Capítulo
III
Destino
Los
Jóvenes del Reino del Sur reciben una educación diferente a los jóvenes
de nuestro mundo e, incluso, diferente a la que reciben en los otros
Reinos de An-ki. Esto se debe a que los Señores del Sur se han organizado
a ejemplo de las colonias de insectos. Cada miembro se olvida de sus
intereses personales y dedica todas sus fuerzas a beneficiar a la sociedad
ocupando el lugar que le sea asignado; de esta forma, al llegar a cierta
edad, los aspirantes de todas las academias pasan a ser considerados
adultos productivos y son llamados a ocupar su escaño social.
Para
estar listos a dar lo mejor de sí mismos han sido preparados en las
academias desde niños. Dependiendo de sus talentos naturales y de sus
inclinaciones, se les envía un centro de aprendizaje específico. Cada
ciudad tiene una academia en la que se instruye para determinados escaños.
En
la academia de Graikoi, la ciudad principal, son formados los aspirantes
a Hechiceros, Guerreros, Sabios y Científicos, los cuatro escaños más
importantes en este Reino, ya que el Alto Consejo que los preside se
forma con individuos pertenecientes a estos.
Los
aspirantes son organizados en equipos de tres miembros; cada equipo
tiene su residencia en las torres de las academia y pasa a ser una pequeña
familia.
Hasta
la edad de 8 años los estudiantes reciben conocimientos generales, luego
deciden por ellos mismos a qué escaño quieren pertenecer. Los Maestros
les prueban y, si logran clasificar, comienzan a ser aprendices del
arte escogido.
El
periodo de aprendizaje varia para cada estudiante y para cada escaño,
pero es general que al llegar cierta época se lleve a cabo una ceremonia
que indica que los jóvenes han llegado a la mayoría de edad, aún si
no han terminado sus estudios: se trata de la Ceremonia de Compromisos.
Un
año antes de comenzar el triduo de la fertilidad, tres años durante
los cuales los Señores del Sur engendran a sus hijos, el Consejo decide
cómo estarán formadas las parejas de la generación que ha de asumir
tal responsabilidad. Es muy importante para ellos que se formen familias
apropiadas, familias que garanticen la subsistencia de la raza a través
de la reproducción y que, a la vez, serán equipos de trabajo para continuar
y mantener el desarrollo de su sociedad.
Esta
noche se llevará a cabo la ceremonia de compromiso de la generación
a la que pertenecen Vleis, Safo y Cárax.
_
¿Tú padre te ha adelantado algo? - preguntó Cárax a Safo cuando los
tres estaban a las puertas del salón de ceremonias, en la cima de su
torre residencial.
_
Sólo me envió un mensaje diciéndome que llegara a tiempo para ocupar
mi lugar. Ya sabes que se pone muy reservado y solemne en estos casos.
_ Es
horrible ser la hija del Rey, pero todavía peor es ser hijo del Alto
General... Mi padre aún no me perdona que haya escogido ser Señor de
la Ciencia.
_ Pero
tu hermano también lo es...
_ Por
eso mismo no le gusta. Me envió un mensaje
diciendo que esperaba que algún día le diera honor. Lógicamente él ya
sabe con quien he quedado de pareja y parece que no le agrada... ¡En
otras palabras: he quedado con otra científica!... eso reduce mis posibilidades
a... veamos...- tomó su cristal de cálculos y comenzó a analizar
su situación...
_ ¿Y
a ti? ¿qué te dijo tu madre...? -Safo se dio cuenta en el acto de que
Vleis no contestaría a su pregunta porque no la había escuchado. Por
la expresión de su rostro adivinó que estaba sondeando la mente de alguien.
_ ¿Leíste la mente de mis padres?- le dijo cuando pareció terminar-
Así sabremos todo de antemano.
_ No
puedo hacerlo sin que se den cuenta, recuerda que son Altos Señores,
protegen su mente continuamente para evitar un ataque de los Señores
del Oeste.
_ Pero
tú eres muy hábil...
_ Y
lo suficientemente inteligente como para saber hasta dónde puedo llegar.
- despeinó a Safo con un ademán cariñoso - Lo lamento, preciosa, no
puedo decirte quién será tu pareja pero sí puedo decirte que todos nuestros
compañeros comparten nuestro sentir. - Vleis había sondeado en un instante
la mente de todos los aspirantes que se encontraban en el salón.
_ Entonces,
deberían darnos más tiempo... dejarnos para el próximo Triduo de la
Fertilidad...
_
Eso será dentro de muchos años... recuerda que hay seis años entre cada
Triduo... Nuestro Consejo no permitirá un vació generacional. Deben
formarse familias nuevas el próximo año y no tenemos más remedio que
echar una mano...
_ ¡Maldita
sea!...- chilló Cárax al verse frustrado con sus cálculos- ¿con quién
quedaré...?...
_
Calma, Cárax...- Vleis estaba a punto de despeinar también al joven
cuando pareció escuchar algo y todo su rostro se tenso expresando desagrado.
_ ¿Qué
me calme? - le recriminó Cárax- mírate, tú tampoco estas calmado, tienes
mala cara...
_ Siempre
pongo esta cara cuando mi tío está cerca...
_ ¡El
Alto Señor "Aguafiestas" también ha venido...! - Chilló asustado - Eso
es lo que odio de todas las ceremonias del Consejo, siempre tenemos
que encontrarnos con ese tipo...
_ Ni
remedio, todo el Alto Consejo esta aquí...- suspiró Safo para luego
agregar disgustada- Lo que no entiendo es por qué mis padres mandaron
un mensajes si nos veríamos en la noche... ¿No podían apartar un momento
para hablarme?
_ Un
Alto Señor sólo tiene tiempo para buscar el bienestar del Reino...-
Respondió una voz tras ellos - Y en eso también debe concentrarse un
aspirante.
Los
tres jóvenes se dieron vuelta en el acto para encontrarse frente a frente
con Jasón, el tío de Vleis. Se trataba de uno de los hechiceros del
Alto Consejo por lo que vestía una túnica ceremonial negra. Llevaba
el cabello muy corto y rubio. Su figura alta y delgada, su rostro austero
y sus ojos pequeños y amarillentos inspiraban temor. En cuanto cruzó
la mirada con Vleis se volvió más atemorizante por la ira que destelló
en sus ojos por un instante.
Vleis
por su parte no disimuló su antipatía. Tampoco los tres pequeños dragones
ocultaron su aversión a este personaje: en cuanto lo vieron se escondieron
tras las piernas de sus amos y comenzaron a gruñir amenazantes.
_ Te
ordené entrar, sobrino. - Safo y Cárax supusieron que la expresión que
su amigo adoptó momentos antes se debía a tal orden transmitida telepáticamente.
_ Entraré
cuando quiera, no tienes que darme ordenes, no eres mi padre.
_ Recuerda
que, al morir mi hermano, le prometí a tu madre que le ayudaría a hacer
de ti alguien digno de nuestra familia. Todo lo que hago es buscando
cumplir esa promesa, así que debes obedecerme. Además, parece que mis
esfuerzos están dando sus frutos: Todos los miembros del Alto Consejo
te tienen en gran estima. Espero que algún día me lo agradezcas. - Estas
últimas palabras sonaron como una amenaza.
_ La
opinión que el Alto Consejo tiene de mí no se debe a tus esfuerzos.
Se bien que nada te complacería más que el verme fracasar.
_ ¡Qué
ingratitud! - dijo mientras una sonrisa malévola aparecía en su rostro
- ¡Si supieras cuanto me he esforzado para que no tomen en cuenta la
estupidez que cometiste en la Batalla de Dragones! ¿Crees que tu estadía
en la Tierra te llena de méritos?, gracias a mí aún estas considerado
un aspirante a Alto Señor. - saboreando su victoria, pues había logrado
dejar a Vleis sin argumentos, se acercó a él y le dijo al oído antes
de continuar su camino hacia el Salón de Ceremonias - Si quisiera verte
fracasar, mi querido sobrino, no tendría que hacer nada. Tú mismo te
encargarías de eso ...
_ ¡Ese
maldito siempre sabe cómo irritarme! - Exclamó Vleis temblado de rabia
mientras le veía alejarse - ¡¿Cuándo me libraré de él?!
_
¿Por qué es tan detestable contigo?- preguntó Safo mientras intentaba
confortarlo con sus caricias- ¿Acaso le hiciste algo?...
_ Yo
creo que le molesta el que Vleis sea el aspirante número uno para el
Alto Consejo. - Expuso Cárax luego de analizar la situación- Él entró
en el Consejo cuando fue necesario sustituir a tu padre, ¿verdad Vleis?
_ Sí,
después que mi padre murió en una batalla contra los Señores del Oeste,
él era el único de la familia que podía sustituirlo porque yo apenas
era un niño. ¡Pero yo no tuve nada que ver en que mi padre fuera escogido
primero que él como Alto Señor! ¡debería desquitarse con otra persona!...
De repente un dragón saltó a los brazos de Vleis y le llenó de besos.
_ ¡Haru!
- dijo llenándose de alegría al reconocer a la criatura- ¿cómo estás?
- la pequeña dragón sonrió feliz y saltó hacia Aoi con quien jugueteó
un momento, hasta que se despidió con una sonrisa y entró al salón.
_ ¿Viene
sola?- preguntó Safo extrañada _ ¿No la recuerdas?, es el dragón de
mi Tío
_ ¡Es
cierto!
_ Él
siempre la deja atrás...
_ Tú
tío es muy diferente a ti. - concluyó Safo- Espero que nunca llegues
a parecerte a él.
_ Yo
También lo espero. - respondió anhelante y preocupado, después de todo,
pertenecían a la misma familia - Pero olvidémoslo, - sacudió su largo
cabello como si con esto ahuyentara las malas ideas y sonrió de nuevo
- Es hora de enfrentar nuestro destino con elegancia. Se refería a cambiar
sus ropas; debían lucir las túnicas ceremoniales y aún llevaban su uniforme
de aspirantes. En unos segundos, ayudados por la piedra que llevaban
en sus collares, estaban vestidos para la ocasión.
_ Las
cosas van a cambiar a partir de esta noche - murmuró Vleis cuando estaban
por entrar al salón. Los otros dos se quedaron cabizbajos y silenciosos
por un momento, hasta que Safo se colocó entre los dos chicos y les
tomó de la mano.
_ Ustedes
son los seres más importantes para mí, más que mi familia, porque hemos
estado juntos desde niños. - Declaró esto con una expresión entre triste
y alegre que conmovió a sus amigos - Desearía hallar la forma de que
los seis permanezcamos juntos para siempre. - Safo incluía a los dragones
entre sus seres importantes y los otros dos jóvenes se mostraban completamente
de acuerdo con semejante apreciación.
_
No importa lo que tenga decidido el Alto Consejo para nosotros, - afirmó
Cárax con un aire de gravedad que le era extraño- nunca dejaremos de
ser un equipo.
_ Así
será...- Con esta frase Vleis confirmó el pacto tácito que acababan
de hacer y los tres dieron el primer paso... hacia su destino.
Cada
uno tomo su posición en las dos filas de aspirantes que se formaron
en el Salón y esperaron a que comenzara la ceremonia. Safo fue con las
chicas y los otros dos con los chicos. Todos llevaban sus dragones sobre
el hombro izquierdo, mientras que sus familiares, sentados alrededor
del salón, mantenían a los suyos echados a sus pies.
Al
comenzar a escucharse la música ceremonial, interpretada por jóvenes
de otra academia pertenecientes al escaño de Señores de las Artes, los
aspirantes de Graikoi se cubrieron con sus capuchas. Unos instantes
después entró el Alto Consejo.
Se
trataba de ocho adultos con aire majestuoso vestidos con túnicas oscuras.
Los padres de Safo eran los Señores Principales: La madre era Hechicera
y el padre era un Señor de la Sabiduría. El Tío de Vleis era otro Hechicero
y la madre de Vleis era Señora del Saber. El padre de Cárax era un Guerrero,
como ya sabemos, y su madre era una Científica. Quedaban otros dos que
no tenían nada que ver con nuestros tres jóvenes pero que también tenían
una hija entre los aspirantes, eran una Guerrera y un Científico cuya
hija, aspirante a hechicera, llevaba el nombre de Medea.
Como
se ve, en todo Alto Consejo había dos representantes de cada uno de
los cuatro escaños principales del Reino del Sur, de esta forma se daba
una asociación de poder que hacía temible a los Altos Señores del Sur.
La
ceremonia de compromisos comenzó con insoportable solemnidad para muchachos.
Cuando te van a cambiar la vida de un golpe prefieres que lo hagan de
una vez y no poco a poco como una tortura, pero había que resignarse
y aguantar a los mayores y sus ritos.
Cuando
al fin llegó el momento de anunciar las parejas, la pareja real avanzó
hacia los aspirantes. La tensión entre los jóvenes aumentó y agradecieron
en sus corazones que las capuchas ocultaban sus rostros a los demás
para no tener que disimular su ansiedad.
_
Vleis de la familia Xenócrates - anunció del Rey.
Debido
a que el joven había nacido el primer mes del primer año del Triduo
de la Fertilidad, le correspondía el primer lugar. Vleis, sintiéndose
el hombre más desafortunado del mundo, se acercó al Rey. Este le tomó
de la mano y juntos esperaron el anunció de la Reina.
_ Safo
de la familia Principal - dijo ella al fin, mas, no mostró ninguna expresión
de entusiasmo; anunció el nombre de su única hija de la misma forma
como, unos momentos más tarde, anunciaría el de las otras aspirantes.
Safo
no prestó atención a esto, sólo podía pensar en que ahora Vleis y ella
formarían una familia. Cuando su Madre la tomó de la mano y la llevó
hasta su amigo, un rito que evidenciaba cierto machismo en la sociedad
del Sur, no podía creer su suerte.
Vleis
por su parte tampoco podía creerlo y sonrió considerándose ahora el
más afortunado de todos los vivientes. Cuando ambos retiraron sus capuchas
pudo ver que su amiga también se consideraba a sí misma de la misma
manera. Enlazaron sus manos con efusividad, como era costumbre, aunque
lo que querían era abrazarse y danzar de alegría.
Sin
embargo, unos momentos después, su felicidad se vio opacada al ver que
Cárax era comprometido con una científica y recordar que el equipo quedaría
disuelto en poco tiempo.
Curiosamente
la cara de decepción de los tres era superada por la increíble tristeza
de la pareja de Cárax y los tros dos miembros de su equipo.
_ Recuerden
que servir a nuestro Reino es la razón de sus vidas. Den al Reino del
Sur familias que nos engrandezcan y mantengan como el Reino más poderoso
de An-ki. - fueron las últimas palabras del Rey, que sólo sirvieron
para hacer sentir el peso de las nuevas responsabilidades sobre los
ya muy cargados hombros de los jóvenes.
Tristeza,
angustia, desesperación, indiferencia, inquietud, curiosidad... todo
esto circulaba por los corazones de los aspirantes comprometidos, porque
todos se resistían al cambio que traería este momento a sus vidas. En
un año, aproximadamente, comenzaría el ocaso de su juventud para entrar
a la adultez... era el fin de una etapa alegre y despreocupada y el
comienzo de otra que se divisaba poco acorde con sus corazones inquietos
y sedientos de vida.
Y no
importaba cuan desgraciados los hiciera esto sentir... este era su destino...