Mateo 17:1-2 Y DESPUÉS de seis días, Jesús toma á Pedro, y á Jacobo, y á Juan su hermano, y los lleva aparte á un monte alto: Y se transfiguró delante de ellos; y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos fueron blancos como la luz.
Su rostro brillaba como el sol. ¿Le recuerda a usted esto a otra persona? El rostro de Moshe, cuando descendió del Monte Sinaí también brillaba.
La sección de Levítico de Mateo termina aquí. También tenemos toda una visión del reino.
¿Es posible comprender de manera mucho más profunda la expresión "después de seis días" (¿Seis mil años?)
2 Pedro 3:8 Pero amados, no ignoréis que para el Señ-r, un día es como mil años y mil años como un día.
¿Es esto acaso una insinuación de que Yeshua regresará al principio de este Milenio? Espero que sí.
Mateo 17:3-4 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Y respondiendo Pedro, dijo á Jesús: Señor, bien es que nos quedemos aquí: si quieres, hagamos aquí tres pabellones: para ti uno, y para Moisés otro, y otro para Elías.
Es comprensible que Pedro se dejase llevar un tanto por su entusiasmo y dijese algo tal vez a destiempo. Nosotros no edificamos un tabernáculo a nadie, más que a Di-s, que es algo que tenemos claro gracias a un más profundo entendimiento de Moshe, que representaba las enseñanzas, Elías que representaba a los profetas y Yeshua que representa el Nuevo Pacto.
La decimoséptima letra del alfabeto hebreo es la Peh que significa boca.
Mateo 17:5 Y estando aún él hablando, he aquí una nube de luz que los cubrió; y he aquí una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento: á él oíd.
Ellos oyen la voz del Padre declarando que Yeshua es el Hijo de Di-s y se les dice que le escuchen a El.
Moshe y Elías juntamente con Di-s el Padre están apoyando el ministerio de Yeshua.
Mateo 17:6 Y oyendo esto los discípulos, cayeron sobre sus rostros, y temieron en gran manera.
Se dieron cuenta de que se hallaban en la mismísima presencia de Di-s y de inmediato cayeron ante El y le adoraron.
Mateo 17:7-13 Entonces Jesús llegando, los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis. Y alzando ellos sus ojos, á nadie vieron, sino á solo Jesús. Y como descendieron del monte, les mandó Jesús, diciendo: No digáis á nadie la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos. Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen pues los escribas que es menester que Elías venga primero? Y respondiendo Jesús, les dijo: á la verdad, Elías vendrá primero, y restituirá todas las cosas. Mas os digo, que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron en él todo lo que quisieron: así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. Los discípulos entonces entendieron, que les habló de Juan el Bautista.
Malaquías 4:5-6 Yo os envío al profeta Elías antes que venga el día del SEÑ-R, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y castigue la tierra con maldición.
Juan el Inmersor vino en el Espíritu de Elías, que es algo que estudiamos en el capítulo 3.
Elías volverá de nuevo durante el periodo de la tribulación como uno de los dos testigos.
Mateo 17:14-16 Y como ellos llegaron al gentío, vino á él un hombre hincándosele de rodillas, Y diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece malamente; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y le he presentado á tus discípulos, y no le han podido sanar.
Algunas enfermedades son el resultado de la posesión demoníaca y este es el caso aquí.
Mateo 17:17-18 Y respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación infiel y torcida! ¿hasta cuándo tengo de estar con vosotros? ¿hasta cuándo os tengo de sufrir? traédmele acá. Y Jesús le reprendió, y salió el demonio de él; y el mozo fué sano desde aquella hora.
HaSatan, el príncipe de los demonios, y todos los demonios están sujetos a Yeshua, debiendo obedecerle.