A mis Amigos del Alma


Tengo guardado el copihue
que cortara de tu patio un día
cuando moría el sol de la tarde,
copihue que marchitó sus pétalos
pero no el sentido 
que guardan sus estambres.
Patio temucano de aquellos días
en que hablábamos de la vida,
de los sueños realizados
y de los que han ido quedando,
risas que compartíamos
porque uno de ellos, estaba cristalizando.
El té bajo la sombra del toldo
que cubría el sol temucano,
sol al que yo seguía con hambre
con ansias inmensas de guardarlo.
Miradas serenas de gente buena
cantos compartidos
y lágrimas silenciosas
que nos unieron aquellos días
de poesías, pinturas y rosas.
AMIGOS, así, con mayúscula,
tú, poeta de la tierra
que pintas araucarias solitarias,
tú, maestra de ojos dulces
de sonrisa melancólica y palabras.
Tu nombre Eduardo, el tuyo, María Eliana.
Amigos, amigos del alma.
Caminamos tantos rios, tantos bosques,
compartimos los trinos, el cielo,
los caminos pedregosos, el mar,
los volcanes majestuosos, 
los olores a la tierra.
Compartí vuestras vidas, ustedes la mía,
sin rodeos, con la verdad.
Ustedes allá lejos en distancia
junto a mi de corazón.
Algún día...algún dia no lejano
quizás volveré a mirar un copihue,
en aquél, vuestro patio temucano!

 

 

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