Luis.

La tele lo ha sido todo en mi vida; las pelis me han forjado la imaginación y los sueños; y con la radio he discutido a voz en grito durante muchos años. Espero que este rincón me sirva para contarle al vacío de la red o a quien quiera leer “Más te digo” las sensaciones que me llevan a estas aseveraciones tan contundentes. Hace ya tiempo que perdí la costumbre de ir al cine con asiduidad (atrás quedaron los días que se reían de mi por ir solo y por las mañanas).Me fue fácil cogerle el gustillo porque mientras otros iban pensando en la chica de al lado y en como hincarle el diente yo no tenía más objeto de atención que la pantalla. Los precios arrebataron las ganas y ahora me refugio en el E-Mule. Tampoco suelo ya escuchar la radio como lo hacía antes, pero guardo en la memoria celosamente los momentos íntimos con Pumares, Cebrián o Julia Otero. Lo del insomnio radiofónico se lo dejo para siempre a Jose. La televisión me llevó en veranos a la playa (silbando en la bici), me enseñó política a cátodos y me invitó a unas cañas en Boston. Nos vemos en las hondas.

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