En el valle del Nilo germinó durante el
tercer milenio antes de Cristo la cultura egipcia. Su desarrollo se
debió a unas condiciones de vida extraordinariamente favorables, a la
fertilidad del suelo a causa de las inundaciones anuales del gran río
y a su relación con las culturas mediterráneas del Oriente Próximo.
No así el Magreb, donde Marruecos
funciona con cierta rémora, como un área receptora de las distintas
corrientes tardías neolíticas.
Lo mismo sucede al iniciarse la edad del Bronce (2.000
antes de J.C) Marruecos queda un tanto marginado de los grandes focos
difusores.
Esto explica que cuando se inicia la colonización
fenicia, las diferencias entre ambas orillas del Estrecho fueran
acentuadas. África seguía sumida en un fuerte ambiente Neolítico y
arcaizante. Este panorama vecino ayuda a comprender la posición de
Canarias en la retaguardia de este proceso.
En esta visión Wölfel consideraba la cultura egipcia
como algo aparte al Norte de Africa, sector que siempre representó
para los nilotas algo así como los bárbaros para los griegos. Sin
embargo, esta separación entre Egipto y el resto de Africa del Norte
es más aparente que real. Los elementos populares viven
mezclados. Así, cuando los libios -en las XXII-XXIII Dinastias (900 años
antes de J.C.)- llegan al poder y revitalizan la monarquía egipcia,
se está asistiendo a un acoplamiento con otras culturas y
procedencias norteafricanas que no son estrictamente egipcias.
Prueba de ello lo encontramos en los cultos a
los dioses o Divinidades consagradas. Por ejemplo, algunos autores
apoyan la tesis que el culto del carnero de Amón llegó a Egipto
desde el Oeste. Resch, sostiene que las representaciones de carneros
con discos solares que se ven en el arte rupestre del Atlas y del
Sahara, como el celebre de Bu Alem, serían de la época del Bubalus
antiquus y por lo menos mil años anteriores a la presencia de las más
antiguas representaciones del carnero de Amón en el arte egipcio.
Para la opinión de E. Zyhlahrs para el cual los
Tw país de Z'tj citados en la lista VII de Tutmosis III serían los
mismos pueblos Thnw o hehenu o thenios repetidamente citados en las
fuentes egipcias, pastores de ovejas y vacas de los oasis
occidentales, a los cuales se debía el culto al toro y al carnero en
sus diversas manifestaciones en la religión egipcia.
En este capítulo a las Divinidades consagradas de la
cultura egipcia, no podia faltar Anubis, la Divinidad funeraria, y que
para los canarios prehispánicos y los benahoritas representaba un espíritu
cuasi-demoníaco y que se les aparecía bajo forma de perro "mui
grande i lanudo", dándoles el nombre de tibicenas en Gran
Canaria. Quisiera aportar mi opinión referente a este tema, con la
reflexión que manifiestan algunos historiadores referente a que
"era lógico que lo negativo tuviera cuerpo de perro, porque los
textos señalan la presencia de canes asilvestrados que constituían
un claro peligro para el ganado y las personas". -¿No podía
caber la posibilidad, también, que este espíritu demoníaco, fuera
una creencia aportada por los egipcios -bajo la forma para ellos de
Anubis- a la cultura idolátrica de los aborígenes canarios y
asentada en el subconsiente colectivo de los aborígenes durante
milenios?-
Anubis, Divinidad funeraria a la
que se atribuye el invento de la momificación. Se representa bajo
forma de perro negro, o como un hombre con cabeza de perro. Guardián
de las necrópolis, velaba protegiendo a los muertos contra sus
semejantes, perros y lobos. Incluso se le rindió especial culto en
"la ciudad de los perros", la "cinopolis" del
Antiguo Egipto.
Lo vemos, también, en el mito poético
que reconstruye el lenguaje mágico de la Europa antigua mediterránea.
"El perro con que se representa a Esculapio, como el perro Anubis,
el compañero del egipcio Thoth, y el que siempre acompañaba a
Melkarth, el Hércules fenicio, es un símbolo del Infierno así como
de los sacerdotes del perro llamados Enarios que atendían a la Gran
Diosa del Mediterráneo Oriental y se entregaban a frenesíes sodomíticos
en los días caniculares cuando aparecía la estrella del Perro,
Sirio".
Así, Marcy (1962) no aceptó la denominación de Plinio
dada a Canarias como "Canaria, así llamada por la población de
canes de gran tamaño, de los cuales se llevaron dos al rey Juba"
y prefiere ver en su etimología un derivado del pueblo libio de los
"canarii" que se establecen en la orilla meridional de
Marruecos. Este grupo sería el portador de las distintas creencias en
torno al "culto al perro", con la práctica de la cinofagia.
Un ejemplo representativo más de la cultura egipcia en
el Norte de África, es la momificación, prácticamente desconocida
en el Magreb y el Sahara. Pero que, habría que remontarse a 3.500 años
antes de J.C., en el yacimiento de Um Umagiat, en el Acacus, donde al
lado de pinturas rupestres del periodo pastoril bovino se halló una
momia; cerca de esta momia aparece una representación de la barca
solar funeraria, claro influjo de la mitología egipcia.
Con estos paralelismos tan significativos entre la
cultura aborígen y la egipcia. Hago una reflexión: ¿hubieron
aportes o contactos culturales entre los aborígenes canarios y la
cultura egipcia, a través de los circuitos comunicativos del Norte de
Africa durante el período Neolítico?.
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