LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS
" la cheperudeta "
PATRONA DE
VALENCIA
La ciudad del Turia, que tan
pródigamente ha sido regalada
por la mano de la naturaleza,
cuenta entre sus más preciadas
joyas la imagen venerada de su
Patrona la Virgen de los
Inocentes Mártires y
Desamparados, objeto de su más
tierno y fervoroso culto.
La historia de la Virgen empieza con la de fray
Juan Gilaberto Jofré, de la Orden mercedaria. En 1407, un día en que se dirigía a la catedral para
pronunciar un sermón, vio como unos jóvenes se divertían haciéndole burla a un
loco. Entonces decidió fundar un hospicio para enfermos mentales, la hermandad
se construyó bajo la advocación de "Nuestra Señora de los Inocentes". Su
objetivo no era sólo atender a los locos y a los niños, sino a todos los
desamparados.
El año 1414 llegaron tres jóvenes, vestidos de peregrinos, a la cofradía. El
hermano cofrade que vivía en la casa, tenía en ella a su mujer tullida y ciega.
Al recibirles le dijeron que en tres días les podían construir una imagen de la
Virgen si les daban un lugar dónde hacerlo y comida. Les colocaron en el lugar
conocido como la Ermita. Pasados cuatro días y no oyéndose ningún ruido,
forzaron la puerta y encontraron la imagen de la Virgen María. Los peregrinos no
estaban por ninguna parte, así que pensaron que debían ser ángeles, además la
mujer del cofrade recuperó la vista.
El
historiador Escolano la llama "devotísima imagen de la Virgen, cuya peregrina
hermosura y extraordinarios hechos traen aficionadísimos a todos", jamás
pudieron copiarla con perfección los Ribaltas, Orrente, Zariñena y Espinosa,
quienes reconocieron en Ella "alguna cosa sobrenatural".
Su estatura es de más de siete
palmos. El rostro hermosísimo y atractivo, manifiesta más lo compasivo, y
acostumbra a variar sus colores, según los sucesos, significando que nos asiste
y acompaña en nuestras aflicciones. En una mano se ve la azucena y en la otra
a su Unigénito Hijo. El Niño está con la cruz al hombro. Tiene inclinada la
cabeza, como llamando a todos, benigna y afable. Las cejas son arcos, no de
indignación para castigarnos, sino iris para defendernos. Sus ojos nos miran con
afabilísimo agrado, como dulcísima Madre de misericordia. A sus pies se miran
arrodillados los inocentes para indicarnos su perpetua protección a la
inocencia. Con su manto extendido, que la cubre, desea acogernos bajo su
misteriosa sombra -qué raras veces llega al umbral de su capilla el ruego, que
no logre su apetecido alivio-. Ciñe en su cabeza riquísima corona, porque es Reina
soberana que rige con amor maternal a sus innumerables hijos.
El segundo domingo de mayo es la festividad de la Virgen de los Desamparados.
El día 12 de mayo de 1923 con una solemnidad
extraordinaria, fue coronada canónicamente la imagen de la Virgen de los
Desamparados, en presencia de los Reyes de España, Don Alfonso XIII y Doña
Victoria Eugenia, del Nuncio del Papa Pió XI, Federico Tedeschini, y del
Cardenal Benlloch, arzobispo de Burgos, valenciano. Otro valenciano, el Cardenal
Reig y Casanova, coronó la sagrada imagen de la Virgen de los Desamparados,
mientras los Reyes se postraban de rodillas, y las tropas presentaban armas, el
cañón atronaba los aires con salvas de exaltación y las bandas militares
interpretaban el Himno Nacional español.
Fue un momento histórico indescriptible,
enaltecido por el canto del himno de la Coronación compuesto por Romeu,
organista de la Catedral de Vich con letra en lengua valenciana escrita por el
sacerdote valenciano José María Juan García que dice así:
"
La patria valenciana s´ampara baix ton mant ¡Oh, Verge
Sobirana de terres de Llevant! ". La terra
llevantina reviu en ta Capella al fervos homenaje de pur y ver
amor. Puix sou la nostra Reina y
vostra Image bella pareix qu´está voltada de magic
resplandor. La rosa perfumada, la mística
asutsena, lo seu verger formaren als peus
de ton altar. I fervorós en elles lo valenciá
t´ofrena. La devoció més santa que s´
puga profesar. En terres valencianes, la fe per Vos no mor i vostra Image Santa
portem sempre en lo cor. Salve, Reina del cel i la
terra; Salve, Verge dels Desamparats; Salve, sempre adorada Patrona; Salve, Mare del bons valenciáns.
Cantado por un coro extraordinario de
mil quinientas voces, fue la expresión de un pueblo y de una tierra que
confiaba bajo el manto de la Virgen su pasado, su presente y su futuro.
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El día de la Virgen de los Desamparados
Missa de Descoberta, Missa d¢Infants,
Traslado y Procesión de la Virgen son los momentos más esperados de un
día especialmente emotivo, en el que miles y miles de valencianos se
vuelcan para rendir homenaje a su patrona:
la Mare de Déu dels Desamparats
Como es
habitual, para celebrar este día se realiza a la Virgen un homenaje
floral en el tradicional tapiz, monumento efímero y obra de arte
singular dentro de todas las celebraciones.
A
las cinco de la mañana se descubre la venerada imagen, en la Missa de
Descoberta. A las ocho, en el altar de la plaza, se celebra la Missa d¢Infants,
en la que cantan coros de diversos colegios, acompañados por la Orquesta
Municipal de Valencia. Y a las diez y media, los valencianos inundan el
recorrido desde la basílica hasta la catedral, en el emotivo traslado de
la imagen de la Virgen.
Ya por
la tarde, a las 19 horas, bajo el color y el perfume de las flores,
tiene lugar la procesión general por el itinerario de costumbre,
terminando en el altar mayor de la basílica
La imagen
de la Virgen de los Desamparados es la única que cuenta con un vehículo
propio fabricado exclusivamente para la "Geperudeta".

V-0075-GP, no es la matrícula de un coche cualquiera. Es la del vehículo
de la Virgen: el "mare móvil". El número recuerda el 75 aniversario de
la coronación de la Virgen, y las letras son, naturalmente, de
"Geperudeta".
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