"Eso describe la Segunda venida, ¿no es cierto?" preguntó Brian.

"Así es," respondió Darryl. Levantó los ojos de su Biblia y miró el rostro de Jaime cuajado de lágrimas.

Jamie se esforzaba por tragarse las lágrimas. "¡Qué batalla tan espantosa, será una manera espantosa de morir!"

"Sí, será un final horrible, pero las buenas noticias son que en ese día toda Israel creerá y aceptará que Jesús es el Mesías. Zacarías lo describió en el capítulo 12, versículos 9 y 10." Darryl pasó la página en su Biblia y leyó: "'En aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén. Pero sobre la casa de David y los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de oración. Mirarán hacia mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por el hijo unigénito, y se afligirán por él como quien se aflige por el primogénito!”

"Eso debe de referirse a Jesús, cuando le crucificaron y le atravesaron las manos y los pies con enormes clavos de hierro,” concluyó Jaime.

"¡Estás cien por cien en lo cierto!" exclamó su padre. "Juan dejó constancia de alguna información adicional en Apocalipsis 19:11 al 20:3. 'Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, en su cabeza tenía muchas diademas y tenía escrito un nombre que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios. Los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, lo seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro. El pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Di-s Todopoderoso. En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:

REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

'Vi un ángel que estaba de pie en el sol, y clamó a gran voz diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: "¡Venid y congregaos a la gran cena de Di-s! Para que comáis carne de reyes y capitanes y carnes de fuertes; carnes de caballos y de sus jinetes; carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.” Vi a la bestia y a los reyes de la tierra y sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo y contra su ejército. La bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos. Vi un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Prendió al dragón, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por 1.000 años. Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello sobre él, para que no engañara más a las naciones hasta que fueran cumplidos 1.000 años.”

"Permita que me asegure de haber entendido esto," dijo Brian. "Todos los ejércitos del mundo se reúnen en Israel para una gran batalla. Jesús regresa a la tierra en ese momento con todos los ejércitos del cielo. Como es natural, Jesús gana la batalla y los pájaros carnívoros se dan un festín con los cadáveres de los muertos. El anticristo y el falso profeta son echados al lago de fuego y el demonio es echado en un pozo sin fondo.”

"¡Eso es exacto!" contestó Darryl muy orgulloso. "Bueno, leamos ahora el capítulo doce."