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Félix Sautié

 

Cinco preguntas sobre el debate en Cuba en torno al Socialismo del Siglo XXI 
Entrevista concedida a Orestes Martí 

(Segunda Parte)

Las Palmas de Gran Canaria, Agosto de 2007

P: ¿Que son para usted los conceptos unidad y unanimidad y que influencia puede haber tenido su no adecuada interpretación, en las limitaciones críticas de la intelectualidad cubana y de los medios de comunicación de Cuba al proceso que se desarrolla en su país desde el triunfo revolucionario de 1959?.

Amigo, esta pregunta es muy interesante, quizás con una mayor importancia de la que tú y yo podamos concebir dentro de este intercambio de preguntas y respuestas. Creo que has planteado uno de los puntos claves en todos estos asuntos y muy especialmente para las actuales circunstancias.

Además pienso que precisamente para esta respuesta no hace falta una extensión como la que tuve en la  anterior que quizás sea la más extensa de todas.

Debo comenzar con  algo que ya he escrito varias veces con anterioridad y que no me canso de repetir en clase a mis alumnos, de que en la medida que me pongo más viejo a la vez que me hago más místico, adquiero una mayor comprensión hacia los demás, una mayor flexibilidad y una determinada dosis de la tolerancia en mi caso cristiana, que en mi opinión deberíamos practicar para con los defectos y los errores de quienes nos rodean a partir de ese llamamiento que nos hace Jesús de mirar primero para la viga que tenemos bajo nuestros ojos antes de escandalizarnos con la brizna de hierba que vemos en los ojos de los demás. Sobre estas bases es que considero que la unidad debería ser definida como unidad en la diversidad, en vez de buscar una unidad absoluta, que pudiera exterminar y dar al traste con aquello que posee un valor y una riqueza inherente de la vida, que es la biodiversidad humana. Porque en algunas ocasiones me he referido en extenso en mis artículos publicados, a la importancia que tiene la preservación de la biodiversidad humana, comparable solo con los esfuerzos que en actualmente se hacen en el mundo para preservar a la biodiversidad ecológica. Yo considero a la biodiversidad humana como una necesidad de vida o muerte para la necesaria ecología social que la humanidad requiere conservar a toda costa, con vistas a la edificación de un mundo mejor posible. Esta en concreto es mi respuesta para la pregunta sobre mi concepto de lo que es la unidad.

Ahora bien en lo referido a la unanimidad debo decirte que no la veo como algo  necesario en absoluto tal y como algunos la conciben. Creo que la unanimidad nunca debe ser una necesidad que suprima el derecho al pensamiento propio, así como a la posibilidad de plantear con toda honradez lo que se considera necesario e imprescindible. Considero que la necesidad de la unidad no debería llevarse nunca hasta la supresión de toda opinión responsable que con la mejor voluntad del mundo alguien se vea en el imperativo de conciencia de plantearla. Lo que tampoco quiere decir que en un verdadero momento de peligro debamos dejar a un lado, para recobrarlos de nuevo cuando la peligrosidad termine, los criterios y opiniones individuales que no vengan al caso al objeto de unir fuerzas frente a la adversidad manifiesta y al peligro inminente de destrucción, daño o guerra total. En esto Antonio Maceo y Flor Crombet nos legaron un documento ejemplar para todos los cubanos y fue el pacto que al inicio de la Guerra de Independencia del 1895 ambos firmaron en un acta solemne, en la que dejaban a un lado discrepancias insalvables en aquel momento, para batirse en duelo después del logro de la independencia de Cuba. Posteriormente el transcurso de la vida, como parte de las contingencias bélicas, se encargó de impedir en definitiva que aquel duelo se realizara, pues ambos antes del triunfo de la Guerra de 1895 cayeron definitivamente en combate heroico, abatidos por las balas del enemigo. Y en esto quiero añadir que si ambos quedaban vivos no dudo que hubieran persistido en su compromiso firmado, como tampoco dudo que muchos de sus compañeros de armas hubieran interpuesto sus buenos oficios para que evitar que las cosas llegaran hasta el punto de que fueran batirse a muerte tal y como ambos plantearon en ese documento histórico.

En relación con mi concepto sobre la unanimidad quiero relatar una anécdota de mi época de dirigente nacional de la UJC y que Jaime Crombet entonces Primer Secretario de la organización así como mis compañeros del Comité y el Buró Nacional de la UJC de aquel momento también recordarán. Fue cuando en un Pleno Nacional de la UJC, se discutió la aprobación de la actual consigna que día a día repiten los pioneros cubanos con la frase final que dice “Seremos como el Che”. Pues bien, en mi opinión por muchas razones que entonces aduje propuse en contraposición la frase “Aspiramos a ser como el Che”. Para no cansar a los que lean esta entrevista, debo decir que la discusión llegó a un momento en que solo era única mi opinión contra la de todos los demás y si mal no recuerdo éramos 100 los participantes con derecho a voto. Bueno incluso hasta se aprobó una cuestión intermedia de orden para ponerme por mayoría, menos mi voto, a presidir la mesa con el objetivo de que yo no siguiera hablando y hablando a favor de mi criterio y así procurar unanimidad. En definitiva en aquel momento, yo asumí la responsabilidad histórica de romper la unanimidad que me solicitaban muchos, en una cuestión tan importante como la que se estaba discutiendo y no transigí porque el texto se aprobó con mi único voto en contra. De lo cual aún hoy no me arrepiento y me recuerdo de ello cada vez que veo y oigo a los pioneros repetir la fórmula “seremos como el Che” en vez de la que yo planteé como más lógica y adecuada en respeto y consideración a lo que realmente significa la vida de Che de “aspiramos a ser como el Che”. Y ahora no me extraña que algunos dogmáticos de siempre y neo dogmáticos de la época actual o de último momento, se escandalicen con lo que aquí te digo. Este es mi criterio sobre el concepto de unanimidad.

En lo relacionado con la afirmación que me planteas dentro de tu pregunta al respecto de estos conceptos de unidad y unanimidad que repito textualmente: “que influencia puede haber tenido su no adecuada interpretación, en las limitaciones críticas de la intelectualidad cubana y de los medios de comunicación de Cuba al proceso que se desarrolla en su país desde el triunfo revolucionario de 1959”. Te reitero que sí que considero que lo que tú dices así. Ha tenido en mi criterio una real influencia.

Con esto pienso que ha sucedido algo similar a lo que planteó Raúl Castro en su trascendental discurso del pasado 26 de julio, del cual como tú sabes ya tengo publicados tres artículos (uno en El Puerto Información de Cádiz y dos en la República Digital de España, comentándolo favorablemente y en la actualidad reviso un cuarto para publicar próximamente en La República digital de España). Cito a Raúl “…estamos en el deber de identificar con precisión y valorar con profundidad cada problema en el radio de acción en que actuamos, para enfrentarlo con métodos convenientes. Es algo muy distinto a la actitud de quienes usan las dificultades como escudo frente a la crítica por no actuar con la celeridad y efectividad necesaria o por carecer de la sensibilidad y valentía política requerida para explicar que algo no puede solucionarse de inmediato” Por mi parte subrayo la frase “Es algo muy distinto a la actitud de quienes usan las dificultades como escudo frente a la crítica”, porque se identifica también como causa de la gran ausencia de crítica que ha habido durante mucho tiempo. En este sentido, recuerdo todo lo que me sucedió en la Dirección de Juventud Rebelde durante 1967 y parte de 1968 cuando fui su Director y encabecé un movimiento de crítica pública a los problemas que afrontaba el proceso en aquélla época. Terminé fuera del periódico trabajando directamente en la agricultura en tareas manuales para las que no tenía salud ni hábito de hacerlo.

Esta es mi opinión al respecto de eso que planteas como posibilidad dentro de tu pregunta.

P: En su último artículo "A propósito del discurso de Raúl Castro (II): hay que construir el futuro sin detenernos en el tiempo", escribió usted: "tengo conciencia de que este planteamiento debe mantener muy preocupados a los que durante años han vivido a la sombra del triunfalismo y del paternalismo, o bien a expensas de un enfrentamiento ciego a ultranza repitiendo sus propias versiones polarizadas". ¿Considera que existen "sectores" que prefieren mantener una línea de autocomplacencia acrítica y justificativa a otra de verdadero servicio a los intereses del Socialismo y del pueblo? ¿Por qué los intelectuales "críticos" -al menos los que publican en la prensa de izquierda europea- hablan en términos generales y no identifican a los componentes de esos "sectores"?

Al respecto de esta pregunta te diré que eso que expreso textualmente en mi artículo que mencionas, constituye algo que pienso y que afirmo a toda responsabilidad. Porque en el caso de este discurso de Raúl Castro la posición que plantea sobre la necesidad de la crítica y de la superación de nuestros propios errores, que por cierto no es algo novedoso en él, pues he escuchado y leído en varias ocasiones y me atrevería a decir que en múltiples oportunidades, a Raúl expresar criterios similares a estos que afirma en el contenido de su último discurso, (que de paso te digo que comparto plenamente sus contenidos y esencias al respecto de la crítica que considero necesaria). Entonces estimo que es totalmente lógico que les “haya movido el piso” (tal y como afirmo textualmente en mi artículo que mencionas en tu pregunta) a quienes durante años han hecho carrera y profesión a costa de un dogmatismo y una ortodoxia a ultranza e inmovilista sobre la base del pensamiento oficial dogmatizado y esquematizado al uso, el que muchas veces según he afirmado en varios de mis artículos publicados en todo este tiempo, se ha revestido de un concepto de contra pensamiento único sin posibilidades de otros aportes enriquecedores para enfrentar al pensamiento único que pretenden los neoliberales establecer en el mundo. Muchas de estas personas como también he afirmado en algunos de mis artículos de prensa viven detenidos en las claves de los años 50 que entonces fueron muy válidas mientras que ahora ya no se corresponden b con las claves de la actualidad, claves de los 50 que por otra parte quieren imponer a ultranza a todos los demás sin tener en cuenta lo que Heráclito dijo y que también he parafraseado en múltiples oportunidades de que no te bañarás dos veces en el agua del mismo río. De similar manera también considero que se les ha movido el piso a los que se plantean con un enfrentamiento ciego a ultranza que le niega toda posibilidad de existencia futura a la Revolución y que han optado desde hace muchos años ya, por la alternativa de una derrota y una capitulación totales, así como por un derrumbe de todo sin tomar en cuenta las muchas y muchas cosas buenas que ha traído consigo la Revolución Cubana y que en mi opinión deberán preservarse a toda costa por encima de las ruinas de nuestros propios errores, tal y como he afirmado en algunos de mis últimos artículos publicados en La República Digital.

Esta es mi respuesta al respecto de este tema por ahora, y te digo que por ahora, porque como en otros más, similares o relacionados, los desarrollo con una mayor amplitud en un próximo libro que saldrá publicado para finales de año en España, sobre el cual a su debido tiempo me comprometo contigo a darte mayores referencias para que publiques en Hermes.

En cuanto a  la no identificación directa de esos sectores que mencionas entre los intelectuales que publicamos en la prensa del exterior sobre estos asuntos (y aquí quiero dejar bien sentado por mi parte la opinión muy personal de que muchos los hacemos en la prensa exterior porque en nuestra prensa local no hay cabida real para esas cuestiones. Por lo menos yo lo veo así), te diré que además de que no hay hábito efectivo de hacerlo de otra manera, también  siempre existe la posibilidad de que se plantee un silenciamiento total sobre quien sea más directo y específico al respecto y por lo general es preferible optar por la alternativa de que “al menos del lobo un pelo”, porque hacerlo desde adentro es bastante complicado precisamente debido a la polarización existente de la cual te hablo en mi respuesta a tu primera pregunta.

También en lo que a mi se refiere, te diría, que yo he sido educado en una escuela de ver el hecho en sí y no a la persona que comete el pecado, por denominarlo de una forma más teológica y que lo importante es superar, rectificar, cambiar y/o reformar el problema a los efectos de que se resuelva para todos y no se generalice, en vez de atacar a la persona en sí misma que lo comete. Esto está contenido en la lógica de las perícopas del Evangelio que he citado en el transcurso de mis respuestas a tus preguntas hasta este momento.

P: Advierto que los "críticos" cubanos que escriben en la prensa de izquierda europea se refieren a los sectores "burocráticos", "dogmáticos" que aplican "formas totalitarias" en el país ¿qué poder real considera usted tienen tales sectores que hacen que precisamente los "críticos" tengan que publicar en el exterior y no en la prensa nacional?

Aquí voy a ser muy escueto y casi lapidario en mi respuesta, por razones muy obvias: Yo pienso que lamentablemente por el momento es mucho ese poder y que para salvar definitivamente a la Revolución de su propia auto destrucción que en mi opinión es la única manera de que esta derrumbe y su destrucción se haga efectiva, es logrando revertir esta situación mediante el diálogo y el razonamiento lógico y oportuno. Como también te afirmo que para lograrlo en definitiva nos queda cada vez menos tiempo efectivo a esos efectos. De aquí las esperanzas que cifro al respecto de los planteamientos de Raúl sobre la necesidad de la identificación de errores y de la crítica oportuna profunda y comprometida.

Creo que a buen entendedor con pocas palabras bastan.

P: En sus artículos -al menos los que he leído- se refiere usted a un amplio abanico de temas. Hay uno que me ha llamado poderosamente la atención: el diálogo entre los cubanos ¿cuál sería para usted "el universo" de esos dialogantes y sobre qué temas en concreto se debería dialogar?

También en esta respuesta voy a ser muy concreto, no solo porque ya llevo unas 15 cuartillas, sino porque será un tema ampliamente desarrollado en uno de los dos libros míos que próximamente se van a publicar en España, sobre el cual te reitero que te daré en el tiempo oportuno todas las referencias necesarias sobre su fecha definitiva y su publicación efectiva.

En este sentido, quiero aclararte que tengo dos nuevos libros próximos a salir en España para fines de año, este del que te he planteado dos referencias importantes en mis respuestas a las últimas preguntas y que por el momento no debo ser más explícito y otro de 500 páginas y empastado que con el título de MI TESTIMONIO MUY PERSONAL recoge una amplia selección de trabajos publicados en la prensa desde 1999 a la fecha, así como algunas cosas inéditas y confesionales que quiero queden ampliamente impresas de conjunto en lo que considero como teólogo laico católico, la última y final etapa (que no puedo predecir de cuánto tiempo será en definitiva) de mi peregrinaje terrenal rumbo a la Casa que no se Acaba tal y como mucho denominamos a la muerte que inexorablemente a todos sin excepción nos habrá de acoger, sobre la cual siempre durante mi vida he procurado ser muy realista al respecto porque aquí en este planeta nadie, absolutamente nadie, se va a quedar para semilla.

Y para ser muy concreto en mí respuesta, cito un fragmento textual de mi último artículo al respecto de este tema publicado en el periódico POR ESTO!, de Mérida, Yucatán, México con el titulo “Dialogar la única alternativa civilizada y patriótica”:

“En el afán de ser totalmente explícito debo puntualizar que no abogo por un escenario único y totalizador, para el que sería necesario comenzar por el escabroso trámite de los mandatos que corresponde a instancias oficiales o, cuando menos, institucionales,  sino  por múltiples y diversas estructuras de intercambio en ninguna de las cuales tendrían espacio  los desenfrenos, la negación nihilista o las batallas campales ― ni siquiera verbales― sino por  un espacio de encuentro y de concertaciones en bien del pueblo así como del futuro de paz, justicia y desarrollo cuyas bases deberíamos legar a nuestros hijos y nietos. ¿Es concebible un diálogo semejante entre los que postulamos un socialismo democrático y los que sostienen otras opciones? Sí, lo es, no albergo la menor duda siempre y cuando unos y otros actuemos obedeciendo, únicamente, a nuestra inteligencia y convicciones personales.

Se hace entonces necesario definir desde el principio de qué diálogo estamos   hablando y quienes concebimos que deben dialogar en vez de enfrentarse por la fuerza unos a otros. Personalmente, por lo menos, debo decir que el diálogo primario que en mi criterio resulta esencial y que es del cual he estado escribiendo es el diálogo de los cubanos con los cubanos, sin que se mezclen para nada los que en otras partes del mundo están guerreando de forma imperiales contra los pueblos como bien pudiera ser Irak por ejemplo. Puedo afirmar a toda responsabilidad que en ninguno de mis escritos publicados al respecto que ya son unos cuantos he confundido las cosas, porque siempre he hablado de un diálogo inclusivo de los cubanos, de todos con todos sobre la base del respeto y de la igualdad y sin que algunos de los participantes quieran o pujen en pro de las revanchas, los odios y las destrucciones totales. Además siempre lo he planteado como propuestas iniciales, en las que todos los que nos interesen y tengamos algo que decir deberíamos opinar en el espíritu de completar y perfeccionar la idea que muchos estamos planteando.“

Este trabajo fue publicado en POR ESTO! Con fecha domingo 12 de agosto del 2007 y quizás sería interesante que se leyera completo a la luz de esta entrevista http://www.poresto.net/content/view/12018/60/.

Para concluir quiero expresar que considero muy lamentable que haya habido quien en estos últimos cruces de correos, planteara en un Emilio circulado por aquí, que mis concepciones expresadas a favor de un diálogo inclusivo de todos con todos, requieren de un tratamiento psiquiátrico de mi persona. Yo reconozco el derecho absoluto a opinar en contra o distinto a lo que expreso, pero nunca a que se me insulte o se haga mofa con frases desagradables e injustificadas como esas, que en definitiva a quien más desprestigian es al que las expresa, al que por demás nunca he insultado ni le he faltado el respeto. Entonces solo le solicito más cordura y respeto para con mi persona tal y como yo he respetado y respeto sus criterios. Este tipo de opiniones insultantes no son consecuentes con la ética del debate, ni con el debido respeto a cada participante en específico. Yo nunca me he dedicado a insultar a los demás en mis artículos de prensa. Cosas así no ayudan para nada y en cambio complican mucho las situaciones existentes. Solo quiero decir esto al respecto por el momento. Quizás en el futuro deba añadir algo más sobre el particular desde La Habana, Cuba, en donde vivo y de donde no pretendo marcharme bajo ninguna circunstancia ni problema que confronte, porque igual que manifiesto un alto respeto por los demás que de viejo se me ha ido incrementando, también tengo muy en alto mi estima personal y la defensa de mi dignidad de ser humano.

Epílogo

Finalmente haciendo uso del generoso ofrecimiento que me planteaste en el correo de envío de este cuestionario, de que si consideraba necesario añadir alguna cuestión por mi parte no incluida dentro del universo de tus preguntas, que la añadiera, quiero aprovechar la oportunidad para reiterar mi criterio de propiciar concertación y respeto a todos así como  renovar mis deseos de que dialoguemos civilizadamente, con franqueza y honradez, procurando por sobre todo el respeto por el derecho ajeno como principio esencial que garantiza la paz.

Considero de que todos debemos dejar a un lado los rencores y los odios que nos corroen y nos retuercen por dentro y que deberíamos trabajar juntos para encontrar una reconciliación con principios en bien del pueblo y de la Patria, obviando los ataques personales, los insultos y las descalificaciones de unos contra otros, a los efectos de mirar principalmente hacia el contenido de los que son los problemas que  tenemos que resolver.

Pero  en paralelo insisto a los que quieren destapar la caja de Pandora de los insultos y los problemas personales y muy especialmente a los que me han atacado con mentiras, con insultos y con miserias humanas, que quizás no hayan medido adecuadamente el número que calzan las hormas de mis zapatos, pues ya tengo en proceso editorial para publicar muy pronto un tercer libro de testimonio y confesiones en el que junto con mis experiencias de vida en todo este proceso que no resultan ser pocas por motivo de mi tiempo de militancia revolucionaria ininterrumpida que ya alcanza a los 50 años, hablo descarnadamente sobre mis errores e incluso defectos, lo que no me da ningún miedo hacerlo, así como tampoco de que en definitiva los que intentan hacerlo quizás de manera inconsciente, logren destapar la caja de Pandora de marras, porque entonces tendríamos que ver a cómo tocamos todos. Como dice el pasaje evangélico no hay nada oculto que no haya de saberse y pudiera ser que algunos lamentablemente se encontraran con determinadas sorpresas en su camino de mentiras, rencores, odios e injurias porque quien siembra vientos recoge tempestades. Por eso considero que lo más justo y lo más civilizado es respetarnos todos por encima de todo.

Añado además que  en lo personal mi ejercicio teológico no incluye el poner la otra mejilla sino el tomar en la mano con toda firmeza el atajo de sogas con que Jesús vació de mercaderías las mesas de los mercaderes del templo, a quienes además no dudó en azotarlos. Digo esto porque el Evangelio pone ante nosotros estas dos opciones de vida como totalmente válidas y refrendadas por la acción del Maestro y repito con todo respeto por los que así no lo hacen que  yo en uso de mi libre albedrío humano y teológico opto por la del atajo de sogas en vez de poner indiscriminadamente la otra mejilla.

Para terminar con toda la franqueza que siempre me ha caracterizado pido  también respeto de la misma forma que yo respeto las de los demás, para mis creencias cristianas específicamente católicas y así lo especifico porque me encuentro en plena comunión con la Iglesia Católica en que me eduqué y no me ruborizo para nada en afirmarlo. Mis convicciones  religiosas van detrás del ejemplo de Jesús de Nazaret y en la tierra de los paradigmas humanos como lo han sido los de Alfonso Comín y los del Padre Llanos en España, quienes durante sus fecundas vidas no dudaron en proclamar  su compromiso Católico y Comunista a la vez, así como los ejemplos vivos que son para mí en la actualidad Don Pedro Casaldáliga poeta, místico, líder de los desposeídos brasileños y obispo emérito de la Iglesia Católica junto con el Padre Benjamín Forcano teólogo moralista español, comprometido con los pobres y con la Teología de la Liberación a quien considero maestro y consejero en mis afanes  teológicos y espirituales.

En esta consideración les deseo a todos, paz, felicidad y amor supremo, sin albergar ni rencores ni odios por nada ni por nadie en particular

P: Le agradezco mucho el tiempo que ha dedicado a responder a mis preguntas