Ma-tsu Kiangsi Tao-i (709-788), en japonés Baso Do-itsu, discípulo de Nan-yue Huai-jang (677-744).

Aunque el Ch'an es una forma de Budismo chino, en sus orígenes tenía excesiva influencia de sus raíces indias. Es a partir de Ma-tsu y Shih-t'ou cuando comienza el desarrollo del Ch'an puramente chino, desligado ya de su sabor indio.

Ma-tsu se inició muy jóven con un discípulo de Hung-jen (el quinto Patriarca). Cuando su Maestro murió, Ma-tsu se instaló en el Monasterio de Ch'uan-fa, en el monte Heng.

El Maestro Huai-jang se le acercó un día, mientras Ma estaba sentado en posición de meditación, y le preguntó:

• ¿Qué objeto tiene meditar sentado?
• Convertirse en un Buddha.

• ¿Qué haces, Maestro?
• La estoy puliendo para hacer un espejo de la baldosa.
• ¿Y cómo lograrás que una baldosa pulida se convierta en un espejo?
• Dime entonces, ¿cómo harás para que meditando sentado te conviertas en un Buddha?

• ¿Por qué enseñas que la Mente no es otra cosa que Buddha?, -le preguntó un monje.
• Para que una criatura deje de llorar.
• Si el llanto cesara, ¿qué dirías?
• Ni Mente ni Buddha.
• ¿Qué enseñanza darías a quien no esté en estos dos grupos?
• Le diría: 'Eso no es algo'.
• Si inesperadamente entrevistases a una persona que esté en eso, ¿qué harías?
• Le permitiría realizar el gran Camino.

• Maestro, ¿cual es el mensaje último de la doctrina de Buda?
• Te lo diré. Pero cuando se discute sobre estos temas tan profundos primero hay que hacerle una postración de reverencia al Buda.

El monje se aprestó a cumplir y adoptó la posición de postrarse, entonces el maestro le dio una gran patada en el culo. Esta inesperada patada llevó al monje a una risa incontrolada y disolvió por completo sus dudas; en ese instante despertó. A partir de entonces, solía decir:

• Desde que recibí la patada de Ma-tsu, no he podido parar de reír.

Ma-tsu preguntó a uno de sus discípulos, Pai-chang:

• ¿Cómo enseñarias a los demás?

Pai-chang levantó su hossu. El maestro observó:

• ¿Eso es todo? ¿No es de otro modo?

Pai-chang arrojó su hossu al suelo.

En otra ocasión, paseando con Pai-chang, pasaron unos gansos salvajes sobre ellos dos. Ma-tsu preguntó:

• ¿Que son?
• Son gansos salvajes.
• ¿Adónde van?
• Ya han desaparecido.

Entonces, Ma-tsu cogió a Pai-chang de la nariz y se la retorció hasta que le hizo gritar de dolor.

• ¿Cómo van a desaparecer?, -gritó Ma-tsu.

A comienzos del primer mes del año 788, mientras caminaba por un bosque con uno de sus discípulos vió una cueva que le llamó la atención. Entonces le dijo a su discípulo:

• Mi cuerpo sujeto a descomposición volverá a la tierra aquí, el mes que viene.

Y así sucedió: el día cuatro del segundo mes se indispuso. Tomó un baño, se sentó en aquella cueva con las piernas cruzadas, y falleció.

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