El
ático 2
LA NIÑA
Daniela esa noche dormía
agitada. Se obligó a despertar, se levantó y fué a la cocina. Bebió un
vaso de leche tibia y volvió a la cama.
Algo llamó su atención, parecia el llanto de una niña. Pero de dónde?
En su casa solo estaba ella y su gato, el que dormía apaciblemente a los pies
de su cama. El llanto parecía venir de muy cerca. Abrió el closet, y
escuchó.
Efectivamente el llanto de una niña llenaba el ático.
Subió como pudo y alli la vió, en medio de la habitación a oscuras.
Encendió una vela y la imagen de la pequeña se dibujó nitidamente.
Parecía tener tres o cuatro años. Sus ojitos café oscuro y el cabello
ensortijado y negro lo llevaba corto, cayendo algunas mechas sobre la frente.
.- Qué haces aquí pequeña?
Vengo a buscarte, contestó con su vocecita menuda, quiero que vengas conmigo.
,- Iré donde quieras, pero dónde vives ? Que haces aquí en mi casa ? Cómo
entraste?
Las preguntas se atropellaban en la boca de Daniela, la que por supuesto no
entendía que estaba pasando. Miró a la niña, su carita le era familiar.
!Claro ! Si es la misma chiquita que ví cuando vine al ático la primera vez
!
.- Cómo te llamas pequeña?
Paula, respondió, mirándola con sus ojitos llenos de lágrimas.
.-Y dónde quieres que vaya ?
No quiero que vayas, respondió, quiero que te quedes aquí, conmigo.
.-No tienes sueño ?
Con ternura, Daniela tomó a la niña en sus brazos, acunándola, como si
fuese un bebé.
No supo si se habían dormido las dos. Al darse cuenta que la niña seguía
en sus brazos, se quedó muy quieta. Entonces se vió a sí misma,con la edad
de Paula.
Estaba de la mano de su
padre.
Se vió con su abriguito celeste, el que tenía unas flores bordadas en el
cuello. Se detuvo al lado de un enorme jarrón de arcilla marrón en el que
crecían geranios rojos. Su padre la miraba con los ojos llenos de orgullo,
apretando su mano, como queriendo retenerla siempre así, protegida y amada.
Hablaban de lo que veían. Los árboles del parque brillaban luciendo sus
racimos de flores blancas perfumadas. Entre ellos el cielo se dejaba ver
celeste. Le pidió a su padre que la cargara en sus brazos, a lo que él
accedió gustoso y sonriente.
.- No puedo papito, dijo, poniendo una carita de tristeza.
.- Que es lo que no puedes m`ijita? Dime que papá te lo dará.
.- No puedo tocar el cielo papá, parece que se va muy lejos..mucho..mucho..
.- Mijita! Mi preciosa muñeca, el cielo no lo podemos tocar con las manos.
Mira, sólo si piensas mucho podrás hacerlo, pero no con tus manitos. En tu
cabecita, hay algo llamado cerebro, allí, en un rinconcito, hay algo llamado
imaginación. Si cierras tus ojitos verás que si piensas mucho en lo que
quieres, podrás hacerlo con la imaginación, entonces, no sólo podrás tocar
el cielo, sinó también volar por él.
Daniela, pasó sus brazos alrededor del cuello de su padre, y besándolo le
dijo...
._ No importa papito mío, mejor me quedo a tu lado, no quiero volar me dará
miedo si no estás allí conmigo.
El la abrazó. Cuánta ternura sentia por esa chiquilla suya, que parecia
mucho mas grande de lo que era.
.- Ya es hora de irnos a casa mijita, o mamá se enojará si no estamos a la
hora de almuerzo.
Emprendieron el camino de regreso, cantaban y reían. La niña no dejaba de
hablar, y corría para que su padre la alcanzara.
--Daniela, pareció volver de su sueño, la niña dormía plácidamente en sus
brazos...
.-Mamá ! Gritó, al entrar a su casa, abrazando a su madre, que la esperaba
con los brazos abiertos.
Su hermanita dormía en la cuna. No la quería.
Ella había llegado para quitarle a su papá, y su mamá pasaba preocupada de
la recién nacida. Se acercó a mirarla. Su madre le advirtió que no la
despertara.
¿Nunca podría tocarla ?
Ella quería jugar, y no la dejaban, para peor, cuando despertaba, se ponia a
llorar, lo que hacía que se tapara las orejas. Invariablemente su mamá le
preguntaba que le habia hecho.
Le dieron ganas de llorar.
.- Dónde esta el bambi? preguntó al no ver a su perro.
.- Está en el patio, contestó su mamá, la Rosa hoy enceró la casa y el
bambi la ensucia de nuevo.
Se puso a llorar desconsoladamente. Quién se creía esa Rosa para echar fuera
a su perro?
Se sentó junto a la puerta del patio, llorando a todo grito.
.- Deja ya de gritar que despertarás a tu hermanita !
No le hizo caso. Su madre entonces, ya enojada, la tomó por un brazo y la
llevó al baño para mojarle la cara con agua fría. Cesaron los llantos, pero
seguia sollozando calladamente. El bambi, afuera, parecía entender,
aullando lastimosamente.
Se sentó en la escalera. Unos golpes en la puerta la alertaron y corrió a
avisarle a su madre que golpeaban.
Era su Tata, su adorado Tata !
Lo primero que hizo el Tata, fué tomarla en sus brazos, le vió los ojos
rojos, y le preguntó a su hija:
.- ¿Por qué estaba llorando la niña?
Porque se portó mal, papá. Le di una palmadita suave y le lavé la cara con
agua fría.
Al Tata se le llenaron los ojos de lágrimas, y abrazando fuerte a su nieta,
dijo,
._ Si no quieres que vuelva mas por aqui, dímelo, pero no le pegues a la
niña!
Tomó su sombrero y se dispuso a marchar. Daniela, le tomó de la mano,
.- No se vaya tatita, cuénteme un cuento de hadas.
El viejo suavizando la mirada, se fué con ella al patio, y sentándose bajo
el duraznero, tomó a la niña en sus rodillas, para contarle el más bello
cuento de hadas que haya inventado jamás.
Bambi, a los pies de él, los miraba con sus ojos humildes y buenos...
Daniela, se durmió profundamente. En sus sueños veía a su abuelo, con su
enorme bigote, su voz tan querida, que la iniciaba por los caminos de la
imaginacion.....
Volver
Siguiente
|