lumbosacra.
- Índice alto de desarrollo.
- Exceso de nutrición con dietas de
alta energía.
- Ejercicios violentos.
Está demostrado y
admitido que la displasia es una enfermedad poligénica multifactorial y hereditaria.
El índice de
heredabilidad varía en función de la raza (0 a 1), es decir, que un perro para ser
displásico debe tener los genes de displasia; un perro que no los tiene no será
displásico. Además, ocurre que no todos los perros con genes displásicos muestran la
enfermedad, por eso los perros radiográficamente normales pueden tener descendientes
displásicos y perros displásicos pueden tener descendencia con fenotipo normal.
Síntomas:
En perros jóvenes
aparecen los primeros síntomas después del cambio de boca, sobre los 4 a 5 meses,
notándose dolor después del ejercicio, se levantan mal del tercio posterior, presentan
dolor a la manipulación, debilidad muscular y al correr las patas traseras van dando
saltos como si de un conejo se tratara.
En perros mayores de
1 año los síntomas son debidos a una enfermedad articular degenerativa: se levantan con
dificultad y tienen un movimiento de balanceo, ayudándose en las extremidades
posteriores.
A veces presentan una
cojera que desaparece al caminar, tienen dificultad para levantarse y al andar tiene un
movimiento como de "pato", ya que las extremidades anteriores las sacan hacia
fuera, sus pasos son cortos, tienen debilidad muscular trasera y un desarrollo torácico
grande ya que se apoyan más en el tercio anterior. Suelen estar más sentados y, si
la displasia es unilateral, apoyan su cuerpo en la extremidad mejor.
Diagnóstico:
El diagnóstico de la
displasia se basa en la interpretación radiográfica de las caderas del perro.
Aunque hay métodos
alternativos, basándose en la palpación y en el grado de laxitud articular:
- Test de Ortolani:
Se coloca el perro en posición decúbito lateral, con el fémur perpendicular a la pelvis
y paralelo a la mesa, con una mano sobre la articulación coxofemoral, se coge la rodilla
con la otra mano y se empuja el fémur contra el acetábulo manteniendo la presión, se
realiza una abducción y se vuelve a bajar la extremidad, si se observa el
"clic" típico se dice que es Ortolani+, y si no hay "clic" es
Ortolani -, siendo un perro duda en displasia.
- Test de Bardens:
La técnica es parecida, aunque aquí se sujeta el fémur con una mano y con la otra sobre
el isquión, trocánter y sacro, realizando una abducción del fémur y observando el
desplazamiento del trocánter que nos indicará su grado de laxitud.
Estos métodos dan
buenos resultados en el 85% de los casos, pudiéndose realizar en cachorros de 7 a 9
semanas, aunque el diagnóstico de displasia se realiza con absoluta certeza mediante
radiografías.
En este examen
radiográfico hay que tener en cuenta una serie de circunstancias: sedación del animal,
la radiografía se hace en un chasis de 30 X 40 cm., poniendo en dicho chasis el nombre
del perro, tatuaje, RRC, LOE o microchip, nombre del propietario, fecha de nacimiento,
fecha en que se toma la radiografía y firma del veterinario que la realiza.
Dependiendo de los
Clubes, las posturas para realizar las radiografías son: posición ventrodorsal con las
extremidades posteriores completamente extendidas solamente o esta misma postura más
otra en posición dorsal (supina) con las extremidades posteriores en flexión en
una posición como de rana.
En la primera
posición, se deben observar desde las alas de íleon hasta las rodillas, para observar la
rótula y para obtener una información correcta.
Aunque hay diversos
índices para medir el grado de displasia, el más utilizado es el Método Norberg.
Métodos
radiográficos:
- Índice de Norberg:
Sobre las radiografías se coloca la plantilla de Norberg, en la que se observa el ángulo
formado por una línea que une el centro de curvaturas de las cabezas femorales y otra
línea que va desde el centro de curvatura de cada cabeza femoral al borde anterior del
acetábulo y según el ángulo que observemos se diagnostica.
- Índice de Rhodes-Jeny:
Consistente en comparar el ángulo del pubis y el borde acetabular a otra línea que
señala la profundidad del acetábulo.
- Índice de Morgan:
Obteniendo una medida al dibujar una línea desde el margen acetabular a otra línea que
señala la prolongación del eje vertical.
- Índice de Olsson-Kasstrom:
Se basa en la medida de inclinación acetabular, no debiendo ser mayor de 3mm. En perros
normales.
- Línea de Shenton
- Método radiográfico
Pennhip: (A partir de los cuatro meses). La radiografía convencional puede
enmascarar la laxitud articular y dar una impresión falsa de su congruencia y por eso se
está desarrollando esta técnica llamada de Distracción. La realizan el Dr. Gail y Smith
en la Universidad de Penssylvania. Para este método se realiza una radiografía
ventrodorsal, otra de compresión y una tercera de distracción.
Normativas sobre la Displasia:
La Comisión Europea
de Displasia de la FCI, fundada en 1.974, recomienda tener en cuenta a la hora de la
elaboración de una radiografía los siguientes puntos:
- Para el juicio se exigirá la edad
mínima de 1 año; para las razas grandes como el San Bernardo la edad mínima será de
año y medio.
- Los perros se identificarán a
través del tatuaje legible en la oreja; con esa señal se marcará el árbol genealógico
y la radiografía.
- Los perros se identificarán por
cualquier sistema reconocido, por ejemplo tatuaje o microchip, según las últimas
tendencias.
- La identificación mínima de la
radiografía necesita el número de identificación (tatuaje, microchip, nº de registro
LOE o RRC), la fecha del examen radiográfico, y marcas indicativas de cadera izquierda o
derecha.
- El propietario, bajo firma,
confirmará que el perro que se radiografía es el perro declarado.
- El propietario dará también su
autorización para que la radiografía sea guardada por la organización que haga el
diagnóstico.
- Se recomienda que se inserte una
cláusula para autorizar a la organización que hace el diagnóstico a utilizar los
resultados en la forma que crea conveniente.
- El veterinario confirmará que él
mismo ha comprobado y confirmado la identificación del perro.
- Se indicará si el perro fue
anestesiado o sedado y que fue suficientemente relajado.
- La radiografía se guardará
centralizada.
- El diagnóstico final se basará,
al menos, en una radiografía con las extremidades posteriores estiradas, aunque de forma
complementaria se puede realizar otra con las extremidades flexionadas.
- El tamaño mínimo de la
radiografía debe ser tal que incluya ambas caderas y las rótulas al mismo tiempo.
- La calidad técnica de las
radiografías debe ser tal que permita un diagnóstico exacto del estado de las caderas.
- Si las normas descritas no se
cumplen, la radiografía se rechaza.
- Las radiografías se leerán por
una persona o comité aprobado por el club en el que este perro esté inscrito.
- Cada comité nacional tendrá la
posibilidad de apelar.
Clasificación de
los grados de displasia:
El Comité Europeo de
Displasia define estos calificativos en:
- "A" . Ningún
signo de displasia: La cabeza femoral y el acetábulo son congruentes. El borde
craneolateral aparece puntiagudo y ligeramente redondeado. El espacio articular es
estrecho y uniforme. El ángulo acetabular, según Norberg está alrededor de los 105º.
En articulaciones excelentes el borde craneolateral circunda la cabeza femoral un poco
más en dirección laterocaudal.
- "B" . Caderas
casi normales: La cabeza femoral y el acetábulo son ligeramente incongruentes y
el ángulo acetabular de Norberg estará alrededor de 105º, o el centro de la cabeza
femoral está en posición interna con respecto al borde dorsal del acetábulo y éste y
la cabeza son congruentes.
- "C" . Fast normal
o borderline, displasia leve: La cabeza femoral y el acetábulo son
incongruentes. El ángulo acetabular de Norberg es aproximadamente de 100º y hay un borde
craneolateral ligeramente aplanado. Pueden presentarse irregularidades o ligeros signos de
cambios osteoartrósicos del margen acetabular craneal, caudal o dorsal, o sobre la cabeza
o cuello femoral.
- "D" . Notch
zuggelasen o displasia moderada o media: En este tipo de displasia se observa una
clara incongruencia entre la cabeza femoral y el acetábulo con subluxación. El ángulo
acetabular de Norberg es algo mayor de 90º. También son característicos un aplanamiento
del borde craneolateral o signos osteoartrósicos.
- "E" . Displasia
severa o grave: La displasia grave se caracteriza por marcados signos
displásicos en las articulaciones cosofemorales, tales como subluxación. destacada. El
ángulo acetabular de Norberg es menor de 90º. existe un claro aplanamiento del margen
acetabular craneal y otros signos de osteoartrosis.
Esta clasificación
se ha hecho solamente en base a rasgos radiológicos en la forma más objetiva posible.
Tratamiento:
Hay dos clases de
tratamiento: médico y quirúrgico.
El tratamiento
médico depende del grado de displasia y de la edad del paciente, pero suele recomendarse
descanso, ejercicio limitado, control del peso, que haga natación, productos específicos
como antiinflamatorios no esteroides (Aspirina, ácido meclofenamico, fenilbutazona,
caprofen) y corticoesteroides (corticoides, ácido hialúrico). Glicoaminoglicanos
protegiendo el cartílago contra la degeneración, disminuye la inflamación dentro de la
articulación y mantiene el volumen normal del líquido sinovial.
El tratamiento
quirúrgico se basa en:
- Triple osteotomía pélvica.
- Prótesis de cadera.
- Artroplastia.
- Osteotomía intertrocantérica.
- Pectinectomía.
- Artrosplasia por polímero (BOP).
Displasias
unilaterales:
Cuando un perro
presenta displasia en uno de sus miembros se dice que presenta una displasia unilateral.
Afecta, dependiendo
de las razas, de un 3 a un 30%. El diagnóstico se hace siempre en base al miembro más
afectado.
Control de la
displasia:
El control se
basaría fundamentalmente en el diagnóstico precoz de la displasia y en la prudente
eliminación en los programas de reproducción de los animales afectados.
Prevención:
Cuidar la sanidad,
hábitat, manejo y ejercicio. Estudiar genéticamente los ascendentes siguiendo las normas
internacionales de la Comisión de displasia. Alimentación correcta, no dar exceso de
vitaminas, calcio, etc. Evitar ejercicios exagerados en los animales en crecimiento y
suelos deslizantes.
DR. JOSÉ LUÍS PAZOS
(Veterinario
Oficial del CEPSB)

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