MENSAJE


Yo he visto una gacela fugitiva
Beber en los cristales de mi alma.
A cada sorbo suyo, daba yo
Mil sorbos de ansiedades en sus ojos
Acariciando sueños sin fronteras.
Hijo de Venus, dile a mi gacela
Que no coja el camino del desierto,
Que mi camino es otro,
Sembrado de luceros y de rosas.
Dile que no hay ocaso en mi camino,
Ni canes que amedrenten su correr,
Sino paz de jardín, sueño de almendros
Cerniéndose, suaves.
Dile que tengo pastos abundantes
Donde florece el heno y la mandrágora
Y vive el amaranto entre los setos
Cargados de miel virgen y de rezos
Mortecinos de abejas,
Donde, trenzan, sutiles pajarillos,
Un ingenio de amor,
Borrachos del aliento de las rosas,
Sedientos de la hembra.
Hijo de Venus, tú que vas tan lejos...,
Si encontraras acaso mi gacela,
Dile bajito que la estoy buscando
En todos los segundos de mi alma,
Que estoy en el silencio de mis horas
Viviendo su recuerdo,
Un recuerdo de casia y cinamomo
Mezclado en luz de luna.
Ve, di a mi cara cierva
Que busco las palomas de sus ojos
Bañándose en mi alma.