Poema

"El Cid salió de Vivar, a Burgos va caminando...."
"si veis venir a más gentes buscándonos, buen abad, decid que el rastro nos sigan y emprendan el caminar, porque en yermo o en poblado bien nos podrán alcanzar"
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(cantar,388)

Queda Vivar del Cid, cuna de Rodrigo Díaz, a 10 Kilómetros al Norte de Burgos, en la carretera de Santander, donde su padre, Diego Laínez, poseía vastas heredades. En el Convento del Espino se guardó durante siglos el manuscrito del Cantar de Mío Cid, hoy en Biblioteca Nacional.

De Vivar a Burgos, camino del destierro, el Campeador llega a la ciudad donde tiene sus casas y viven muchos de los caballeros, amigos que partirán con él a la aventura.

Junto a la puerta de San Martín se encuentra el "Solar del Cid", a los pies del castillo, donde se alza un sencillo monumento en su memoria.

Aquí el Cid tuvo sus casas y a ellas llegó en busca de socorro, aunque en vano. "Idos. El cielo os colme de ventura..."

Muy cerca, en la calle de Santa Agueda está la iglesia donde jurara Alfonso VI ante el Cid no haber tomado parte en la muerte de su hermano Sancho.

Al final de la calle, se abre la plaza de Santa María, ante la Catedral donde, en sencilla tumba yacen Rodrigo y su esposa Jimena.

Por la puerta de Santa María salió mío Cid desterrado de la ciudad y cruzando el Arlanzón, acampó en la glera. al otro lado del puente, un monolito recuerda en emotivos versos del Cantar la partida del Campeador y el pasaje de las arcas de arena: "La cara de su caballo vuelve hacia Santa María..."

Sobre el puente de San Pablo se levanta el mayor monumento erigido a la memoria del Campeador en Burgos. A ambos lados ocho estaturas, del escultor Lucarini, representan a personajes de la gesta cidiana, presidiendo el conjunto la figura en bronce del Cid a caballo, obra de Juan Cristóbal.

No menos espectacular canto a la memoria del Cid son los murales pintados por Vela Zanetti en la cúpula del palacio de la diputación, al comienzo del Paseo del Espolón. Aguas arriba del Arlanzón, después de atravesar el Campo de Lilaila y Cortes, San Pedro de Cardeña recibe al desterrado, y aquí quedarán su esposa, Jimena y sus hijos, Diego, María y Cristina, acogidos a la hospitalidad de los monjes.

Entre sollozos y lágrimas -"lloraban todos los ojos, nunca se vio llanto igual; como la uña de la carne separándose así van"-, parte la mesnada de Cardeña muy de mañana.

A la tarde, según el Cantar alcanza Espinazo de Can, un lugar hoy desconocido que, acaso pueda situarse al norte de Huerta del Rey, quizá en el descampado que se extiende ante la fuente y la ermita de Nuestra Señora de Pinarejos.

En su camino el Cid y los suyos pasarían por Modúbar de San Cibrián, Los Ausines y Covarrubias, donde en el año 978 el conde Garcí Fernández fundara el monasterio de San Cosme y San Damián para su hija doña urraca, junto a la torre de Fernán González.

Desde aquí a Santo Domingo de Silos, a los pies de la Peña de Cervera, monasterio de su devoción donde su buen amigo el gran abad Domingo, ha comenzado, hace apenas unos años, las obras de los bellos claustros románicos. En uno de los relieves, bajo la escena principal de la sepultura de Cristo, un grupo de soldados vestidos con lórigas y pesadas armas de guerra recuerdan a la mesnada del Cid, en la que, sin duda, se inspiraría el anónimo artista silense.

Al día siguiente y reforzadas sus huestes con nuevas gentes que acuden a su llamada, el Cid deja tierras de Burgos por Quintanarraya e Hinojar del rey, para por Alcubilla, ya en tierras de Soria, encaminarse hacia el Duero.

Castillo de Sotopalacíos o Palacio de El Cid

Sotopalacios. Visitable.

Es uno de los más grandes y mejor conservados castillos de la provincia de Burgos, gracias a la labor de restauración que durante muchos años está llevando a cabo su propietario. Situado en las proximidades del que fuera solar de El Cid Campeador, es una construcción de los ss. XIV y XV perteneciente a diversas familias nobles, entre ellos los Manrique o los Padilla. De planta rectangular con torres cuadradas en sus esquinas, en su interior existen salas palaciegas alrededor de un patio de armas. Época de construcción: ss. XIV al XVI. Propiedad: particular. Estado actual: completo y restaurado. Destino: vivienda.

 

      

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