Martí
no ha muerto
Martí
no ha muerto, el autor
intelectual
del Moncada
tiene
fija la mirada
en
la tierra de su amor.
Siente
el inmenso dolor
de
la América sufrida,
luego
entonces su caída
física
no fue otra cosa
que
una transmisión gloriosa
para
volver a la vida.
Martí
vive, porque aún
nuestra
América padece
y
sobre ella se enfurece
el
enemigo común.
Hay
botas con el betún
que
se vende en otros puertos,
y
entre los rumbos inciertos
de
los pueblos apresados
hay
árboles olvidados
y
abundan los indios muertos.
Martí
vive, su camino
continúa
los desvelos
de
Bolívar, de Morelos,
San
Martín, Sucre y Sandino.
El,
y el médico argentino
tienen
la misma estatura,
uno
enseña, el otro cura,
y
curando y enseñando
van
el futuro labrando
de
América Latina.