Las pinturas de la sala sustituyeron a los tapices que decoraban en un principio la sala. En 1591, los diputados encargan a seis pintores que estudien la técnica más idónea para los lienzos de cada uno de los costados.

El pintor Joan Sarinyena inicia su obra en el muro de la calle Batlia: allí representa a seis diputados, dos por cada estamento, asistidos por los oficiales de la institución (tres clavaris o tesoreros a su derecha, además del asesor y síndico, a la izquierda).

La sesión trascurre bajo un tapiz amarillo, interrumpido por un dosel con los escudos de la Generalidad; además, hay una mesa recubierta de damasco rojo, que rompe la simetría del cuadro. Su realismo es apabullante.

El éxito de la pieza indujo a los diputados a encargar a varios pintores la representación de todos los estamentos. Vicent Requena pinta el estamento eclesiástico, a la derecha del lienzo de Sarinyena. Sentados cada uno en su sitial, con los atuendos propios de su representación (mitras y báculos), bajo un pequeño fondo de la Virgen con el Niño sostenido por  ángeles de los que cae la filacteria del  Bras eclesiastich, y sobre un fondo de tapiz grana y oro, con las miradas que se entrecruzan y apariencia de conversación.

                    Brazo eclesiástico

                     Brazo militar

En el muro de los jardines de la Generalidad, el italiano Francesco Pozzo pintó a los numerosos representantes del estamento militar lo que obligó a situarlos en cuatro filas y a aumentar su profundidad. Al igual que los anteriores, mantiene los cortinajes, y sitúa en su centro superior el distintivo del estamento militar con la filacteria estrenuo Bras militar, pero el carácter hierático de éstos contrasta con la movilidad de los eclesiásticos.

Esta obra tuvo que ser retocada una vez concluida para dar madurez a los personajes y un aspecto más adecuado al parecer de los diputados, pues, según ellos, los caballeros "No tenien semblants als dels regnes de Espanya sino als de Ytalia".

Entre las ventanas que recaen a la calle de caballeros, Pozzo pintó una matrona alegórica de la justicia, para recordar a los efectos la virtud con que debe ejercerse la res pública. El estamento estaba representado por los jurados de la ciudad de Valencia y por  los representantes de la viles y ciudades reales de primera y segunda categoría, en total treinta y tres. No hay que olvidar que sólo podían asistir a las asambleas los representantes de las poblaciones importantes sometidas a la jurisdicción real.

Joan Sarinyena pintó a los cuatro jurados de la ciudad, con sus granallas rojas  y sus armas, junto al estamento eclesiástico.
Sobre un tapiz de idénticos colores a los anteriores, los ángeles sostienen el escudo del Ángel custodio, figura que se repite en el resto de representantes reales.

Vincent Mestre se encargó de plasmar a los representantes de las viles y ciudades de primera categoría en el muro opuesto a la testera; mientras Lluis Mata se ocupó del resto de los representantes en los ángulos situados en el muro de la calle de Caballeros.

AGRADECIMIENTO: Páginas efectuadas con  texto resumido y fotos editadas en el Libro " EL PALAU DE LA GENERALITAT VALENCIANA ", editado y distribuido de forma gratuita por la Generalitat Valenciana al visitar dicho Palau, con estas páginas el webmaster como valenciano y amante de su querida tierra, solo trata de dar a conocer un poco más la cultura Valenciana .

  


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