revista Noticias, 3 de febrero de 2001, Por Maria Jose Grillo

Si el mundo fuera como se ve desde el piso 20 de la Torre Fortabat, seria un lugar maravilloso. Asi se entiende por que la mujer mas rica de Latinoamérica cree en una vida eterna para su porque no acepta que, fuera de esa atmosfera acogedora y bellisima donde es el ama indiscutida, su fortuna de 1600 millones de dolares genere tantas intrigas y apetitos

Amalia Lacroze de Fortabat (79) no lo acepta, pero sabe que sucede. Por eso, aun en su fantasia de inmortalidad, tiene todo previsto en su testamento para que su desaparicion no lleve a sus herederos a una lucha descarnada por los bienes y, sobre todo, para que las empresas que hizo crecer en veinticinco años nos e derrumben por el caos. Amalita tiene en claro lo que quiere. Los que especulan son los demas. "hablan de mi herencia como si me estuviera muriendo. Como no me vieron en el ultimo mes, algunos medios inventaron que agonizaba, pero no pienso morirme por mucho tiempo", augura sentada en un modernisimo sillon con estampado simil cebra.

Las puertas de grueso cristal azul del salon se abren por unos segundos y, desde la antesala, se divisa una larga mesa de casi siete metros y un inmenso cuadro de Antonio Berni ("Almuerzo en naranja") colgado de espaldas de Amalita. La reunion del directorio de Loma Negra no termino todavia y es posible que las puertas no se hayan abierto antes de tiempo por casualidad: la imagen de la empresaria en la cabecera podria resultar un buen antidoto contra los rumores sobre su alejamiento definitivo del grupo, una puesta en escena para desmentir la version de su retirada y de la entrega anticipada del poder a su unico nieto varon, Alejandro Bengolea (36).

"Mema" rodeada de sus nietos Alejandro, Amalita, Barbara y su hija Ines, la familia en pleno

"Yo soy la dueña y soy muy activa, no soy una mujer pasiva. Ellos, mis nietos y mi hija, todavia trabajan para mi. Y yo los mando un poco...", suelta divertida Amalita, rodeada por aquellos a quienes define como sus herederos: su hija Ines Lafuente (53) y sus nietos Alejandro, Barbara Bengolea (34) y Amalita Amoedo (24).
Desde hace poco mas de un mes cuando su salud se resintio tras la segunda cirugia de cadera a la que fue sometida en agosto de 1999, en los Estados Unidos, Amalita se alejo de su oficina y se traslado a Aldebaran, una de sus casas de Punta del Este. Pero ni siquiera el descanso en ese paraiso sirvio para consolarla por sus terribles dolores de columna, y el domingo 14 de enero tuvo que regresar a Buenos Aires en su avion privado para recluirse en su triplex de Libertador. Durante ese tiempo, en sus escasas apariciones publicas, lucio debil y no se desprendio de un baston que le ayudaba a dar pasos cortos y vacilantes. Eso, sumado a que hasta diciembre recibio transfusiones diarias de sangre por una anemia, fue interpretado por algunos como el comienzo del final para Amalita como cabeza de Loma Negra. Incluso, como el inicio del ocaso de su propia vida. "A la gente le gusta la novela, especialmente a los cholulos. Entonces, inventan", se rie otra vez Amalita, en su despacho del edificio Fortabat, frente a Puerto Madero y al imponente Museo Fortabat actualmente en construccion, donde se expondra su excepcional pinacoteca privada en algunos meses mas.

Dicen que en enero de 1976, dos dias despues de la muerte de su segundo marido, Alfredo Fortabat, Amalia entro con paso firme a Loma Negra para hacerse cargo de la conduccion de la empresa. Y no lo hizo en forma simbolica, sino con el ejercicio pleno de sus funciones. "Yo trabaje con mi marido, pero muy poco. Cuando el se fue, a mi se me cayo todo encima. Asi que me puse a trabajar como si entendiera de todo. Y, al final, entendi. Entendi muy bien", explica. Tan bien entendio, que multiplico muchas veces el legado de don Alfredo. Una de las personas que mas cerca estuvo de la señora en los ultimos quince años revelo que ella, ademas de los bienes, heredo de el una costumbre que se convirtio en rito: renovar cada año su testamento. "O mas seguido aun, lo modifica si cambia de humor sobre los beneficiarios. Si se pelea con alguien, paf, lo borra. Ese poder de desheredar que tiene Amalita la convierte en una mujer temida por su entorno", aseguro la fuente.
Como un juego que alarma mas de lo que divierte a sus familiares y empleados, ademas la empresaria tiene una forma informal de legar sus cosas. Antes de un viaje, por miedo a que caiga el avion en que viaja, llena su casa de papelitos con indicaciones. "Los pega en las lamparas, los esconde en los muebles o atras de las cortinas y hay que ir descubriendolos como si fuera una busqueda del tesoro", relata el hombre que calla su nombre para no perder lo que imagina que pudiera tocarle algun dia. Las notas señalan los objetos que deja a cada uno en caso de accidente, pero no hablan sobre el grueso del patrimonio

Para la ley, Maria Amalia Lacroze de los Reyes Oribe viuda de Fortabat Pourtale, su nombre completo, tiene una sola heredera, Ines Lafuente, su hija unica. Pero Amalita -o "Mema", como la llaman sus nietos incluso en publico- tiene otro deseo. Hace rato que instruyo a sus abogados para que sus tres nietos hereden a la par de Ines, como si tambien fueran sus hijos. Sin embargo, hay una parte de esos 1600 millones que esta librada a su antojo. Son casi 300 millones que puede legar a una sola persona o a miles, cederlos en obras de beneficencia o dejarselos al Estado. Tan libre es para hacer y deshacer con esa fortuna, que a su alrededor se especula y se fantasea al respecto sin limites. "La señora va a tener un reconocimiento con sus allegados mas fieles", comento un hombre que la conoce desde hace mas de treinta años y que mantiene con ella una muy estrecha relacion de amistad. En la lista expuesta por esta persona figuran Eugenio Aramburu -abogado personal de la viuda de Fortabat e hijo de Pedro Eugenio Aramburu, secuestrado y asesinado por el grupo terrorista Montoneros-, el ex coronel y tambien abogado Luis Premoli (78) -ex administrador de sus campos y amigo incondicional- y un nombre inesperado en la nomina, el del senador Ramon "Palito" Ortega (59): "Amalita tiene un entrañable sentimiento por el. Cuando Palito casi queda en bancarrota por el contrato con Frank Sinatra, fue ella quien lo salvo. Desde entonces ha sido muy generosa con el. Pero muy generosa".
Solo quienes penetran la intimidad del triplex de los Fortabat en Palermo Chico conocen un detalle: en el living hay una sola foto de alguien ajeno a la familia entre todos los portarretratos de plata con imagenes de los nietos y los cinco bisnietos. Es la imagen de Palito. Otra fuente lo confirma, pero va mas alla en su afirmacion: "Por alguna razon, el es uno de los hombres clave en su vida y ella en la intimidad no solo no lo niega, sino que lo defiende cuando alguien lo ataca. 'El no es un envase vacio', le gusta decir". Lo que si niega Amalita es que tanto Ortega como Aramburu y Premoli figuren en su testamento. "Es un disparate total", contesta.

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