SAVIA MAL VENDIDA
Camina en mi corazón,
Una Extremadura hundida.
El alma lleva partida
Por el peso del baldón
Y es... que, sus flores, no son
Frutos de la tierra herida,
Sino savia malvendida
Sin tiempo para sazón.
Los árboles, sin aliento,
En manos del usurero,
No dan colores al viento.
Hoy su fruto es un lamento,
Un desgarro lastimero
Pidiendo fin al tormento.