Armaduras


En los finales del siglo XV, las técnicas europeas de fabricación de armaduras estaban en su momento culminante. Se habían desarrollado en talleres de artesanos muy especializados, extremadamente celosos a la hora de divulgar sus secretos profesionales. Tanto era así que incluso en nuestros días se tienen serias dudas de la manera en que eran capaces de dar forma a un almete sobre una sola plancha de metal. Su labor exigía no sólo conocimientos considerables, sino una infraestructura importante. Para martillear en frío las láminas de acero eran necesarios un amplio juego de moldes y unas poderosas ruedas hidráulicas que simunistraban la energía suficiente para mover los martinetes.

Los grandes centros europeos de fabricación de armaduras estaban en Augsburgo, Nuremberg, Solingen y Milán. Habíoa dos grandes tradiciones en el diseño de las piezas. Las armaduras alemanas eran contundentes y pesadas, con petos de dos piezas. Solían estar adornadas con relieves muy acusados y llevar adornos de latón en los bordes. Por el contrario las armaduras italianas tenían formas más gráciles y curvilíneas, con superficies redondeadas de aspecto liso y petos de tres piezas. Las suaves líneas que las cubrían no tenían una función decorativa, sino que servían para "dirigir" la punta de la espada enemiga que chocara con la pieza, alejándola de las partes vitales del combatiente. Si una hoja de acero daba contra el centro del peto, las acanaladuras de su diseño nunca la dejarían desbalar hacia el cuello, sino que la desviarían en dirección a los hombros y la espalda, donde pasaría de largo sin hacer daño.

Esos dos estilos, el alemán y el italiano, confluyeron en el siglo XVI en un sólo, llamado "Maximiliano". Éste recibe su nombre por el emperador Maximiliano de Austroia, que en más de una ocasión llevó a sus fuerzas a luchar en los campos de Italia, favoreciendo la mezcla de tradiciones en el trabajo del acero. Las armaduras maximilianas se reconocen por las estrías paralelas que cubren su superficie, con una funcióon un tanto ornamental como de refuerzo. Estuvieron de moda hasta 1530.

Los rodeleros y los piqueros solían protegerse con un casco de acero, gola y coraza con escarcelas para el abdomen. A este tipo de quoipación se le denomina "armadura de tres cuartos". Normalmente se trataba de piezas producidas en gran número, que luego el herrero del campamento adaptaba a las medidas corporales del usuario. En lugar de peto y espaldar muchos usaban la brigantina, una recia prenda de cuera entre cuyas capas se colocaban pequeñas láminas de acero sujetas con remaches. Esta pieza defensiva era más ligera y flexible que la coraza, aunque ofrecía mucha menos protección, en especial ante los golpes dados con armas contundentes, como la alabarda.


Tres lansquenetes alemanes. El primero de ellos porta un montante apoyado en el hombro, un peto maximiliano con escarcelas y se toca con una recia borgoñota. Ilustración de Emilio Arreondo.

 



Ver: Introducción, escudos, cascos y espadas

Pablo Martín Gómez "Hombres y armas en la Conquista de México". Editorial Almena