El capítulo 8 es una continuación de la respuesta a la pregunta hecha en el capítulo 7.
Tercera respuesta.
Zac 8:1 Y FUÉ á mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo:
Vemos repetidamente en este capítulo "Así ha dicho el SEÑ-R de los ejércitos" lo cual enfatiza que Di-s está hablando y no son las palabras de Zacarías.
Zac 8:2 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo he celado á Sión con grande celo, y con grande ira la celé.
Al igual que un marido que no desea compartir a su mujer con ninguna otra persona, Di-s desea que Israel sea para Sí mismo y no está dispuesto a compartirla con nadie. La manera de expresarse indica que no puede soportar verse alejado de Su pueblo escogido por causa del pecado de ellos.
Zac 8:3 Así dice Jehová: Yo he restituído á Sión, y moraré en medio de Jerusalem: y Jerusalem se llamará Ciudad de Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.
Sión, es el monte sobre el cual fue edificada Jerusalén.
"La Ciudad de la Verdad" es una ciudad que se caracteriza por la verdad, tanto de palabra como de hecho y será gobernada por el Mesías, al que le caracteriza la verdad, que al mismo tiempo alude a la eternidad porque la verdad no puede cambiar.
"el monte de santidad", este monte es santo porque el rey que vive en él es santo.
Isaías 6:3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria.
El Señ-r regresará a Sión.
Ezequiel 43:1-5 LLEVOME luego á la puerta, á la puerta que mira hacia el oriente; Y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía de hacia el oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía á causa de su gloria. Y la visión que vi era como la visión, como aquella visión que vi cuando vine para destruir la ciudad: y las visiones eran como la visión que vi junto al río de Chebar; y caí sobre mi rostro. Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que daba cara al oriente. Y alzóme el espíritu, y metióme en el atrio de adentro; y he aquí que la gloria de Jehová hinchió la casa.
Zac 8:4-5 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aun han de morar viejos y viejas en las plazas de Jerusalem, y cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días. Y las calles de la ciudad serán llenas de muchachos y muchachas, que jugarán en las calles.
En la actualidad Jerusalén no es una ciudad de paz (shalom) y seguridad, pero cuando el Mesías reine en Su trono en Jerusalén las calles serán seguras para los pequeños y los ancianos por igual.
Zac 8:6 Así dice Jehová de los ejércitos: Si esto parecerá dificultoso á los ojos del resto de este pueblo en aquellos días, ¿también será dificultoso delante de mis ojos? dice Jehová de los ejércitos.
"maravilloso" o increíble.
El Señ-r está diciendo que si esto le parece a usted increíble o demasiado difícil, eso no significa que sea demasiado difícil para El.
Eso es consolador porque la situación en Israel parece una en la que no hay esperanza alguna, pero Di-s puede resolver el problema sin inmutarse.
Zac 8:7 Asi ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí, yo salvo mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol;
Esto no se refiere al regreso de Babilonia porque el pueblo de Israel solamente había sido dispersado al este, no al oeste al llegar a este punto. El los volverá a reunir "desde que sale el sol" hasta "que se pone". Esto está empezando a suceder hoy y continuará hasta la venida del Mesías.
Zac 8:8 Y traerélos, y habitarán en medio de Jerusalem; y me serán por pueblo, y yo seré á ellos por Dios con verdad y con justicia.
Esto se refiere a la aceptación nacional de Israel de Yeshua. El día está cercano cuando toda Israel reconocerá a Yeshua como su Mashiach.
La octava letra es la Chet, nuevo principio, gracia divina y nueva vida. Es una letra metafísica por encima de esta existencia.
Zac 8:9 Asi ha dicho Jehová de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, de vosotros los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento á la casa de Jehová de los ejércitos, para edificar el templo.
Los profetas a los que se refiere son Hageo y Zacarías.
Zac 8:10 Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre, ni paga de bestia, ni hubo paz alguna para entrante ni para saliente, á causa del enemigo: y yo dejé todos los hombres, cada cual contra su compañero.
Antes de la construcción (la reconstrucción del templo) se tuvieron que enfrentar con un conflicto.
Hageo 1:6-11 Sembráis mucho, y encerráis poco; coméis, y no os hartáis; bebéis, y no os saciáis; os vestís, y no os calentáis; y el que anda á jornal recibe su jornal en trapo horadado. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella, mi voluntad, y seré honrado, ha dicho Jehová. Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y soplo en ello. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre á su propia casa. Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. Y llamé la sequedad sobre esta tierra, y sobre los montes, y sobre el trigo, y sobre el vino, y sobre el aceite, y sobre todo lo que la tierra produce, y sobre los hombres sobre y las bestias, y sobre todo trabajo de manos.
Zac 8:11 Mas ahora no lo haré con el resto de este pueblo como en aquellos días pasados, dice Jehová de los ejércitos.
Pero una vez que hubo empezado la construcción del templo, Di-s dijo que no traería aflicción sobre ellos.
Zac 8:12 Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, y dará su producto la tierra, y los cielos darán su rocío; y haré que el resto de este pueblo posea todo esto.
Zac 8:12 Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, la tierra su producto, y los cielos, su rocío; y haré que el resto de este pueblo posea todo esto.
Di-s bendecirá al pueblo.
Zac 8:13 Y será que como fuisteis maldición entre las gentes, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré, y seréis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos.
Estas promesas van mucho más allá de la época de Zacarías al futuro reino mesiánico.