Como estaba previsto, el día 30 de diciembre de 2008, se
llevó a cabo el acto de homenaje al incansable luchador
comunista canario Domingo Santana Armas ("Valencia") quién
fue el represaliado antifranquista más joven de este
Archipiélago.
Domingo Santana Armas, conocido como Domingo Valencia,
fue detenido el 22 de julio de 1936, con 15 años, por
defender la República, encarcelado en el campo de
concentración de La Isleta, sometido a Consejo de Guerra, y
condenado a 16 años y un día de prisión mayor. En la misma
causa fueron condenados a la pena de muerte el alcalde
comunista de San Lorenzo y otros compañeros, "como autores
de un delito consumado de Rebelión Militar." Hoy, Valencia,
con 88 años sigue siendo el camarada y compañero de siempre.
Un numeroso público, especialmente sus camaradas y
familiares arroparon al siempre joven Valencia. El amplio
programa incluyó un magnífico material audiovisual preparado
por Carmelo Rodríguez, la presentación del libro "El
isleño Valencia. Memorias y Meditaciones", del autor
cubano-canario
Roberto Domínguez Lima, las palabras de María Puig
Barrios, Secretaria General del Partido Comunista de
Canarias, Segundo Martínez quién coordina el trabajo de la
Fundación de
Investigaciones Marxistas (FIM) en Canarias; así como
las del propio "Valencia". En el acto se guardó un minuto de
silencio por los caídos en la lucha y por las víctimas de la
masacre que actualmente se está llevando a cabo con el
pueblo palestino. Al final se hizo un Brindis y se compartió
familiarmente entre los asistentes.
A continuación las breves, sencillas,
pero emotivas palabras de Domingo "Valencia":
"Queridos camaradas; compañeras y
compañeros:
Esta noche –no tengo que decirlo, porque ustedes lo sabrán
apreciar muy bien- me encuentro muy emocionado.
Pero no es la "emoción" tradicional; esa se que se siente
cuando hablan de uno o le dicen cosas que realmente son
inmerecidas, porque como lo he dicho otras veces, yo solo he
cumplido con mi deber.
Hoy es una emoción muy superior y es la de ver a todos
ustedes aquí, reunidos; como antes nos reuníamos un puñado
de gente del pueblo, de trabajadores, de luchadores por un
mundo mejor.
Es la emoción de ver que la lucha no ha sido en vano, porque
hay y habrá jóvenes dispuestos a continuarla y de camaradas,
no ya tan jóvenes, que han preferido continuar esa lucha
–lucha difícil; muchas veces incomprendida; fatigosa;
peligrosa- antes que ponerse a escuchar los "cantos de
sirenas" de las fuerzas seudo revolucionarias o
sencillamente a traicionar las ideas por las que tantos
compañeros dieron su vida.
Es la emoción, en fin, de saber que un mundo mejor es
posible y de que como he dicho siempre: el futuro pertenece
a los pueblos, pertenece al Socialismo
Gracias a todos....."