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Salud y bienestar

  Huellas de perro.jpg (12614 bytes)  Las procesionarias   Huellas de perro.jpg (12614 bytes)

    La procesionaria que más abunda en España es la Thaumatopea pytocampa o procesionaria del pino.

   Son conocidas como procesionarias por su forma de trasladarse yendo en hilera o procesión y también por sus nidos como bolsas blancas que observamos en las ramas de los pinos.

 

   Ciclo biológico:

   Durante el verano, la mariposa de la Thaumatopea pone los huevos sobre las agujas del pino, aproximadamente al mes salen las larvas que empiezan a alimentarse y a construir sus nidos, durante su vida sufren cinco mudas.

   Al llegar el invierno construyen el verdadero nido, suelen estar en las ramos más altas de los pinos y en dichos nidos puede haber hasta 300 orugas, pudiendo resistir temperaturas de hasta 12ºC bajo cero. Cuando el clima es benigno y va alcanzando temperaturas superiores a 10ºC las orugas empiezan a salir del nido y bajan a través del tronco en su típica forma de hilera.

   Si las temperaturas aumentan son capaces de meterse bajo tierra y pueden permanecer si las condiciones no son apropiadas durante años. en Julio y Agosto suelen nacer las mariposas que son nocturnas y apenas viven 24 horas, empezando a aparearse rápidamente para así volver a comenzar el ciclo.

 

   Contagio:

   El contagio sobre el perro puede ser directo al llamar su atención la hilera en movimiento y chupar o tocar dicha hilera o bien el contagio puede ser a través de un nido que se halla caído a que en su exterior existen pelos urticantes de las orugas.

   El tóxico que produce la reacción es una haloproteína llamada thaumatopeina, esta sustancia sobre la piel intacta no actúa , necesitándose que el pelo urticariforme se clave primero en la piel, ya que dicho pelo actúa como un arpón que contiene una pequeña ampolla de tóxico y al clavarse en la piel se libera produciendo la reacción histamiboliberadora.

   El perro suele ser el más afectado ya que el gato es más cauto.

 

   Sintomatología:

   Los síntomas más característicos son una inflamación edematosa de labios, cavidad bucal y cabeza en general.

   El animal empieza con una gran excitación, dolor e intenta rascarse. babeo exagerado.

   Si el contagio ha sido con la lengua, en la zona que ha estado en contacto con las orugas se produce una necrosis, con un aspecto verdoso al principio, saliveo abundante y luego va adquiriendo un aspecto negruzco hasta que al final se cae el trozo de lengua.

   Durante este período que dura aproximadamente 15 días el animal no puede alimentarse teniendo que ponerle incluso suero intravenoso o alimentarse con productos líquidos o semilíquidos o incluso mediante sondaje.

   El mayor peligro existe si el contacto ha sido a nivel de laringe, por producirse una reacción inflamatoria que puede llegar a asfixiar al anima, teniendo que realizar rápidamente una traqueotomía. Puede haber también choques anafilácticos por contagios sucesivos con temblores musculares y muerte del animal.

  

   Tratamiento:

   Nada más darnos cuenta de la intoxicación, se lavará la zona con agua templada y jabón ya que el calor destruye la thaumatopina. Aplicaremos pomadas o soluciones con corticoides y antihistamínicos localmente y por inyección.

   En algunos casos una vez instaurado la necrosis de la piel, la Laserterapia nos ha conseguido salvar zonas de lengua y no caerse las zonas afectadas.

  

   Prevención:

   Evitar que los perros en primavera vayan a pasear a pinares donde observamos los nidos o las famosas hileras de orugas. Si en nuestro domicilio existen nidos, podar dichas ramas y quemar dichos nidos para evitar la eclosión de las larvas. Aunque las orugas tienen sus enemigos naturales como virus, bacterias, coleópteros del género Calosoma, pájaros como el Cutut, la suma de sus enemigos no suele provocar una mortalidad superior al 60%.

   Como medios artificiales se ha utilizado: inyecciones de petróleo en nidos, insecticidas biológicos insecticidas químicos, utilización de feromonas que atraen a los machos hasta una trampa, insecticidas que se utilizan sobre el tronco del árbol para que no puedan bajar las orugas.

                                                                                          Dr. José Luís Pazos Boluda

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