LA SINALEFA AL FINAL DE UN VERSO Esta página forma parte de
LA POESÍA
La métrica es una técnica que se utiliza en poesía con el fin de arrancar a un conjunto de versos un determinado ritmo. A esto también contribuye la rima, la
posición de los acentos rítmicos, las pausas, los encabalgamientos, el tono y el uso de formas gramaticales como sustantivos, adjetivos y verbos.
La sinalefa es la reunión en una sola sílaba de dos o más vocales contiguas que pertenecen a palabras distintas. Se subraya lo de
palabras distintas para hacer una clara distinción entre diptongo y sinalefa.
Hay, dos excepciones muy claras a esta regla. La primera, relativa a la cesura de los versos:
Si dos vocales pertenecientes a palabras distintas ocupan lugares inmediatamente anterior (la una) y posterior (la otra) a la cesura de un verso, no se puede dar
la sinalefa entre ellas.
La segunda, —casi siempre obligatoria— es la imposibilidad de que dos sílabas correspondientes a palabras
diferentes formen sinalefa (o sinéresis), si sobre una de ellas coincide el acento principal del verso, esto es, en la penúltima sílaba.
Antonio Quilis afirma que:"El patrón normal de nuestra métrica es el eje rítmico sobre el núcleo silábico de la penúltima sílaba, y, como
es lógico, una sílaba más"
Además de su significado típico, Antonio Quilis emplea esta palabra para indicar que existe un eje de ordenación vertical de la última sílaba acentuada que recorre todos los versos
de una estrofa.
Este eje rítmico integra en la penúltima sílaba métrica de cada verso:
a) el acento principal
b) la cantidad de sílabas
c) la inflexión del tono
d) la rima, o
reiteración del timbre de los últimos fonemas.
Es decir, los cuatro elementos
del sonido —acento, intensidad, tono y timbre—. Antonio Quilis pone como ejemplo de estos elementos la siguiente estrofa octosílaba (quintilla) de Nicolás Fernández de Moratín:
Madrid, castillo famoso,
que al rey moro alivia el miedo,
arde en fiestas en su coso
por ser el natal dichoso
de Alimenón de Toledo.
El eje rítmico de esta estrofa
se constituye del siguiente modo
------------ sílabas 1ª a 6ª ----------- | 7ª |
8ª |
Ma-drid,-cas-ti-llo-fa- |
mo | -so |
que~al-rey-mo-ro~a-li-via~el- | mie | -do |
ar-de~en-fies-tas-en-su- |
co | -so |
por-ser-el-na-tal-di- |
cho | -so |
de~A-li-me-nón-de-To- |
le | -do |
Este eje es realmente el centro de la estrofa, y a partir de él consideramos:
a) el ritmo yámbico o trocaico de cada verso
b) el número de sílabas de cada verso
c) la forma cualitativa de la rima
d) la forma cuantitativa de la rima
e) la inflexión tonal
f) la frontera versal
g) el tipo de estrofa,
según sean iguales o diferentes los versos.
En vista de tales conceptos y afirmaciones, y sabiendo que todo el peso del verso está basado en esta penúltima sílaba, hay que preguntarse si es posible hacer la sinalefa con esa
sílaba.
Tomás Navarro Tomás, en "MANUAL DE PRONUNCIACIÓN ESPAÑOLA" dice lo siguiente:
Vocales iguales, con acento, entre palabras diferentes, se hace sinalefa:
y~en-ti-mi-ré~el-em-ble-ma-de-mi-vi-da
(11 sílabas)
Esta reducción, sin embargo no suele verificarse cuando se pronuncia con lentitud o con afectación, ni tampoco
en el verso cuando sobre algunas de las expresadas vocales cae un acento principal de carácter rítmico o enfático, ejemplo:
el vulgo indigno de tu
noble / estro = 11 sílabas (la no sinalefa con la sílaba principal del verso)
y era llorar
tu /
único destino = (la no sinalefa con la sílaba 6ª de un verso
endecasílabo)
Vocales diferentes, con acento, entre palabras enlazadas, se reducen de ordinario a una sola sílaba:
un
hombre~entró~embozado
hasta los ojos = 11 sílabas
No tiene lugar, de ordinario, esta reducción, cuando se habla lenta o enfáticamente, ni cuando el acento que llevan las vocales enlazadas es el último del verso. (Penúltima sílaba).
Ejemplos:
detenida en el polvo de
la / hoja = 11 sílabas (la no sinalefa con la sílaba principal del verso)
sonó pausada en el reloj
la / una = 11 sílaba (la no sinalefa con la sílaba principal
del verso)
Que con toda
su / alma lo quería = 11 sílabas = (la no sinalefa con la
sílaba 6ª de un verso endecasílabo)
El número de versos en los que dos vocales pueden pronunciarse como sinalefa, siendo una de ellas la que lleva el acento principal del verso, es mínimo.
Los ejemplos encontrados en la poesía de Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y Miguel Hernández, cumplen lo establecido por Tomás Navarro en el 100% de las ocasiones. Hay ejemplos de
estos poetas que merece la pena comentar:
De varias poesías de Antonio Machado:
huyendo~entre los árboles
de / oro (11 sílabas).
Rubén
Darío~ha muerto // en
sus tierras de / oro = 11 sílabas (7 + 7)
y yo pienso:
Tú~eres buena
= (8 sílabas)
Un verso de Rubén Darío:
su melodiosa lluvia // de tórtolas de / oro = 11
sílabas (7 + 7)
De Miguel Hernández en "EL NIÑO YUNTERO":
cada nuevo
día / es = (8 sílabas)
Y como raíz
se / hunde = (8 sílabas)
De Juan ramón Jiménez:
Mis ojos sobre tus ojos
tu~alma dentro de mi / alma = (8 sílaba) aunque esto está algo dudoso. ¿Hace la sinalefa en tu~alma y no la aplica en
mi / alma?
Por eufonía, está comprobada la no conveniencia de la sinalefa en la sílaba principal del verso; el eje rítmico
de la estrofa no puede ni debe verse alterado por una sinalefa. El número de ocasiones en que puede darse tal situación es mínima, y que por ello, ante la
duda, siempre es preferible buscar otra palabra para evitar el mal efecto.
Es discutible el caso de la sinalefa entre sílabas cuando en una de ellas recae el acento central del verso. Es el caso del típico acento en 6ª de los versos endecasílabos. La
sinalefa en este caso se da sin lugar a dudas, ahora bien, también es cierto que el efecto que produce no aconseja la sinalefa en esta posición.
Se puede afirmar que la regla que rige para la sinalefa, no es posible —o no está permitida—, si en ella interviene el acento principal del verso.
Esta regla puede extenderse, de forma aconsejable, a los versos de arte mayor cuando la sinalefa coincida con el segundo acento en importancia de los versos.
En el endecasílabo, cuando esté acentuado en 6ª ó cuando no estando acentuado en 6ª, lo esté en 4ª y 7ª (ritmo dactílico) o en 4ª y 8ª (ritmo yámbico)
En el decasílabo, cuando esté acentuado en 6ª (ritmo anapéstico); cuando esté acentuado en 5ª (ritmo trocaico);
cuando no estando acentuado en 5ª lo esté en 3ª y 7ª (ritmo trocaico).
En el eneasílabo, cuando esté acentuado en 5ª (ritmo anfibráquico); cuando esté acentuado en 4ª y 6ª (ritmo yámbico)
La métrica es una técnica harto compleja, que incluye diversos factores y que se estudia desde distintos puntos de vista. Es importante recordar que en la
sinalefa hay mucho de convención métrica ya que, por ejemplo, el uso de signos de puntuación (comas, punto-y-coma, dos puntos, puntos suspensivos, etc.) no impiden
la sinalefa y esto afecta claramente al conteo de sílabas en contraposición de la forma de recitar el verso.
Posiblemente exista una brecha abierta entre los poetas y los expertos en fonología y lingüística.
Los principales textos sobre poética están escritos por los expertos Tomás Navarro Tomás, Antonio Quilis, Andrés Bello, etc.) y las
reglas que promueven son la conclusión de siglos de experiencia y de estudio.
DIRECTORIO
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