La Central Obrera Boliviana atemporal e ilegítima... (1)

Lo subjetivo como reflejo de condiciones materiales expresado en la organización...

La Central Obrera Boliviana sólo puede explicarse en el tiempo a través de la incorporación objetiva de las demandas más elementales de la clase obrera que por su parte, era sindicalizada y con fuerte contenido emancipativo, y es también, expresión de síntesis del conjunto de demandas del pueblo explotado en su actuación práctica y discursiva, que hace, en forma dialéctica, legitima a la COB entre la base y la representación, donde la dirigencia es representación social y no sindical.

Esto, es lo que explica a la COB de antaño que la hizo poderosa y legitima representante del pueblo y la clase obrera. Por otro lado la COB; convertida hoy en decoración ostensible que solo la memoria la hace grande, producto de haberse convertido en el clásico mediador funcional de la gobernabilidad burguesa y la simple política reformista de la negociación tradeuninista; olvidando que sólo es representación de la clase en la medida que ésta sea parte de la representación Cobista; o lo que es lo mismo, la clase de hoy, esta fuera del alcance de la COB por simples condiciones diferentes a las de hace 50 años por demás descritas hoy (precarización del obrero en todo el sentido extensivo del término en relación a lo flexible de las condiciones contractuales de trabajo).

Finalmente las concepciones revisionistas de la "vieja vanguardia" sueñan con recuperarla por medio de cuadros "comprometidos" y honestos, que a no dudar de sus buenas intenciones, nos preguntamos hoy ¿dirigente "honesto, comprometido y luchador" = clase obrera no sindicalizada?. Verdadera concepción propia del idealismo filosófico del siglo XIX barrida por el marxismo hace tiempo, pero lo más curioso de estas tesis esta en quienes la representan: el trotskismo en todas sus variantes y por quienes la miopía del pasado no les permite reconocer que la COB no tiene razón de ser hoy. Denominándose organizaciones y partidos revolucionarios. A esto, en síntesis, nos referíamos hace algún tiempo en "A Propósito del 50 Aniversario de la COB" (Véase SENDA ROJA Nº 2).

Tres ejes a saber de análisis: historia, realidad y concepción ideológica de la COB, por un lado; y las "organizaciones revolucionarias" frente a deconstrucción y reconstrucción de la clase obrera, por otro. La COB es inerte como expresión, medio, e instrumento de lucha en las condiciones ya citadas, pero no como posibilidad de representación real. Es decir, las viejas estructuras del centralismo sindical transformadas hoy en eje articulador de la clase dominante si bien deja de ser representación obrero popular, esto no quiere decir que la clase haya dejado de existir y que sus condiciones sean diferentes, lo cual obliga a reconfigurar también las nuevas formas de organización de la clase obrera como síntesis del pueblo en general tendiendo siempre a constituirse en representación legítima llámese otra vez COB o no.

La COB como aparato reproductor de las condiciones de explotación, sumisión y dominación de la clase dominante; por un lado, frente al proletariado cautivo que flotan en la lógica del libre mercado y la libre contratación que hace correr a mayor velocidad la ganancia del burgués fruto de una intensiva explotación creadora de mayor plusvalía, por otro lado. Son los temas que en esta segunda parte intentaremos incorporar como posturas a la discusión más que un aporte como parte del primer eje de análisis.

Breve revisión teórica

Ahora bien; antes de comenzar, seamos consecuentes con la teoría, partamos por lo objetivo real, la base material, por el proletariado pero por la parte subjetiva que hace a la ideología puesto que harto de referencia y datos de las condiciones materiales del proletariado actual se han dicho pero que servirán de pie de entrada(2). Es decir, todo lo referente a la precarización del obrero que se generaliza en toda la clase bajo circunstancias diferentes de practica que en esencia son las mismas de la burguesía más arriba citadas, pero que hacen a un problema esencial que es la practica del obrero como comportamiento cotidiano tanto del sindicalizado como del precarizado.

Las relaciones contractuales a las que se enfrenta el obrero en el contexto de la libre contratación como parte de la reducción de costos de producción empresariales al recortar la fuerza de trabajo que incide en la reducción de costos laborales; representa en definitiva una visión y concepción de la realidad obrera como construcción mental que hace a su identidad, completamente diferente a la concepción que se hace sobre su misma identidad el obrero de condiciones contractuales protegidas por la legislación laboral antes de 1985.

Vayamos por partes: una de las condiciones principales para formar identidad, comienza siempre por principios de solidaridad, construyendo redes complejas de colaboración como parte de las tareas a realizar dentro del recinto de trabajo sea cual fuera, desarrollado en su máxima expresión con el industrialismo al fragmentar las tareas de producción, creando redes interdependientes; lo que al mismo tiempo, crea en las representaciones mentales del obrero como mediaciones, ciertas significaciones de actos, comportamientos e iconografías representativas que los identifican entre sí por medio de lenguajes corporales como las acciones repetidas y llevadas a cabo secuencialmente por varios obreros al mismo tiempo o por oralidades comunes sobre el trabajo; en otras palabras, fundamentos de cultura dentro del trabajo que se originan y manifiestan dentro y fuera de la fábrica u otro recinto reproduciendo parámetros de comportamiento.

Estos elementos citados construyen al mismo tiempo otros tantos criterios en pro o en contra de una primigenia identidad colectiva en el plano de lo político. Hasta aquí, estamos hablando pues de conciencia para nuestro entender, que al incorporase en la comprensión y manifestación fuera del reducido círculo laboral por medio de la familia y/u otros vínculos interpersonales; se convierten en identificaciones comunes de determinados grupos relacionados con el mundo obrero, expresándose en múltiples actitudes; lo que se denominara como conciencia de clase.

Estas prácticas comunes de comportamientos convertidos en hábitos, son en definitiva, reflejo de la materialidad objetiva de la vida del obrero; pero éstos, elevados al grado de relación con los hábitos y comportamientos de quienes se reproducen a partir del trabajo asalariado como condición de diferenciación opuesta en gustos y apetitos propios de cada clase; comienza por explicar la lucha de clases, que en el intento de resolver esas diferencias el marxismo se haya constituido en conocimiento científico partiendo nuevamente del elemento material denominado plusvalía. De ahí la razón que opone a la explotación la organización desde el gremio hasta el Partido como instrumento y máquina de guerra(3).

Lo real existente:

Retrocedamos un poco; volvamos hasta el momento en que dejamos a la clase obrera actual de Bolivia en el dilema de la organización sindical, partiendo de las condiciones reales como tiempo de trabajo, jornada de trabajo, condiciones de trabajo que delimitan el salario y las temporalidades (edad y sexo) como saberes; comenzando por una no muy profunda pero tampoco somera descripción analítica del sector más representativo del proletariado en general por su historicidad en el mundo: el obrero fabril:

Estas son las primeras condiciones con las que se encuentra el o la obrera que cuenta con escasos 18 años como promedio y la teoría de probabilidad hace el ingreso a cualquiera de los postulantes involucrarse con el "mundo laboral", que al pasar la puerta de los requisitos se abre delante suyo un mundo diferente al que esta del otro lado y más allá de la edad esta la diferencia de ser "nuevo", pero por sobre todo es el "eventual". Concepto que en términos técnicos es ya por demás explícito; pero de lo que se trata aquí es de dar su contenido material y subjetivo en la experiencia obrera, punto de análisis del próximo acápite.

NOTAS
1 El presente artículo es continuación de una serie de documentos de debate sobre la crisis y representación de la COB y perspectiva, cuyo inicio se la puede encontrar en el Nº 2 de es de vocero.
2 Véase los estudios hechos por el CEDLA los últimos 5 años y todo lo referente a sociología del trabajo en Latinoamérica los últimos diez años.
3 Se preguntará el lector el porqué de las vueltas para llegar a obviedades partiendo de lo obvio; la respuesta es simple, parece necesario insistir siempre en verdades que para otros (hablamos del izquierdismo radicaloide) sólo son supuestos y no conceptos como síntesis teórica que supone conocimiento científico haciéndose imperioso para la comprensión de la conciencia de clase.

¡¡Proletarios y naciones oprimidas del mundo, uníos!!


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