Existe a nivel mundial una gran desigualdad y notables diferencias en lo referente a las cuestiones sociales que atañen a las personas afectadas por grandes discapacidades, entre ellas el colectivo de personas con movilidad reducida y usuarios de silla de ruedas, que por sus dificultades de movilidad necesitan, entre otras muchas cosas programas y políticas sociales adecuadas y específicas, e incluso una atención personalizada según su grado de discapacidad para equilibrar su desigualdad frente a la sociedad y lograr una verdadera integración.
ACCESIBILIDAD Y MOVILIDAD:
Aún no es posible la existencia palpable de un diseño universal implantado solidamente a nivel mundial
que haya sido asimilado por la sociedad como una necesidad inminente en cuanto a edificaciones,
viviendas, comercios, vías públicas, transportes públicos, e inclusive el acceso a
un puesto de trabajo o posibilidad de recursos económicos. Tal situación afecta muy
desfavorablemente
a un importante número de seres humanos que o bien por una enfermedad, por nacimiento,
o por accidentes diversos se encuentran imposibilitados para desplazarse con
facilidad por sus propios medios.
Las personas en estas situaciones, se encuentran hoy en día
y en un porcentaje muy elevado sin la posibilidad de
lograr un desarrollo como personas ni su integración social, en gran medida a causa del frecuente encuentro
con barreras para el acceso a los edificios, a una vivienda, a los comercios, en el desplazamiento por las calles,
en el acceso a los transportes públicos y otros.
Pero también en un grado importante a la falta de comprensión y oportunidades
que ofrece la sociedad, máxime en unos tiempos actuales en donde prima el egoísmo, la falta de
responsabilidad y unos valores educativos y hábitos que fomentan muy poco la solidaridad.
Todo ello, deriva en una seria exclusión que priva al afectado por una discapacidad de este tipo, incluso del derecho
a relacionarse con otras personas, a la enseñanza,
a un puesto de trabajo y consecuentemente a unos mínimos recursos de supervivencia,
porque además, las prestaciones sociales compensatorias
en el mejor de los casos cuando existen suelen ser claramente insuficientes y mínimas
a excepción de muy pocos países del mundo.
Por todo ello y en vista de que aún son muchos los países que no poseen a penas infraestructuras
ni unos planteamientos profundos en este sentido (al menos con resultados eficaces demostrados), y aún
todavía continúan siendo muy numerosos aquellos otros con un desarrollo medio que cuentan
con muchas carencias y desequilibrios, se hace muy necesario un mayor esfuerzo mundial
por lograr la existencia de una sólida legislación internacional que regule y garantice
este tipo de cuestiones sociales.
Algo de urgente necesidad y que es tan importante como necesario
para lograr lo primero, es
la eliminación de barreras para posibilitar
la movilidad de este importante colectivo mundial.
Persisten muchos desequilibrios y diferencias entre las naciones,
e incluso dentro de los distintos territorios de muchas de ellas,
con una especial incidencia cuando hacemos referencia al ámbito rural y pequeñas
poblaciones. Son frecuentes a nivel mundial las barreras arquitectónicas sin eliminar
que imposibilitan el acceso de personas con silla de ruedas a sus administraciones públicas
y a numerosos edificios de todo tipo, incluidas viviendas.
NORMATIVAS DE FABRICACION Y DISEÑO:
Es necesaria una seria implicación y mayor compromiso de las naciones del mundo,
tratando de crear una normativa internacional unificada aplicable a todos los países,
especialmente en lo referente a la accesibilidad a los edificios de todo tipo,
al urbanismo.., permitiendo el fácil tránsito por las vías públicas
y zonas peatonales, así como en lo referente al transporte público
de cualquier tipo que debe de posibilitar
el acceso adaptado para las personas con movilidad reducida.
A tal efecto, la Unión Europea
tal y como hicieron hace ya muchos años algunos «pocos»
países muy desarrollados del mundo y con una alta sensibilización en esta materia,
está tratando la cuestión con gran interés desde hace ya algunos
años,
procurando crear una normativa comunitaria cada vez mas completa y consolidada, con el
fin de paliar
las deficiencias existentes, «muchas veces aún graves» en
los países que ya conforman y conformarán la nueva Europa.
No es exacto plantear exclusivamente la necesidad de grandes
recursos económicos para dar solución
a este problema social, pues con interés y buena voluntad también
se pueden llevar a cabo proyectos e ideas prácticas en este sentido sin necesidad de grandes presupuestos.
Si bien es cierto que la economía ayuda mucho, también
«Las ideas, el ingenio y el interés social y político por
solucionarlo son una buena herramienta».
Actualmente en las naciones con un desarrollo medio en estas cuestiones,
llevado a efecto en los últimos quince o veinte años y en donde aún esta poco
consolidada la conciencia social, sobre todo de la ciudadanía,
son en ocasiones frecuentes los períodos de olvido y abandono por parte
de aquellos organismos responsables de velar por el buen funcionamiento o mejora de
estas cuestiones, quienes empujados por otras problemáticas sociales
que suscitan un mayor interés por parte de la opinión pública,
sitúan dichas tareas en un plano secundario. Lo que lleva en
ocasiones a un retroceso o estancamiento
que únicamente es palpable y diagnosticado por el afectado que día a día lo sufre,
sin que a penas nadie se percate de ello.
Así es posible comprobar como en tales casos y a pesar de las legislaciones existentes, saltan de nuevo
como en el pasado, a la vista del discapacitado casos
de nueva construcción de viviendas y edificios que cuentan con
algún
tipo de barreras arquitectónicas
para acceder, las cuales unas veces quedan a la vista y otras veces se tratan de disimular
con picaresca,
burlándose de
las legislaciones vigentes y de aquel afectado que años mas tarde se encontrara
con el problema, siendo esto un fenómeno que es consecuencia mayoritariamente de la
falta de inspección de tales obras.
Así mismo, también es frecuente el crecimiento
de la insolidaridad y permisividad, al crearse nuevos locales comerciales con
escalón/es para acceder, situados incluso en nuevos edificios, «nuevos establecimientos
que ofrecen servicios o productos a todo el público, no teniendo en consideración a
estas personas como parte de dicho público». Para evitar esto, las legislaciones y
las inspecciones de nuevas obras juegan un papel importante.
No solo es necesario crear políticas de conciencia social para la
población como ya se hace en muchos lugares, sino que también es necesario crear
legislaciones, orientación y recursos dirigidos a los fabricantes,
constructores e industriales sobre un diseño universal.
TRANSPORTE PÚBLICO:
En lo referente al transporte por ferrocarril, es mayoritaria la falta en los trenes de un
sistema de elevación de sencilla tecnología que posibilite el acceso de sillas de ruedas y/o personas con movilidad
reducida. En algunos lugares, para paliar este problema se ha dotado a algunas estaciones, generalmente situadas
en ciudades importantes por su tamaño, de plataformas de elevación. Dichos sistemas permiten el acceso
al tren y viaje entre dichas ciudades, con frecuencia en modernas unidades de largo recorrido y alta velocidad,
pero no en el resto de trenes ni en trayectos ente estaciones de pequeñas
ciudades o poblaciones.
Para solucionar ésta lamentable situación,
se deberían adoptar medidas urgentes a corto plazo,
consistentes en dotar a todas las estaciones situadas en poblaciones medianas o pequeñas,
de sistemas de acceso a
los trenes. Para ello no harían falta grandes inversiones, ya que
una sencilla rampa metálica de uso manual dotada con dos pequeñas ruedas, que es ligera de manejar
por el personal funcionario
de la estación, es un instrumento
tan sencillo como económico y perfectamente válido para solucionar el problema,
pudiendo facilitarse a cada una de dichas estaciones.
Pero ello aún no es así en un gran número de lugares a pesar de que es simplemente, una sencilla cuestión de
mínimo interés y voluntad por paliar este problema.
A veces surgen soluciones ideales proyectadas a largo plazo basadas en modernos trenes adaptados a los
que se accede sin escalones ni barreras desde un andén al mismo nivel y/o cosas similares
pero cuando esto aún no existe, porque
se esta desarrollando o porque las economías no lo permiten, deben de adoptarse soluciones alternativas
inmediatas, capaces de extinguir el problema de forma rápida.
La totalidad de los trenes aún continúan
careciendo de equipamiento y espacios adecuados en su
interior, como anchos mínimos, una plaza acondicionada y un aseo cuyas dimensiones
permitan
el acceso de una silla de ruedas. A excepción de los nuevos modelos de alta velocidad, ello es a penas inexistente,
Por tanto debieran de acondicionarse de modo urgente este tipo de espacios
en los trenes tradicionales mediante una sencilla reforma, logrando que al menos un solo vagón de cada tren
cuente con dicho equipamiento dimensional.
En las líneas de autobuses de largo recorrido, es necesario adoptar unas soluciones
mínimas e inmediatas, tanto materiales como legislativas,
capaces de paliar el problema actual en donde es ínfimamente escasa la existencia de un solo autobús que posibilite el
fácil acceso y viaje de personas con silla de ruedas en un espacio acondicionado.
Por tanto, es muy urgente la necesidad de que las empresas concesionarias de líneas de transporte regular por carretera
dispongan de al menos un autobús
en cada ruta, dotado con el diseño y equipamiento necesario para ello.
Los transportes públicos adaptados padecen una seria problemática
cuando en los lugares en los que ya están implantados, la legislación es
muy permisiva y no inspecciona. En tales casos, ocurre con frecuencia el hecho
de que los sistemas mecánicos de acceso y las infraestructuras necesarias no se conservan,
olvidando su mantenimiento y originando
consecuentemente un mal servicio para las personas con discapacidad, en ocasiones agravado incluso por una deficiente
atención del personal empleado cuando carece de instrucciones y formación en este sentido.
Todo ello, deriva en el desistimiento de viajar por parte de
los usuarios con discapacidad, generando un retroceso social.
Para evitarlo, es muy importante mejorar la
legislación existente y no abandonar ni por un instante la vigilancia del
cumplimiento de la normativa por parte de las autoridades responsables.
Afortunadamente estos casos desfavorables no existen siempre ni en todos los lugares,
pues existen ciudades y zonas en las que estas cuestiones funcionan de forma correcta.
Los responsables de los transportes especiales de tipo social y sanitario, tales
como ambulancias colectivas, vehículos pertenecientes a centros de discapacitados,
residencias de personas mayores, etc.., no poseen en ocasiones
una clara conciencia sobre la necesidad de que todos los vehículos de este tipo deben de estar dotados
mínimamente de
una rampa de acceso y sistemas de anclaje para que una persona discapacitada
pueda acceder y viajar en su propia silla de ruedas,
ya que es frecuente encontrar todavía a algunos de ellos sin estas adaptaciones.
Aún son a penas existentes o muy incompletos los programas de transporte especial adaptado que
garanticen el desplazamiento diario de personas con silla de ruedas y movilidad reducida a los centros
de trabajo ordinarios o a centro de enseñanza
cuando no existen medios de transporte público accesibles o cuando la discapacidad de la persona requiere condiciones
especiales de transporte.
Dicha problemática es mayoritaria
en el ámbito rural pero también en las grandes ciudades, donde los trayectos son
largos y complicados de realizar para muchos afectados.
Cabe mencionar que a excepción de muy escasos países desarrollados
en materia de discapacidad, a penas
es palpable a nivel mundial la existencia de modelos de taxi pensados para todo tipo de viajeros,
los cuales cuenten con un fácil acceso, seguridad y
espacio adecuado para posibilitar el viaje de personas con silla
de ruedas.
Para este logro se hace muy necesario fomentar una clara conciencia social y sobre todo la creación de normativas
internacionales que garanticen que este tipo de vehículos destinados al servicio público «TAXIS»,
sean accesibles para todo tipo de personas. Este tipo de vehículos deberian de estar dotados de
rampa y de un espacio interior en el que sea posible la instalación
de un usuario de silla de ruedas. Dicho espacio acondicionado deberia de diseñarse situado
entre el resto de plazas de pasajeros y nunca
en lugares posteriores destinados a maletero etc.., como ocurre en algunos casos ya que este hecho discrimina a las personas
con discapacidad además de implicar una menor seguridad y comodidad para los mismos.
En aquellas ciudades y entornos donde
los transportes públicos adaptados funcionan de modo correcto, existe una gran satisfacción
por parte de las personas discapacitadas y de los organismos encargados de promover y fomentar tales medidas,
lo que demuestra una elevada
conciencia social, integración, humanismo y solidaridad. Su experiencia positiva es
un importante paso «ejemplar», fundamental para el desarrollo de una sociedad sin desigualdades.
En gran parte del mundo todavía es muy escasa la existencia de transporte público
accesible para personas con movilidad reducida y aunque en algunas ciudades el transporte adaptado comienza a ser una realidad,
no es asi en otras muchas y aun menos en los núcleos poblacionales del ámbito rural, incluso en países con un
desarrollo medio alto. En lo referente al transporte público
de largo recorrido
como lo es el tren y autobús interurbano, la gravedad del problema es aun mayor. Esta triste realidad,
es una gran cuenta pendiente en casi todos los países a excepción de algunos
«pocos» muy avanzados. Tal situación dificulta e imposibilita un normal desplazamiento de personas
con silla de ruedas y movilidad reducida, e incluso encarece para los mismos afectados la posibilidad de viajar al tener que recurrir a servicios
especiales de transporte.
CONDUCCION DE AUTOMOVILES MEDIANTE ADAPTACIONES DE AVANZADA TECNOLOGIA:
Cuando
el afectado, por su tipo de limitación requiere adaptaciónes de avanzada
tecnología, se encuentra con multiples barreras infranqueables que van desde la falta de
asesoria y medios adecuados de evaluación, inexistencia de centros formativos dotados de
esta tecnología, a incluso dificultades e imposibilidad de instalación de este tipo de sistemas en un
vehículo propio a causa de problemáticas legislativas como homologaciones, etc.
Por tanto, dado que ya es una realidad la existencia de avanzados sistemas tecnológicos de gran seguridad
(homologados en la U.E y U.S.A) que son utilizados con normalidad desde hace varios años
en diversos paises, posibilitando la conducción a personas con
grandes dificultades de movilidad: Se hace necesaria la
regulación y aprobación por parte de las autoridades de tráfico y seguridad vial,
asi como de Industria en aquellos otros lugares en donde aún no es posible la utilización de dichos sistemas.
Para ello es muy importante y necesario en primer lugar unificar criterios mediante la creación y aplicación de
normativas europeas o internacionales en este sentido. Es imprescindible contar en cada país con un
centro especial de evaluación oficial para casos especiales, aplicando esta moderna tecnología mediante simuladores,
etc.., así como la existencia de un centro especial de enseñanza dotado con vehículos equipados con
este tipo de tecnología, donde el alumno pueda desarrollar sus clases teoricas y prácticas, obteniendo el
permiso de conducir con una máxima calidad y garantia de enseñanza.
En lo que se refiere a la posibilidad de conducción de automóviles por personas con dificultades de movilidad,
es importante destacar que a excepción de muy pocos paises desarrollados, es frecuente un alto grado de
medidas restrictivas y
prohibitivas, toda vez que una gran desinformación sobre la tecnologia mas avanzada existente. Así mismo,
es palpable una carencia de innovadores medios evaluadores y de enseñanza muy necesarios para posibilitar la conducción de
vehículos por personas afectadas con
dificultades especiales de movilidad.
DISEÑO Y ACCESIBILIDAD DE NUEVOS VEHICULOS:
El diseño de estos modelos debe de posibilitar el acceso de
una persona con silla de ruedas sin necesidad de modificar o realizar una importante reforma del vehículo,
asi como conducir dicho automóvil instalando en el puesto de
conducción si fuera necesario cualquier sistema de avanzada tecnología, tipo joystick, etc.., que posibilita
que personas con gran discapacidad puedan conducir. Para ello los modelos propuestos deben de contar con motores
dotados de cambio automático y potencia suficiente para circular por carretera y autopista con total normalidad.
Para lograr este objetivo es muy importante en primer lugar el interés por parte de los
fabricantes.
Por otro lado es necesaria la creación de normativas internacionales que regulen y unifiquen los
criterios industriales de diseño en este sentido a fin de garantizar una optima calidad y seguridad de estos nuevos
modelos. Modelos que son una gran necesidad para muchos conductores
con dificultades de movilidad, taxistas, familias, etc...
En el sector de la automoción, de cara al futuro se hace imprescindible una conciencia social por parte de
los fabricantes, con el objeto de que los departamentos de diseño e ingeniería tengan en cuenta la necesidad
de realizar algún modelo familiar, especialmente dentro de la gama de pequeños y medianos vehículos, cuyo
coste económico y reducido consumo está al alcance de las economias familiares mas modestas
(Piénsese que muchos discapacitados debido a su situación social
carecen de grandes posibilidades económicas).
POLITICAS SOCIALES Y ECONOMICAS PARA LA INTEGRACION DE LOS AFECTADOS.
Es fundamental garantizar unas prestaciones sociales mínimas a aquellos afectados por grandes
discapacidades y enfermedades con un grado superior al 75%, asegurando a la persona unos recursos económicos
suficientes en los lugares donde aún
no existen y mejorando las cuantías en los lugares donde ya existen,
porque salvo en muy pocas naciones con un desarrollo muy alto, es habitual que tales cantidades resulten
insuficientes para cubrir
las necesidades que la discapacidad genera al afectado, por lo que no compensan su desequilibrio
y desigualdad frente al resto de los ciudadanos, motivo por el cual se otorgan.
Aun es frecuente en numerosos lugares incluso desarrollados, la denegación al afectado del derecho a percibir
una prestación de este tipo cuando convive con otros miembros
familiares, otorgando la misma y sus beneficios a dichos miembros de la unidad familiar.
Esta actitud priva al afectado de sus derechos fundamentales como persona y por tanto de su
dignidad y desarrollo como individuo mayor de edad. Por todo ello este tipo de cuestiones debieran de
abordarse en los comités internacionales sobre derechos humanos y libertades del individuo.
Para tratar de garantizar la existencia de unos recursos mínimos
para los afectados por
grandes enfermedades y discapacidades a nivel mundial, seria favorable la creación de un FONDO ECONOMICO
INTERNACIONAL DE RECURSOS PARA LA DISCAPACIDAD, dependiente de las Naciones Unidas (O.N.U), que cuente
con la participación de todos los países y cuyo objetivo sea
garantizar una prestación social y recursos adecuados a los grandes discapacitados de cualquier lugar del mundo,
así como lograr la eliminación de barreras arquitectónicas y urbanas en los lugares
mas olvidados y carentes. Esto permitiria a las personas con movilidad reducida el uso de al menos las infraestructuras mas básicas
(transportes públicos, vias urbanas, edificios públicos, etc.), ya que de
no ser así, en los países mas desfavorecidos, las personas afectadas continuarán padeciendo una
situación personal y social doblemente marginal.
No se podría concluir este documento sin hacer mención a la situación
económica,
laboral y social de los afectados. Las políticas sociales para garantizar o mejorar el empleo
y la capacidad económica de las personas que sufren grandes discapacidades son dignas de ser
mejoradas y tratadas en profundidad por organismos internacionales.
PLANES ESPECIALES DE EMPLEO:
Para ello,
una óptima solución es la
integración de los afectados (mediante novedosas legislaciones y politicas en materia de Asuntos Sociales)
dentro de organismos oficiales, tales como
departamentos de las diversas administraciones públicas, ayuntamientos, ministerios
y empresas estatales. Integración directa en puestos de trabajo relacionados con la profesión o titulación de cada
persona mediante un estudio personalizado de cada caso y sin necesidad de concurso oposición alguno.
Ello sería un magnífico ejemplo para
concienciar a la sociedad toda vez que una forma de garantizar una verdadera integración y estabilidad a quienes
actualmente no tienen oportunidad laboral alguna por las complejas condiciones de su discapacidad
«Afectados por grandes discapacidades».
Pero para ello es fundamental realizar una clara distinción
entre discapacidad y gran discapacidad, a efectos de beneficios socio-laborales y de
integración en estos programas, ya que los afectados con grandes discapacidades
generan (en algunos lugares en donde existen programas sociales), las mismas subvenciones a
la empresa u organismo que los contrata que otro con una discapacidad mínima,
por lo cual son objeto de un proceso de selección que los discrimina,
no siendo contratados, porque «lamentablemente, incluso dentro de la discapacidad,
el ser humano trata de elegir al mas perfecto»,
lo que genera una seria discriminación y exclusión social que debiera de ser
motivo de reflexión,
ya que ello deriva en la existencia de
personas
con gran discapacidad, incluso con una amplia y alta
formación académica, seriamente marginadas que no se benefician de ninguna medida social.
Es fundamental la creación y mejora de programas especiales de empleo
«exclusivos para personas gravemente afectadas por discapacidades», en combinación con las pensiones
mínimas compensatorias y en los que se contemple la posibilidad de adaptar los horarios
y actividades al tipo de discapacidad y dificultades de cada afectado «generalmente jornadas reducidas y/o especiales al tratarse de
grandes discapacidades» (condiciones que son difíciles de cumplir por cualquier empresa dentro del mercado ordinario de trabajo).
DERECHO A UNA VIVIENDA ADAPTADA:
Ello es muy necesario ya que las
frecuentes barreras arquitectónicas impiden seriamente a un afectado
relacionarse socialmente con la misma facilidad que cualquier otro ciudadano, «el afectado no puede visitar, solo puede ser visitado». En las grandes ciudades este reto es
prácticamente un imposible para un afectado
si no cuenta con grandes recursos económicos, debido a los elevados precios y a la inexistencia de apoyo o iniciativa
gubernamental hacia este tipo de programas salvo muy escasas excepciones. Tampoco existe una visión social hacia este problema por parte de la opinión pública y
lamentablemente todo ello redunda en el desistimiento y apatia de los afectados por este derecho tan básico para cualquier ser humano y por tanto en su consiguiente aislamiento.
Seria un gesto realmente «de humanidad» la existencia de firmes politicas encaminadas a lograr
el pleno derecho a una vivienda adaptada y accesible de aquellas personas con gran discapacidad que deseen vivir de forma
independiente o cuando menos, tener un espacio habitacional de intimidad personal para sus actividades de convivencia y
relaciones sociales del que carecen en sus núcleos familiares. Espacios dotacionales que podrian
oscilar entre los 30 metros cuadrados de estudios-vivienda dotados de salón (cocina-dormitorio) con baño, a
viviendas de un dormitorio, segun cada caso.
AYUDA Y ASISTENCIA SOCIAL A LOS AFECTADOS EN LA VIDA DIARIA:
Por todo, se hace muy nescesaria la existencia de adecuados programas sociales de
asistencia domiciliaria en aquellos lugares donde no existen y una indudable mejora de los mismos en los
lugare donde ya existen, siendo fundamental en ambos casos que se garantice el derecho de los afectados a
vivir con independencia cuando sea su deseo, prevaleciendo en cualquier caso derechos tan basicos y fundamentales para
cualquier ciudadano como son el derecho a la intimidad, a la vida privada, a la libertad de decidir y opinar,
de vivir en pareja.., de relacionarse sexualmente o participar en actividades sociales entre otros...
Para ello, que duda cabe que es fundamental un gran cambio de la visión y mentalidad que la sociedad,
los medios de comunicación y el ámbito político tienen hacia las personas con discapacidad.
Tampoco debe de olvidarse un cambio y mejora notable hacia el modelo, concepto y número de centros residenciales
asistidos para situaciones especiales, logrando que dentro de los mismos el residente pueda vivir
con una máxima independencia y garantia de los derechos básicos antes mencionados.
Finalmente es muy necesario que los trabajadores sociales se involucren de forma activa en el seguimiento de la problemática
familiar, social, etc.., de cada afectado cuando la hubiere, emitiendo informes periódicos a sus estamentos superiores para detallar
con precisión las problematicas de los afectados en su dia a dia y solicitando de los mismos los recursos necesarios para poder solucionar
de forma eficaz los problemas a los afectados.
Por todo lo expuesto en el presente informe, deben de mejorarse las políticas sociales allá donde existen y crearse en base a
éstos principios y necesidades en los lugares donde aún no existen. Todo ello con el
fin de tratar de
erradicar las carencias y desequilibrios que aún acucian a un gran
número de
personas con severas discapacidades en todo el mundo.
Haria falta otro informe muy extenso para detallar los grandes problemas y carencias
que sufren los afectados por grandes discapacidades en lo referente a la ayuda que necesitan de otras personas en las tareas cotidianas de su vida diaria.
Generalmente son los familiares quienes en un gran porcentaje
asumen con exclusividad y en soledad todas estas tareas, existiendo un gran problema para los afectados cuando por
diversas causas ello no es posible.
Como autor de este informe, me doy por satisfecho con el
hecho de que las futuras generaciónes de personas con discapacidades,
disfruten de unos derechos humanos, calidad de vida y dignidad que aún hoy
en numerosos lugares del mundo la sociedad continúa negando a quienes las padecen.
Enrique González Blanco.
Discapacitado / Técnico de edificación y autor del Proyecto Abedul.
Febrero de 2005. (Actualizado en Enero de 2009).
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