¡Imaginemos!

Esta muerte, que nunca debió suceder, tiene que llenar de reflexión a las personas, que aún, siguen embarcadas en ese mensaje agresivo y fatídico.

Como quisieran que se pusieran en el puesto de esa madre, esposa, familiares todos y visualizaran que al que mataron era el hijo de cualquiera de nosotras, que su sangre se derramó en la calle sucia y polvorienta, esa sangre que tanto, como madres, cuidamos que no se derramara, que lloramos cuando se cortaron y veíamos un hilo de sangre que salía por cualquier parte de su cuerpecitos, esa sangre que en este momento nos duele a TODAS LAS QUE EN VERDAD SENTIMOS LO QUE ES SER MADRE.

Imaginen por un momento que un muchacho sale de su casa, rumbo a su trabajo, con la sola idea de traer sustento a su familia, ya que pronto nacerá su hijo. Imaginen a su abuela, tejiéndole, junto a su nuera unos escarpines y gozando de la alegría de su hijo por saber que pronto será papá.

Ese día que se le dio un beso de despedida y con la certeza de que lo vería en la cena para conversar de los malestares de la barriga, de que el niño dio pataditas y los cálculos que hay que hacer para el nacimiento, por eso está trabajando.

Imaginen que le llega a esa madre la noticia, que a su hijo lo han matado vil mente, por una horda de personas que no se detienen ante nada, para conseguir sus pretensiones.

Imaginen ¡¡¡¡QUE ESE HIJO ES EL SUYO!!!

Pero, como dice nuestro presidente, hay que tener esperanzas en que pronto recapaciten y nos dejen vivir en paz, eso si amerita unas oraciones.

Imaginen!!!!!!!!

¡¡¡PAZ A TUS RESTOS QUERIDO JOSÉ ANIBAL!!!!!!