Alguien entra en el Centro Zen con un cigarrillo encendido, va hacia la estatua de Buddha, le echa humo en la cara y arroja cenizas en su regazo. Tú estás allí, ¿qué puedes hacer?
Esta persona ha comprendido que nada es sagrado o no-sagrado. Todas las cosas del universo son uno, y este uno es él mismo. Por lo tanto, todo está permitido. Las cenizas son Buddha. Buddha es las cenizas. El cigarrillo tiembla. Las cenizas caen.
Pero su comprensión es parcial. No ha entendido todavía que todas las cosas son tal como son. Lo sagrado es sagrado, lo no-sagrado es no-sagrado. Las cenizas son cenizas, Buddha es Buddha. Está muy apegado al vacío y a su propia comprensión, y piensa que todas las palabras son inútiles. Así, cualquier cosa que le digas, de cualquier forma que quieras enseñarle, te golpeará. Si quieres enseñarle devolviéndole el golpe, él te golpeará más fuerte aún. (Es muy fuerte)
¿Cómo puedes librarlo de su error?
Debido a que eres un alumno zen, caminas por el sendero del Boddhisattva, cuyo voto es salvar a todos los seres del sufrimiento. Esta persona está sufriendo por tener un punto de vista equivocado, tienes que ayudarle a entender la verdad: que todas las cosas en el universo son tal como son.
¿Cómo puedes hacerlo?
Si lograr encontrar la solución a este problema, encontrarás el camino verdadero.
De su libro "Tirando Cenizas sobre el Buda", editado por "Los libros de la liebre de marzo" |