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BARRUGUET
Duende
barbudo, perverso y lascivo, amigo de frecuentar cuevas, molinos y pozos
para airear mejor sus picardías, que no son pocas, siendo muy silencioso
y astuto a la hora de ejecutarlas.
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FOLLET
Forzoso
es reconocer que los follets no pueden ser tan tontos como a veces se
les pinta, ya que están considerablemente extendidos por toda la
Europa mediterránea. Además, no son malos chicos y es posible
granjearse su confianza y contar con ellos como eficaces colaboradores
en las tareas del hogar.
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SUMICIU
Este
pequeño duende cleptómano es un verdadero incordio para
todos aquellos que tienen la desgracia de encontrarse en su radio de acción.
L escasez de leyendas sobre su existencia se debe, con toda seguridad,
a su habilidad para escabullirse de las miradas de los hombres y, sobre
todo, a que, al ser un ladronzuelo, actúa con nocturnidad y alevosía
cuando comete fechorías.
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TRASGO
CÁNTABRO
algo
mas tosco que sus parientes asturianos y gallegos, los trasgos de Cantabria
se encuentran aún muy cerca de sus congéneres de los bosques
y, aunque por supuesto entran en las casas, habitualmente pasan el día
entre los árboles. Existe una variante, los "diablillos cernedores"
o trastolillos. Incansables, glotones, les encanta la leche, siendo capaces
de cualquier cosa por obtener un buen cántaro lleno.
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TRASGO
CASTELLANO-LEONÉS
Pudiera
parecer que el trasgo castellano-leonés, con su obsesión
por apedrear a la gente, es un tipo duro,es capaz de hacerse respetar
por los seres humanos, pero, en el fondo, sus fechorías son normales
y corrientes, y casi nunca suele herir con sus piedras.
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TRASGU
Con
su gorra roja y su famoso agujero, "furacu", en la palma de
la mano izquierda, el trasgu asturiano, negruzco, enano y feo, es uno
de los mas conocidos duendes domésticos. Por otra parte, aunque
los trasgos no se caracterizan por su inteligencia, el trasgu se lleva
la palma, nunca mejor dicho.
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TRASNO
GALLEGO
Enormemente
parecidos a los trasgos asturianos, los trasnos no tienen agujero en la
palma de la mano, lo que no es obstáculo alguno para que caigan
en la misma trampa que sus parientes, ya que son tan limitados que sólo
saben contar hasta cien, y cuando llegan a esa cifra vuelven a empezar.
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ZAS
Este
pintoresco habitante de los molinos gallegos reúne todas las malas
costumbres de la totalidad de los duendes domesticos. Nuestro consejo,
si te encuentran con un Xas, es que te alejas lo antes posible poque,
de lo contrario, les hará la vida imposible.
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