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VERDADES Y FRAUDES DE LOS TRATAMIENTO DE BELLEZA DETRÁS DE MUCHOS AVISOS PUBLICITARIOS SE ESCONDE UN BUEN NÚMERO DE ENGAÑOS. SEPA CÓMO DISTINGUIR A LOS BUENOS MÉDICOS. Rejuvenecimiento facial y corporal sin cirugías, cirugías estéticas sin dolor ni hospitalización, incorporación inmediata al trabajo…, son algunos de los avisos que periódicamente aparecen en los diarios y revistas. Pero l realidad, es este caso, no suele ser tan simple. La cirugía estética bien hecha requiere de un infraestructura quirúrgica, un proceso más o menos largo de información, diagnóstico y tratamiento de belleza, y un postopertorio, aun que sea muy breve. A ningún profesional serio se le ocurriría enviar a trabajar a un paciente 10 minutos después de haberle practicado una rinoplastia o un aumento de pecho y menos aún, se atrevería a hacer ofertasmás propias de un supermercado que de un centro médico.
Aún así, esta profesión agrupa a buenos cirujanos plásticos que hacen intervenciones estéticas, a médicos de otras especialidades que suelen poner en práctica ciertas técnicas plásticas, por ejemplo, un otorrinolaringólogo que puede reparar bien una nariz y, a profesionales sin preparación que compran un cartel, lo cuelgan en el consultorio y hacen todo menos cirugía. El principal problema con que se puede encontrar un paciente es, entonces, la falta de preparación de su médico. Muchos cirujanos o pseudocirujano ofrecen a sus pacientes una intervención rápida en el propio consultorio de tratamiento de belleza aduciendo que no requiere ninguna preparación previa. Esto es absolutamente falso porque la cirugía eficaz requiere un conocimiento profundo del paciente y una etapa previa para evaluar técnicas a seguir. Además una intervención de estas características debe realizarse en un ámbito adecuado, que garantice las condiciones de asepsia y el control de los riesgos, ya que estamos hablando de un auténtico acto quirúrgico y no de un tratamiento de belleza que puede administrar cualquiera. LA MESOTERAPIA NO PUEDE APLICARSE EN TODOS LOS CASOS Otra práctica común es ofrecer técnicas que, en realidad no son quirúrgicas y que los expertos engloban dentro del concepto “medicina estética”. El “micropeeling”, la mesoterapia etc, suelen realizarse en pseudos quirófanos, con una efectividad muy reducida. La mesoterapia, cuyo tratamiento consiste en inyectar medicamentos en dosis mínimas, es una de las más frecuentes aunque su eficacia aún no está muy comprobada, por eso, sólo debería ser controlada por médicos capases de seguir el historial clínico del paciente y corregir sus hábitos deportivos y alimentarios. Otros tratamiento, en cambio son más inocuos. Los spa o centros de estética o belleza, que ofrece terapias no quirúrgicas pueden tener, incluso un efecto positivo, aunque sólo sea porque introducen una mejora en la calidad de vida del paciente –reducción de estrés, relajación, corrección de malos hábitos alimenticios…- que favorece la aparición de un aspecto más saludable. En todo tratamiento y en cada uno de los casos es importante que el paciente, antes de tomar una decisión definitiva, haga un adecuado balance de los riesgos y beneficios. Pues aunque muchos crean que la belleza es sinónimo de salud, es la salud la que hace realmente bella a una persona. Hay cientos de buenos cirujanos plásticos y estéticos, algunos de gran prestigio internacional. Por lo tanto, la proliferación de determinadas pseudoclínicas no hacen otra cosa que perjudicar la buena práctica médica y, como consecuencia, también a sus seguidores. Sitio Amigo: |
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